Basílica visigoda de Santa María de Ibahernando para niños
Datos para niños Basílica visigoda de Santa María de Ibahernando |
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![]() Estela de Sunua.
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Ubicación | ||
Continente | Europa | |
País | ![]() |
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División | ![]() |
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Subdivisión | Cáceres | |
Municipio | Ibahernando | |
Coordenadas | 39°19′45″N 5°54′02″O / 39.329172222222, -5.9004444444444 | |
Historia | ||
Tipo | «Iglesia propia» | |
Uso original | Edificio de culto | |
Estilo | Arquitectura visigoda | |
Época | Alta Edad Media | |
Construcción | Hacia el 635 e. c. | |
Abandono | Siglo VIII | |
Descubrimiento y hallazgos | ||
Descubrimiento | 1962 | |
Arqueólogos | Enrique Cerrillo Martín de Cáceres | |
Arqueológicos | Siglos I-VIII | |
La basílica visigoda de Santa María de Ibahernando es un antiguo edificio religioso de la época visigoda, un pueblo que vivió en la península ibérica hace muchos siglos. Se encuentra en la región de Extremadura, en España.
Esta basílica forma parte de una serie de descubrimientos de restos cristianos muy antiguos, que datan desde finales del V hasta principios del VIII. Fue dedicada en el año 635 por Oroncio, un obispo de la época.
Los primeros hallazgos de esta basílica fueron dados a conocer por Carlos Callejo y Fernández-Oxea entre 1962 y 1963. Más tarde, en 1973, el arqueólogo Enrique Cerrillo Martín de Cáceres realizó excavaciones más profundas para estudiar el lugar.
Contenido
¿Dónde se encuentra la Basílica de Santa María de Ibahernando?
Los restos de esta antigua basílica se encuentran en una zona llamada la dehesa de Magasquilla de los Donaire. Está muy cerca de la carretera que conecta los pueblos de Ibahernando y Santa Cruz de la Sierra, al sureste de la provincia de Cáceres.
La basílica está a solo 1,3 kilómetros al este del centro de Ibahernando y se sitúa a unos 540 metros sobre el nivel del mar, en una zona con una ligera pendiente.
¿Qué se sabía de la basílica antes de su descubrimiento?
Antes de los descubrimientos de la década de 1960, no se conocían muchos textos o referencias sobre este edificio. De hecho, un experto llamado José Ramón Mélida había dicho que no existían monumentos visigodos en pie en la provincia de Cáceres.
Sin embargo, sí se habían encontrado algunos restos de esa época en otros lugares cercanos como Alcuéscar, Brozas o Trujillo.
¿Cómo se descubrió la basílica?
En marzo de 1962, se encontraron en la zona dos sarcófagos de granito (especie de ataúdes de piedra) que estaban intactos. También se halló un altar funerario del I (que ahora está en el Museo de Cáceres), junto con otros fragmentos de inscripciones, restos de columnas y piedras de cimentación.
Lo más importante fue el descubrimiento de una inscripción de mármol, aunque incompleta y rota en nueve pedazos. Esta inscripción era la dedicación de una iglesia visigoda que se construyó en ese lugar alrededor del año 635.
¿Qué eran las "iglesias propias" en la época visigoda?
Históricamente, la existencia de estas "iglesias propias" (que eran iglesias construidas y mantenidas por familias o dueños de tierras) explica cómo el culto a "Santa María" se extendió por toda la península ibérica a finales del VI y principios del VII.
Se han encontrado inscripciones similares en otros lugares de España, como Jerez de los Caballeros (del año 556) y Toledo (del 587). Ya del VII son las de Mérida (627), Loja (652), Cabra (660) y, por supuesto, la de Ibahernando (635). La mayoría de estas inscripciones están dedicadas a "Santa María" o a la "Madre de Dios".
¿Qué pasó con la basílica después de la llegada de los musulmanes?
Cuando las poblaciones musulmanas llegaron a la zona a partir del año 711, no parece que destruyeran estas iglesias rurales. En lugar de eso, hubo un abandono gradual de estas áreas con el tiempo.
Más tarde, en el XIII, cuando llegaron nuevos pobladores de los reinos de Castilla y León, es probable que encontraran una población con orígenes muy diversos, incluyendo grupos que descendían de los hispanovisigodos.
