Alejandro Sirio para niños
Datos para niños Alejandro Sirio |
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Información personal | ||
Nacimiento | 25 de octubre de 1890 Oviedo (España) |
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Fallecimiento | 6 de mayo de 1953 Buenos Aires (Argentina) |
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Nacionalidad | Española | |
Información profesional | ||
Ocupación | Ilustrador, caricaturista y dibujante | |
Alejandro Sirio, cuyo nombre real era Nicanor Balbino Álvarez Díaz, fue un talentoso caricaturista, dibujante e ilustrador. Nació en Oviedo, España, el 26 de octubre de 1890 y falleció en Buenos Aires, Argentina, el 6 de mayo de 1953.
Aunque era español, la mayor parte de su importante trabajo artístico la desarrolló en Argentina. También colaboró con periódicos y revistas en España. Se le considera uno de los artistas gráficos más destacados de la "época de oro" de la prensa ilustrada argentina, que fue durante la primera mitad del siglo XX.
Su arte se vio en muchos medios de comunicación, como periódicos y revistas. Allí creó todo tipo de obras: adornos, caricaturas, retratos, historietas e ilustraciones para libros. También diseñó carteles y anuncios. Sirio era muy bueno ilustrando libros, especialmente aquellos con temas históricos de España y América Latina. Su habilidad para captar el ambiente de cada época lo hizo un ilustrador muy solicitado.
Contenido
Alejandro Sirio: Un Artista de la Ilustración
¿Quién fue Alejandro Sirio?
Alejandro Sirio, de nombre Nicanor Balbino Álvarez Díaz, nació en Oviedo, España, el 26 de octubre de 1890. Sus primeros años los pasó en el barrio del Campillín. Allí estudió contabilidad mercantil en la escuela de Artes y Oficios de Oviedo.
En cuanto a su formación artística, Sirio siempre dijo que aprendió por sí mismo, es decir, fue autodidacta. A los dieciséis años escribió sus primeros cuentos. Dos años después, publicó algunos en la revista Luz y Vida de Oviedo, usando ya el seudónimo de Alejandro Sirio. Este nombre lo usaría por el resto de su vida.
Los Primeros Pasos de Sirio
Con veinte años, Sirio viajó a América. Llegó a Buenos Aires, Argentina, el 20 de julio de 1910. Al principio, trabajó en varias tiendas como cajero y dependiente.
Su primer trabajo importante como artista gráfico fue diseñar un cartel para un cine en el barrio de Belgrano. Después, empezó a colaborar con José María Ramón Mejía en el periódico El Sarmiento.
Su Vida en Argentina y Reconocimiento
En 1912, Sirio dibujó unos diseños para el escaparate de la tienda donde trabajaba. Estos dibujos llamaron la atención de Julio Castellanos, quien trabajaba en la revista Caras y Caretas. Castellanos lo invitó a colaborar en la revista, y esa relación duró doce años.
Desde 1916, también trabajó para la revista Plus Ultra. En 1918, presentó su primera obra en una exposición llamada "El jardín romántico". En 1924, el periódico La Nación lo contrató para dirigir el suplemento dominical.
Viajes y Nuevas Inspiraciones
Su fama internacional creció en 1927, cuando Enrique Larreta le propuso ilustrar una edición especial de su libro La gloria de Don Ramiro. Después de meses de preparación, Sirio viajó a España en 1928. Quería ver los lugares que aparecían en el libro. Visitó a su madre en Oviedo y se quedó en Madrid, donde asistió a reuniones literarias. También recorrió Ávila y Toledo, visitando los escenarios del libro.
Desde España, viajó a París por primera vez. Allí visitó exposiciones y se interesó por la vida en las calles. Su amigo Enrique Amorín lo llevó a conocer al pintor Ignacio Zuloaga. A Zuloaga le impresionaron las ilustraciones de Sirio y las llamó "trabajo de monje".
Regreso a Buenos Aires y Logros
Sirio regresó a Buenos Aires y se dedicó a preparar las 141 ilustraciones para La gloria de Don Ramiro. El libro se publicó en Francia en 1929 y fue un gran éxito. En junio de 1931, hizo su primera exposición individual en la "Galería Witcomb".
