Alberto de Wallenstein para niños
Datos para niños Alberto de Wallenstein |
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Duque de Mecklemburgo-Schwerin y de Friedland | ||
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Información personal | ||
Nacimiento | 24 de septiembre de 1583 Hermanitz, Reino de Bohemia |
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Fallecimiento | 25 de febrero de 1634 Eger, Reino de Bohemia |
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Sepultura | Capilla de Santa Ana de Mnichovo Hradiště | |
Religión | Protestante (nacimiento) Católico (conversión) |
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Información profesional | ||
Lealtad | ![]() |
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Mandos | Mariscal de campo | |
Conflictos | ||
Alberto Wenzel Eusebio de Wallenstein (en alemán: Albrecht Wenzel Eusebius von Wallenstein; en checo: Albrecht Václav Eusebius z Valdštejna), conocido como Wallenstein, fue un importante líder militar y político de Bohemia. Nació el 24 de septiembre de 1583 en Hermanitz y falleció el 25 de febrero de 1634 en Eger.
Wallenstein sirvió al emperador Fernando II durante la Guerra de los Treinta Años. Lideró grandes ejércitos, llegando a tener entre 30.000 y 100.000 soldados bajo su mando. Por sus logros, recibió títulos importantes como duque de Friedland y duque de Mecklemburgo.
Fue un estratega militar muy hábil, aunque su carácter era conocido por ser difícil. Su historia ha inspirado obras, como una pieza teatral del poeta Friedrich Schiller en 1799.
Contenido
Los primeros años de Wallenstein
Alberto de Wallenstein nació en una familia noble de Bohemia. Su educación comenzó en la escuela de Koschumberg, donde vivió con su tío Enrique de Slawata, quien seguía las ideas de los Hermanos Bohemios, un grupo protestante.
Después de la muerte de su tío en 1597, Alberto continuó sus estudios en el colegio de Goldberg, también protestante. Más tarde, estudió en la Academia de Altdorf, cerca de Núremberg, un lugar popular para los jóvenes nobles de Bohemia.
Durante sus años de estudio, también asistió a centros en Bolonia y Padua. Era común que los jóvenes nobles viajaran para completar su educación.
¿Cómo inició su carrera militar?
Al regresar a casa, con una pequeña herencia, Wallenstein decidió unirse al ejército del emperador Rodolfo II. Quería empezar desde lo más básico, como se esperaba de los nobles que buscaban una carrera militar.
Aunque nació protestante, se convirtió al catolicismo en 1604. Esta decisión fue influenciada por su amistad con los jesuitas y la familia gobernante de los Habsburgo.
En 1608, un amigo jesuita le sugirió casarse con Lucrecia de Landek, una viuda rica. Este matrimonio fue importante para Wallenstein, ya que le permitió adquirir grandes propiedades y aumentar su riqueza. Lucrecia falleció en 1614, y Wallenstein permaneció viudo por varios años.
En 1617, Wallenstein comenzó a servir al archiduque Fernando de Estiria, quien más tarde sería emperador. Wallenstein financió y lideró un grupo de soldados, incluyendo coraceros y mosqueteros, para apoyar a Fernando en un conflicto contra Venecia.
Wallenstein y la Guerra de los Treinta Años
La Guerra de los Treinta Años comenzó en 1618 con una revuelta de los protestantes en Bohemia. Wallenstein, siendo católico, sufrió el saqueo de sus propiedades y tuvo que huir a Viena. Sin embargo, logró rescatar el tesoro de Moravia y entregárselo al emperador.
Victorias y ascensos militares
Wallenstein formó un ejército de coraceros y se destacó en la lucha contra los líderes protestantes. Recuperó sus tierras y, después de la batalla de la Montaña Blanca, confiscó propiedades de protestantes. Agrupó estas nuevas tierras en Friedland, en el norte de Bohemia, y se convirtió en su gobernador.
