Axel Oxenstierna para niños
Axel Gustafsson Oxenstierna af Södermöre fue un importante noble y político sueco. Nació el 16 de junio de 1583 en Fånö y falleció el 28 de agosto de 1654 en Estocolmo. Fue conde de Södermöre y miembro del Consejo Real desde 1609. Su cargo más destacado fue el de Alto Canciller de Suecia, que ocupó desde 1612 hasta su muerte.
Axel Oxenstierna fue un colaborador muy cercano de dos reyes suecos: Gustavo Adolfo y su hija, la reina Cristina. Se le considera una de las figuras más importantes de la historia de Suecia. Tuvo un papel clave durante la Guerra de los Treinta Años (1618-1648), especialmente después de la muerte del rey Gustavo Adolfo en 1632. También contribuyó a establecer las bases del sistema administrativo de Suecia. Además, fue gobernador general de Prusia, una región que Suecia ocupó durante la guerra.
Datos para niños Axel Gustafsson Oxenstierna af Södermöre |
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![]() Retrato de Axel Oxenstierna en el Museo Nacional de Estocolmo
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Información personal | ||
Nacimiento | Fånö, Uppland | |
Familia | ||
Padre | Gustaf Gabrielsson Oxenstierna |
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Madre | Barbro Axelsdotter Bielke | |
Cónyuge | Anna Åkesdotter Bååt | |
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Firma | ![]() |
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Contenido
¿Cómo fue la juventud y educación de Oxenstierna?
Axel Oxenstierna nació en Fånö, una región de Suecia llamada Uppland, cerca de la ciudad de Upsala. Sus padres fueron Gustav Oxenstierna y Barbro Bielke.
Junto con sus hermanos, Axel estudió en varias universidades importantes de Europa, como las de Rostock, Jena y Wittenberg. Cuando regresó a Suecia en 1603, fue nombrado kammarjunker, que era como un paje o asistente del rey Carlos IX.
En 1606, tuvo su primera misión diplomática en Mecklemburgo. Durante su ausencia, fue nombrado miembro del Consejo Real. Así, se convirtió en uno de los colaboradores más leales del rey. En 1610, viajó a Copenhague para intentar iniciar un conflicto con Dinamarca, pero no lo logró. Esta misión marcó el inicio de muchas negociaciones diplomáticas de Oxenstierna con los daneses, a quienes siempre consideró los enemigos más fuertes de su país.
¿Cuándo fue nombrado Canciller y qué hizo?
Después de la muerte del rey Carlos IX en 1611, Axel Oxenstierna se unió al Consejo de Regencia. Este consejo gobernaba porque el nuevo rey, Gustavo Adolfo, tenía solo 17 años. Al principio, Oxenstierna, como parte de la nobleza, quería reducir el poder del rey. Sin embargo, Gustavo Adolfo no estaba dispuesto a ceder su autoridad. Por eso, Oxenstierna decidió servirle como consejero.
El 6 de enero de 1612, Axel Oxenstierna fue nombrado Alto Canciller del Consejo Real. Rápidamente, su influencia se hizo evidente en muchos aspectos de la administración y la diplomacia de Suecia.
En 1613, participó como representante de Suecia en la firma del Tratado de Knäred. Este tratado puso fin a la Guerra de Kalmar contra Dinamarca. Por sus servicios, recibió una gran recompensa. Cuando Gustavo Adolfo viajaba a menudo a Livonia y Finlandia, Oxenstierna actuaba como virrey, mostrando gran habilidad. En 1620, dirigió una misión diplomática a Berlín para acordar el matrimonio entre el rey Gustavo y María Leonor de Brandeburgo.
Durante las guerras contra Rusia y la Confederación Polaco-Lituana, Oxenstierna se encargó de conseguir provisiones para el ejército y la flota. Esto incluía recaudar fondos y reclutar nuevos soldados. Su papel se volvió tan importante que en 1622, Gustavo Adolfo le ordenó acompañarlo a la Livonia Sueca. Allí, lo nombró gobernador general y comandante de la ciudad de Riga. Como recompensa, recibió la propiedad de cuatro castillos y todo el obispado de Wenden, en la actual Lituania.
Al año siguiente, logró otro éxito diplomático. Durante las negociaciones de paz con Polonia, consiguió evitar un posible conflicto con Dinamarca. Estas negociaciones terminaron en 1629 con la firma de la Tregua de Altmark con la Confederación Polaco-Lituana. Este acuerdo fue muy ventajoso para Suecia. Un año antes, Oxenstierna había sido nombrado gobernador general de las nuevas posesiones suecas en Prusia.
¿Cuál fue su papel en la Guerra de los Treinta Años?
La primera participación de Oxenstierna en la Guerra de los Treinta Años fue en 1628. En ese año, llegó a un acuerdo con Dinamarca para ocupar juntos el importante puerto de Stralsund, en Pomerania. Esto se hizo para evitar que cayera en manos de las fuerzas imperiales. Suecia, que era una potencia protestante, se sentía amenazada por el creciente poder de los Habsburgo y los católicos en el Imperio. Por eso, el rey Gustavo Adolfo decidió intervenir en el conflicto, iniciando la fase sueca de la guerra.