¿Cómo fue la excavación arqueológica de la basílica?
Después de obtener los permisos y el dinero necesarios en octubre de 1972, los trabajos de excavación se llevaron a cabo entre junio y julio de 1973. Se reanudaron en octubre para investigar más sobre cómo se usaba el edificio.
¿Cómo era la arquitectura de la basílica?
Los arqueólogos dividieron el estudio del edificio en varios espacios:
- Espacio 1: Era una nave principal de forma rectangular, orientada de noreste a suroeste. Medía 7,50 metros de largo por 3,20 metros de ancho. Sus muros tenían un grosor constante de 0,52 centímetros. No se pudo saber si todo el edificio se construyó con el mismo tipo de piedra o si algunas partes eran de otro material.
- Espacio 2: Al suroeste de la nave principal, se encontró otro espacio de forma irregular. Solo se conservaba una fila de piedras unidas con argamasa (una especie de cemento antiguo).
- Espacio 3: Este era un espacio más pequeño (1,55 por 1,50 metros) y estaba en el centro del edificio. Aquí se encontraba el santuario o lugar principal de culto. En el centro, se halló el hueco donde debía estar la base del altar, que era de un solo pie, similar a los de otras iglesias de la zona.
El grosor de los muros de estas tres partes era el mismo, lo que sugiere que el techo de todo el edificio era de madera, como en otras construcciones de esa época.
Algo que llamó la atención fue la ausencia de una pila bautismal (donde se realizaban los bautismos), que era común en casi todas las iglesias de culto de la antigua Lusitania (una provincia romana que incluía gran parte de la actual Portugal y parte de España). Su presencia habría confirmado que era una iglesia privada para una comunidad.
¿Qué restos se encontraron de personas?
En las "iglesias propias", el dueño del terreno aportaba el edificio y los objetos necesarios para el culto. También pagaba los gastos del sacerdote que el obispo designaba. A cambio, el propietario, su familia y los trabajadores de la finca tenían derecho a recibir asistencia religiosa y podían ser enterrados cerca del lugar sagrado. A veces, la tumba del fundador (generalmente un sarcófago de granito) se construía antes que el edificio.
Durante la excavación, se encontraron tres enterramientos dentro de la nave principal. En todos los casos, las personas fueron colocadas directamente sobre el suelo, sin losas de pizarra a los lados.
De los pocos restos humanos hallados, se pudo saber que uno de los cuerpos pertenecía a un niño. Otro, muy deteriorado, era de un adulto.
Fuera del edificio, cerca del muro norte de la nave, se excavaron otros dos enterramientos, pero no se encontraron restos óseos en ellos. A pocos metros del santuario, hacia el noreste, se encontró un tercer enterramiento, cubierto por tres grandes losas de granito.
A estos se suman los sarcófagos descubiertos por Carlos Callejo en 1962.
¿Qué objetos se encontraron en la basílica?
Como es común en este tipo de edificios, una de sus funciones principales era servir como lugar de enterramiento. Por eso, no se encontraron muchos objetos arqueológicos, salvo los que formaban parte de los ajuares (objetos que se enterraban con los difuntos). Estos ajuares son muy parecidos a los de otras necrópolis (cementerios antiguos) de la zona y se conserva una colección interesante en el Museo de Cáceres.
Sin embargo, se encontraron algunos fragmentos de cerámica que demuestran que la zona estuvo habitada desde los primeros siglos de nuestra era. Entre ellos había trozos de cerámica fina del taller de Mérida (del I), así como fragmentos de terra sigillata hispánica (un tipo de cerámica romana) que podrían ser de los siglos III o IV. También se hallaron fragmentos de cerámica vidriada y con decoraciones en zigzag, que ya son de la Alta Edad Media.
Además, se encontraron dos jarros de cerámica que, al parecer, pertenecían a dos enterramientos. Otro jarro con forma de pera y un asa curva, al que le faltaba la boca, y el borde y cuello de un ungüentario (un pequeño recipiente para líquidos) de vidrio azul verdoso, y una botella con dos asas y boca circular.
¿Qué inscripciones se descubrieron?