Gracias a su valentía y éxitos militares, fue nombrado conde palatino en 1622, príncipe en 1623 y duque de Friedland en 1625. El emperador Fernando II también lo incluyó en un grupo que podía emitir moneda en Bohemia, Moravia y Austria, lo que le permitió comprar más propiedades de nobles protestantes.
En 1623, Wallenstein se casó de nuevo con María Isabel Teresa Catalina, hija de un importante consejero del emperador. Este matrimonio, junto con el anterior, lo convirtió en uno de los hombres más ricos de Bohemia.
En 1626, el emperador Fernando II pidió ayuda a Wallenstein debido a la difícil situación causada por los protestantes en el norte. Wallenstein reunió un ejército imperial de 30.000 hombres, que se unieron a la Liga Católica. Juntos, lucharon contra los protestantes entre 1625 y 1627, logrando importantes victorias.
Wallenstein también ayudó a conquistar el ducado de Mecklemburgo y otras regiones a los daneses. Sin embargo, no pudo capturar la capital danesa porque no tenía una flota naval. En 1628, fracasó en la captura de Stralsund, una ciudad que recibió ayuda de las tropas suecas. En 1629, el Tratado de Lübeck puso fin al apoyo danés a los protestantes.
Sospechas y destitución
La creciente fama de Wallenstein y sus victorias preocuparon a algunos miembros de la corte del emperador. Temían que Wallenstein quisiera controlar a los príncipes alemanes y restaurar el poder imperial bajo su propio mando. También se sospechaba que podría aliarse con los protestantes.
Por estas razones, el emperador Fernando destituyó a Wallenstein de su cargo en septiembre de 1630. Wallenstein se retiró a Jicin, la capital de su ducado de Friedland, donde vivió con gran lujo.
El regreso de Wallenstein
Sin embargo, el emperador pronto necesitó de nuevo a Wallenstein. Los católicos habían sufrido grandes derrotas a manos de los suecos, y Bohemia estaba siendo ocupada. Wallenstein regresó al mando de un nuevo ejército.
Luchó contra el rey sueco Gustavo II Adolfo, saqueó Sajonia y participó en la batalla de Lützen (1632). Aunque las fuerzas católicas huyeron en esa batalla, el rey sueco murió en combate.
En 1633, las sospechas sobre Wallenstein resurgieron. Se le acusó de falta de voluntad en las batallas y de querer abandonar al emperador. También se decía que estaba negociando la paz con Sajonia, Brandeburgo, Suecia y Francia. Al no obtener suficiente apoyo, Wallenstein lanzó una ofensiva contra suecos y sajones, logrando su última victoria en Stinau del Oder en octubre.
La muerte de Wallenstein
En diciembre de 1633, Wallenstein se retiró con sus soldados a Pilsen, en Bohemia. El emperador seguía desconfiando de su lealtad, especialmente porque Wallenstein se había ofrecido como mediador en las negociaciones entre católicos y protestantes.
Fernando II creyó que Wallenstein podría cambiar de bando, por lo que le retiró el mando de sus ejércitos y lo declaró traidor, condenándolo a muerte. Wallenstein perdió el apoyo de muchos de sus soldados. El 23 de febrero de 1634, se dirigió a Cheb con unos pocos cientos de soldados leales, esperando unirse al ejército sueco.
La noche del 25 de febrero, Wallenstein y sus generales fueron invitados a una fiesta en Cheb. Mientras estaban reunidos, tres de sus generales fueron asesinados por un grupo de personas leales al emperador. Luego, un oficial irlandés y seis soldados atacaron a Wallenstein, acabando con su vida. Se dice que sus armas estaban bendecidas, ya que se creía que Wallenstein era invulnerable. Fue enterrado en Jicin.
Su historia, especialmente el período final de su vida, fue tema de una obra de teatro llamada El prodigio de Alemania (1634).
Véase también
En inglés: Albrecht von Wallenstein Facts for Kids