Después de la gran victoria sueca en la Batalla de Breitenfeld en 1631, Oxenstierna recibió la orden de ayudar al rey en territorio imperial. Mientras Gustavo dirigía las operaciones en Franconia y Baviera, Oxenstierna administró, con el título de "legado", la región del Rin en 1632. Tenía plena autoridad sobre todas las fuerzas suecas y sus aliados. Aunque Oxenstierna nunca combatió en ninguna batalla, demostró ser un estratega brillante. Con sus decisiones, frustró varios intentos de las fuerzas españolas por recuperar las posiciones perdidas en la zona. Sus habilidades militares se hicieron evidentes cuando envió un grupo de refuerzo a Gustavo a través de Alemania central en el verano de 1632. Pero el verdadero cambio en su carrera y en su poder ocurrió ese mismo año, con la muerte de Gustavo Adolfo en la Batalla de Lützen.
¿Qué hizo después de la muerte del rey Gustavo Adolfo?
Con la muerte de Gustavo Adolfo, el trono pasó a su hija Cristina, que tenía solo seis años. Por lo tanto, Axel Oxenstierna asumió el control de la política, la estrategia de guerra y la administración del país. El 12 de enero de 1633, fue confirmado como representante de Suecia en territorio imperial. Tenía la autoridad para administrar y controlar todas las fuerzas suecas y el territorio bajo su dominio.
Su primer objetivo fue fortalecer la alianza con los príncipes protestantes alemanes, que estaban desanimados tras la muerte del rey. Para ello, creó la Liga de Heilbronn en 1634, que también contaba con la participación de Francia.
Aunque la situación de las fuerzas protestantes parecía difícil por la amenaza de un contraataque imperial, Oxenstierna estuvo a la altura. Se ganó la confianza de los líderes militares, los príncipes y los políticos aliados. El Cardenal Richelieu lo describió como una "fuente inagotable de consejos bien pensados". Mientras que los grandes planes de Gustavo Adolfo incluían, además de expandir Suecia, una reforma importante de la estructura del Imperio, Oxenstierna, siendo más realista, abandonó este proyecto. En cambio, buscó una política directa para fortalecer el poder sueco. Por eso, sus esfuerzos se dirigieron a conseguir compensaciones adecuadas para Suecia por los sacrificios realizados.
A pesar de llevar una vida sencilla, a veces usaba la táctica de impresionar a sus aliados y oponentes con una gran muestra de riqueza y poder. Por ejemplo, durante el Congreso de Frankfurt, viajó en una carroza tirada por seis caballos, mientras los príncipes que lo acompañaban iban a pie. Sin embargo, a pesar de esta demostración de riqueza, durante todo el conflicto, la política sueca sufrió por la continua disminución de recursos humanos y materiales. Este hecho Oxenstierna no podía ocultarlo a sus adversarios. De hecho, la dirección de la guerra por parte sueca dependía de lo que sucedía en el campo de batalla. La terrible derrota sufrida en la Batalla de Nördlingen en 1634, frente a las tropas hispano-imperiales, llevó a Oxenstierna y a Suecia al borde de la ruina. Esto lo obligó a pedir ayuda militar explícitamente a Francia.
A pesar de la necesaria cooperación con las fuerzas de Richelieu, Oxenstierna se negó en el Congreso de Compiègne en 1635 a que el esfuerzo de guerra sueco se subordinara a los intereses franceses. Él sabía que ambos bandos se necesitaban mutuamente. Sin embargo, al año siguiente, firmó el Tratado de Wismar, por el cual Francia otorgaba una importante ayuda económica a sus aliados. Ese mismo año, Oxenstierna regresó a Suecia y ocupó su lugar en el Consejo de Regencia. Allí, durante el resto del conflicto, ejerció todo su poder, especialmente en lo relacionado con la política exterior. En particular, se encargó de los planes de la llamada Guerra de Torstenson contra Dinamarca (1643-1645). Esta guerra fue dirigida por el general Lennart Torstenson. Como resultado, Dinamarca se vio obligada a ceder importantes territorios a los suecos, lo que redujo mucho su influencia en el Mar Báltico.
Es importante mencionar que fue admitido en la academia de la lengua alemana Fruchtbringende Gesellschaft en 1634.
¿Cómo fueron los últimos años de su vida?
Con la firma de la Paz de Westfalia en 1648, Suecia terminó el conflicto victoriosamente. Sin embargo, los últimos años de vida de Oxenstierna fueron difíciles debido a los celos de la joven reina Cristina, quien lo obstaculizaba de cualquier manera. Por su parte, él la acusaba de que las ganancias de Suecia en el conflicto habían sido pocas, según él, por las interferencias de la reina.
A pesar de todos estos desacuerdos, Oxenstierna se opuso a la renuncia de la reina en 1654. Temía que Suecia estuviera en peligro por la forma de ser aventurera del nuevo rey Carlos X Gustavo. Pero las atenciones que el nuevo rey le mostró llevaron a que se reconciliaran. Axel Oxenstierna falleció en Estocolmo el 28 de agosto de 1654, a la edad de 71 años.
Galería de imágenes
Véase también
En inglés: Axel Oxenstierna Facts for Kids