Altar de la Salud de Cartagena para niños
El Altar de la Salud de Cartagena, también conocido como Ara Pacis o Ara de Espinardo, es un antiguo altar romano. Se cree que fue dedicado en el siglo I después de Cristo a las deidades romanas de la medicina y la salud, Esculapio y Salus. Este altar se encontraba originalmente en la ciudad romana de Cartago Nova, que hoy conocemos como Cartagena, en España. Desde 1940, el altar se guarda en el Museo de Arqueología de Cataluña en Barcelona. Muchas personas en la Región de Murcia desean que esta pieza regrese a su lugar de origen.
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¿Cómo es el Altar de la Salud?
Este altar mide casi 120 centímetros de alto y fue hecho para recibir ofrendas. Está tallado en mármol de Carrara, un tipo de mármol muy apreciado. Parece que el artista que lo hizo no era muy experimentado, por lo que los dibujos tallados en él no son de la mejor calidad.
Símbolos y su significado
En la parte delantera del altar, hay una figura de una mujer con un velo que sostiene una rama de olivo. En la parte de atrás, se ven dos cornucopias (cuernos de la abundancia) entrelazadas sobre una pátera (un plato para ofrendas). En los lados, hay un timón de barco y un tronco de olivo con una serpiente enrollada.
Un estudioso llamado Francisco Cascales, en el siglo XVII, describió estos símbolos. Él pensó que el timón representaba el gobierno, la cornucopia la abundancia, y el caduceo (que él confundió con la serpiente en el olivo) la paz. Él creía que estos símbolos podían estar relacionados con el emperador Julio César.
Más tarde, en el siglo XX, otros historiadores estudiaron el altar. Antonio Beltrán, un profesor de la Universidad de Zaragoza, sugirió en 1947 que las cornucopias y el timón simbolizaban la paz y sus buenos resultados.
José Miguel Noguera, un arqueólogo de la Universidad de Murcia, revisó estas ideas en 2004. Él cree que el altar no está dedicado solo a Esculapio y Salus. En cambio, piensa que los símbolos muestran ideas de la Pax Romana (la paz romana), que fue un periodo de calma y prosperidad impulsado por el emperador Augusto. Según Noguera, los símbolos como la paz, la fortuna, la salud y la abundancia eran parte de la imagen del nuevo imperio. Él también piensa que la mujer con la rama de olivo es la diosa Fortuna, y que la serpiente en el tronco de olivo se relaciona con el culto al emperador y a los sacerdotes que lo realizaban.
Historia del Altar
No hay un acuerdo exacto sobre cuándo se hizo el altar. Algunos expertos creen que fue en la época del emperador Augusto (entre el 27 a.C. y el 14 d.C.), y otros piensan que fue más tarde, en la época de Vespasiano (entre el 69 y el 79 d.C.). Antonio Beltrán sugirió que pudo ser en el año 2 d.C., mientras que José Miguel Noguera lo sitúa entre el final del reinado de Augusto y el principio del de Tiberio.
¿Dónde se encontró?
Se cree que el altar fue descubierto en el monte Sacro, una de las colinas antiguas de Cartagena. Sin embargo, José Miguel Noguera tiene algunas dudas y sugiere que pudo haber sido encontrado durante unas obras de fortificación en el siglo XVI, entre los cerros del Molinete y la Concepción.
El altar fue trasladado de Cartagena a Murcia en algún momento. El obispo Sancho Dávila Toledo se lo regaló a Alonso Fajardo de Tenza, señor de Espinardo, quien lo colocó en el jardín de su palacio. Con el tiempo, el altar pasó por varias manos de sus descendientes. En 1895, uno de ellos lo llevó a Hospitalet de Llobregat. Finalmente, en 1940, el Museo Arqueológico de Barcelona lo compró, y allí se encuentra hasta hoy.
El deseo de que el altar regrese a Murcia
Desde hace mucho tiempo, ha habido un interés en que el altar regrese a la Región de Murcia.
En 2013, se supo que ya en 1872 hubo un intento de las autoridades de Murcia para que el altar formara parte de un museo en la provincia. Más tarde, en 1997, el Ayuntamiento de Cartagena pidió que el altar fuera prestado temporalmente para un congreso de arqueología.
En 2005, el gobierno de la Región de Murcia propuso en el Senado que el altar regresara de forma permanente. Querían que se exhibiera en el Museo del Teatro Romano de Cartagena, que se estaba construyendo en Cartagena. Esta propuesta fue aprobada en 2006. Sin embargo, los responsables del museo de Barcelona y el gobierno de Cataluña han dicho que el asunto debe ser tratado directamente entre las comunidades autónomas, y que esperan una petición formal de Murcia.
En 2016, un grupo político de Cartagena presentó una propuesta para que se hicieran las gestiones necesarias para que el altar fuera devuelto. Esta propuesta recibió el apoyo de varios grupos en el Ayuntamiento de Cartagena.
Galería de imágenes
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Réplica en poliuretano del altar, en el augusteum de Cartagena.