Transporte en la Nueva España para niños
En América, especialmente en lo que hoy conocemos como México durante la época colonial (llamada Nueva España), el transporte de mercancías era muy importante. Al principio, los tamemes, que eran personas indígenas, se encargaban de llevar las cargas. Después de la llegada de los españoles, el comercio creció mucho y la gente necesitaba viajar más. Esto hizo que los caminos mejoraran y que se crearan nuevas rutas y formas de transporte.
La manera en que se transportaban las cosas no cambió de repente en una fecha específica. También dependía del nivel social de las personas. Por ejemplo, aunque ya existían carruajes lujosos, la mayoría de la gente seguía usando medios más sencillos como mulas, burros o incluso los tamemes, porque no podían pagar los más caros.
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¿Cómo evolucionó el transporte en Nueva España?
El transporte en la Nueva España cambió a lo largo del tiempo en tres etapas principales:
- La primera etapa usaba la fuerza humana.
- La segunda etapa usaba la fuerza de los animales.
- La tercera etapa introdujo los vehículos con ruedas.
Primera etapa: La fuerza humana
Esta etapa incluye los años antes de la llegada de los españoles y los primeros años después. En ese tiempo, la única forma de transportar mercancías eran los tamemes. Esta palabra viene del náhuatl y significa "cargar". Ellos podían llevar alrededor de 45 kilogramos.
Los tamemes se preparaban desde niños, aprendiendo de sus padres, que también eran cargadores. Eran personas del pueblo. Solían esperar en las afueras de los mercados (tianguis) para ser contratados. Los que trabajaban en las expediciones de los comerciantes importantes (pochtecas) eran considerados de mayor rango. Para cargar, usaban un "mecapal", una banda ancha de cuero o fibra que se ponían en la frente. A veces, usaban unas cestas llamadas "petlacallis", hechas de caña, para proteger la carga del clima.
En Tenochtitlán, la antigua capital mexica, también se usaban los canales para el transporte. Para esto, se construían "acallis", que eran canoas hechas de troncos de roble, con capacidad para hasta 70 personas.
Segunda etapa: La fuerza animal

Esta etapa comenzó cuando los españoles trajeron animales de carga. Estos animales reemplazaron a los tamemes y permitieron llevar más peso en cada viaje. La fuerza humana fue sustituida por la fuerza animal, especialmente burros y mulas. En las zonas de minería, cuando estos animales envejecían, se usaban para mezclar el mercurio en el proceso de extracción de minerales.
¿Cómo llegaron los burros a Nueva España?
Hay dos historias sobre cómo llegaron los burros a Nueva España:
- Una dice que Cristóbal Colón trajo seis burros (cuatro machos y dos hembras) a la isla de La Española (hoy Santo Domingo). Desde allí, fueron llevados a la Ciudad de México y luego se extendieron por todo el territorio.
- Otra historia cuenta que Fray Juan de Zumárraga, el primer obispo de México, trajo burros de Castilla en 1530. Él sintió compasión por los tamemes y pensó que los burros serían de gran ayuda.
Mulas y recuas: Los transportistas de carga
Además de los burros, los españoles trajeron las mulas. Una sola mula podía cargar hasta 150 kg, ¡más de tres veces lo que llevaba un tameme! Las mulas son un cruce entre una yegua y un burro, y eran muy usadas por los comerciantes españoles.
Las "recuas" eran grupos de animales de carga, generalmente mulas. Eran muy utilizadas por los comerciantes españoles y criollos en toda Nueva España y el resto de América. Todavía hoy se usan en lugares aislados y montañosos donde otros transportes son difíciles. Los "arrieros", que eran los conductores de las recuas, eran muy importantes. Además de comerciantes, llevaban noticias, aunque sus viajes podían durar seis meses o más. Ellos abastecían de productos a las ferias y tiendas de las haciendas.
Se calcula que hacia 1540, unas cien recuas de mulas recorrían los caminos de Nueva España. Gracias a ellas, llegaban a la ciudad minerales, pieles, granos y productos agrícolas de diferentes regiones.
Caballos: Símbolo de estatus y velocidad
Los caballos fueron muy importantes en la época colonial. Se adaptaron muy bien a los grandes espacios y largos caminos, y se usaban para transportar personas. También eran un símbolo de estatus social. Los indígenas se sorprendieron mucho al verlos. Cuando lograron matar a uno, se dieron cuenta de que no eran inmortales.
Los caballos más lujosos pertenecían a los caballeros y eran el centro de su vida. Los usaban para impresionar a las damas y mostrar su nobleza. También había caballos usados para transportar mercancías, pero esto no era lo más común.
Tercera etapa: Carros y carruajes
Esta etapa comenzó con el uso de la rueda, que no existía en América antes de la llegada de los españoles. Con la rueda, se crearon diferentes tipos de vehículos como la carreta, el carromato y los carruajes. Estos llegaron a México en la época colonial y se usaron hasta principios del siglo XX, cuando los vehículos con motor los fueron reemplazando.
La carreta: El vehículo más usado
La carreta fue el vehículo con ruedas más usado y promovido desde la conquista. La primera carreta en México fue para uso personal de Hernán Cortés. Sin embargo, los frailes del Convento de Santo Domingo fueron los primeros en usarla para transportar carga. En 1533, Sebastián de Aparicio, considerado el santo patrono de los arrieros, empezó a usar la carreta de forma regular para transportar carga en el camino entre la zona minera de Zacatecas y la Ciudad de México.
El carromato: Un intento de mayor capacidad
El carromato se empezó a fabricar en Nueva España en 1782 para poder llevar mucha más carga que las carretas. Sin embargo, eran tan grandes que su ancho era un problema, ya que muchos caminos eran demasiado estrechos para ellos. Su tamaño también causaba muchas averías. Debido a estos problemas, las autoridades ordenaron que los carromatos existentes se transformaran en carretas tiradas por bueyes.
Coches, carros y carruajes: Lujo y estatus

Los coches fueron introducidos en México por el marqués de Villena en 1640. Estos vehículos eran usados principalmente por las personas más ricas y se convirtieron en una gran muestra de arte. Eran como "tronos con ruedas", tan decorados que las autoridades tuvieron que poner límites a su lujo. Al igual que los caballos, los carruajes mostraban la nobleza y la posición social de quien los usaba. El número de caballos que tiraba de un coche indicaba la importancia de la persona:
- Rey: seis caballos (en España).
- Arzobispos: seis caballos (en Nueva España).
- Virrey: cuatro caballos (en Nueva España).
- Duque: cuatro caballos.
Los coches se diferenciaban de los carros porque los coches tenían un sistema de amortiguación entre la cabina y los ejes de las ruedas, lo que los hacía más cómodos.
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