La inscripción principal del edificio (de 35 x 24 x 2,5 centímetros) fue encontrada en la dehesa de Magasquilla a principios de 1962 y llevada al Museo de Cáceres en abril de ese año. Carlos Callejo destacó su importancia por dos razones: era la primera de su tipo encontrada en la provincia de Cáceres y, si se encontraran más fragmentos, se podría saber el nombre completo del obispo que la dedicó.
La inscripción, aunque incompleta, dice:
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- 十 IN N(OMINE) D(OMI)NI S(A)CRATA
- EST HE(C BA)SELICA SANCTE
- MAR(IAE) (…)
- QVE NDIS (…) (HORON)
- TΙO PONTIF(ICE) (…)
- (SUB DIE IDVS) APRI
- (LES AERA D) CLXXIII
Que se traduce como: "En el nombre del Señor, esta basílica fue consagrada a Santa María y a (…), siendo obispo Horoncio, el día (…) del mes de (marzo o abril) del año 673 de la era".
Inscripciones latinas funerarias
También se encontraron varias inscripciones funerarias de la época romana. Una de ellas es una estela de granito (una piedra vertical con inscripciones), que se usó como umbral para entrar al santuario. Esto borró partes de la parte superior y la primera línea del texto, que dice:
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- (…)
- SVN(V)A
- LVBAECI
- F(ILIA) AN(NORVM) L十V
- H(IC) S(ITA) S(IT) T(IBI) T(ERRA) L(EVIS)
- FILI F(ACIENDVM) C(VRAVERUNT)
Que significa: "(…) Sunua, hija de Lubaeco, de 65 años, aquí está sepultada. Que la tierra te sea leve. Sus hijos se encargaron de hacerlo".
Durante la excavación, se descubrió otra lápida romana incompleta que formaba parte de un cercado:
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- QVADRA
- TVS FUSC
- I F(ILIVS) H(IC) S(ITVS E(ST) S(IT)
- (TIBI TERRA LEVIS)
Que se traduce como: "Quadrato, hijo de Fusco, aquí está sepultado. Que la tierra te sea leve".
También se encontró otra estela de granito que se usaba como hogar en la cocina de la casa del guarda. Estaba rota por ambos extremos y tenía la parte superior decorada con una luna creciente. Decía:
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- D(IS) M(ANIBVS) (SACRVM)
- (…)
- IVLIA (M)
- ATERNA
- AN(NORVM) I(…)
- H(IC) E(ST) S(ITA)
Que significa: "Consagrada a los dioses Manes. (…) Julia Materna, de (…) años, aquí está sepultada".
A mediados de los años 50, había aparecido en la zona una estela trapezoidal de granito claro, de gran tamaño, cuya anchura disminuye de arriba abajo. Debajo del texto, pintadas de rojo, se trazaron tres líneas verticales unidas por una horizontal. Se conserva en el patio de una casa en Ibahernando. Su texto dice:
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- CABVRIIA
- AIINIMARI
- I' OCII
- MONIM
- IITVS
Que se traduce como: "(A) Caburena, hija de Enimaro, (se le hizo) este sepulcro".
¿Cómo se dio a conocer el descubrimiento?
Además de las publicaciones especializadas, la excavación de la basílica tuvo cierta repercusión en la prensa diaria. Por ejemplo, el periódico ABC publicó en septiembre de 1973 un artículo que decía:
Los arqueólogos Javier Cerrillo, María Luisa Cuenca y Enrique Cerrillo Martín han descubierto las ruinas de una basílica, al parecer del VII, en las cercanías de Ibahernando en una finca de don Luis Cercas.
En las excavaciones que estuvieron autorizadas y financiadas por la Dirección General de Bellas Artes, se logró alumbrar una nave de planta rectangular y con pórtico, según parece una de las primeras construcciones cristianas del sur de la Península. Asimismo aparecieron cinco tumbas y varios jarros funerarios, que vienen a demostrar la tardía romanización y cristianización de los núcleos rurales en la región extremeña. En este mismo lugar se halló en 1962 una lápida con el nombre del obispo Osorio [sic], que debió de consagrar la basílica cuyos restos se han descubierto ahora.Europa Press (6 de septiembre de 1973). «Hallazgos arqueológicos en Ibahernando (Cáceres)». ABC (Madrid) (21 043): 54.