Con el dinero de La Gloria, viajó a París en julio de 1931 como corresponsal de La Nación y Noticias Gráficas. Pasó un año intenso, visitando museos y conociendo a muchos artistas y escritores famosos como Pablo Picasso.
En 1932, regresó a Buenos Aires para quedarse. Continuó trabajando en La Nación y en la revista El Hogar. Conoció a la pintora Carlota Stein, con quien se casó poco después. En 1933, expuso 33 dibujos en el Museo Provincial de Bellas Artes de Paraná.
Su habilidad para recrear ambientes históricos lo hizo muy solicitado. Ilustró las Crónicas Virreinales y el libro Poemas de la Fundación. En 1938, nació su hijo Alejandro Sirio Álvarez Stein. Ese mismo año, la Compañía Hispano Argentina le encargó dos grandes murales para la estación "Jujuy" del metro de Buenos Aires.
En 1939, se hizo ciudadano argentino. Al año siguiente, fue nombrado profesor de Artes del Libro en la Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón, cargo que mantuvo hasta su fallecimiento. En 1944, ilustró la obra Muchachos de San Telmo. En 1947, recibió la Medalla de Oro en el Primer Salón Anual de Dibujantes de Buenos Aires y fue elegido presidente de la Asociación de Dibujantes.
En 1948, publicó "De Palermo a Montparnasse", un libro con sus textos y dibujos sobre sus experiencias en París. En 1950 y 1952, realizó exposiciones en la Galería Argentina de Buenos Aires. El último libro que ilustró fue La Pampa erguida en 1951, con ciento veinte dibujos. En septiembre de 1952, asistió a la inauguración del Museo de la Caricatura Severo Vaccaro, donde también había obras suyas.
Poco después, el 6 de mayo de 1953, falleció a los sesenta y dos años. Se hicieron varias exposiciones en su honor en Argentina y España, incluyendo una gran muestra en la Biblioteca Nacional de Madrid en 1954. Una calle en el Partido de Malvinas Argentinas, en la Provincia de Buenos Aires, lleva su nombre.
El Legado Artístico de Alejandro Sirio
¿Qué Hacía en sus Obras?
Alejandro Sirio trabajó principalmente en periódicos y revistas durante la primera mitad del siglo XX. Algunos de los medios donde publicó fueron La Nación, La Prensa, Caras y Caretas, Plus Ultra, Noticias Gráficas, El Diario Español y El Hogar en Argentina. En España, colaboró con Buen Humor, Muchas Gracias y Luz y Vida.
Su trabajo diario para estos medios hizo que su estilo se adaptara a ellos. Sin embargo, su gran conocimiento del dibujo, su talento y su conexión con la cultura le permitieron crear obras de alta calidad con un estilo propio y reconocible. Sus dibujos no solo acompañaban el texto, sino que lo interpretaban y complementaban.
Sirio también ilustró muchos libros, la mayoría históricos y sobre temas de España o América Latina. En estos libros, mostró todo su potencial como ilustrador, recreando ambientes históricos y ayudando al escritor a contar la historia. Esto lo convirtió en uno de los ilustradores más buscados y valorados de su tiempo. Mención especial merece su libro De Palermo a Montparnasse, que él mismo escribió e ilustró con sus recuerdos de su viaje a París.
Su Estilo y Técnicas
A lo largo de su carrera, Sirio hizo ilustraciones de muchos tipos. Empezó con adornos, viñetas, historietas, caricaturas y dibujos de costumbres. Esto le sirvió para aprender y desarrollar su sensibilidad. Luego, pasó a la ilustración periodística, literaria e histórica, que son su legado más importante.
Su estilo evolucionó: de dibujos humorísticos y de costumbres, a veces un poco exagerados, pasó a dibujos literarios más serios, que recreaban ambientes y mostraban su interpretación personal. Finalmente, sus obras mostraron una gran expresividad y movimiento.
Para sus obras, Sirio usó las técnicas más comunes de la época. Para las ilustraciones en blanco y negro, usaba tinta china. Para las de color, combinaba tinta china con acuarela y témpera.