Teoría de la mente para niños
La teoría de la mente es la capacidad que tenemos las personas para entender lo que otras personas piensan, sienten o tienen la intención de hacer. Es como si pudiéramos "leer la mente" de los demás, aunque no literalmente. Nos ayuda a comprender por qué alguien actúa de cierta manera o por qué se siente de una forma específica.
Esta habilidad es muy importante para relacionarnos con los demás. Nos permite saber si alguien está feliz, triste, enojado o si tiene un plan. También nos ayuda a predecir cómo se comportarán las personas en diferentes situaciones.
Uno de los primeros investigadores en estudiar esta idea fue el antropólogo y psicólogo Gregory Bateson. Él notó algo parecido a la teoría de la mente en animales. Por ejemplo, observó a perros jóvenes que jugaban a pelear. Se dio cuenta de que los perros usaban señales para mostrar si estaban jugando o si la pelea era de verdad. Esto le hizo pensar en cómo los seres vivos distinguen entre lo real y lo simulado.
En los seres humanos, esta capacidad de entender las mentes de los demás se desarrolla normalmente entre los 3 y 4 años de edad. No es algo que aprendamos de cero, sino que es una habilidad con la que nacemos y que se activa a medida que interactuamos con el mundo y con otras personas.
Si esta habilidad no se desarrolla bien, puede haber dificultades. Por ejemplo, algunas personas creen que el autismo podría estar relacionado con problemas en el desarrollo de la teoría de la mente.
Para saber si una persona ha desarrollado bien esta capacidad, existen algunas pruebas, como el "test de la falsa creencia".
Contenido
¿Cómo se desarrolla la capacidad de entender a los demás?
Algunos expertos creen que la capacidad de entender las mentes de los demás es algo con lo que nacemos. Se activa y mejora a medida que crecemos y nos relacionamos con el mundo y con otras personas. Después de la infancia, usamos esta habilidad todo el tiempo, a menudo sin darnos cuenta, de forma intuitiva.
Otros expertos piensan que la teoría de la mente se aprende con la experiencia. Dicen que nuestro cerebro necesita desarrollarse y formar conexiones para que podamos entender a los demás.
Aquí te mostramos cómo se desarrolla esta habilidad a diferentes edades:
- A los 6 meses, los bebés ya pueden distinguir entre objetos que se mueven solos (como personas) y objetos que no.
- Entre los 14 y 18 meses, los niños empiezan a mirar hacia donde alguien los mira fijamente. También comienzan a entender que las personas tienen deseos e intenciones, y cómo las emociones se relacionan con lo que logran.
- Entre los 18 y 24 meses, cuando empiezan a caminar, descubren la diferencia entre lo real y lo que se imagina. Pueden distinguir entre un evento real y uno que solo es un pensamiento. También se reconocen en el espejo y pueden decir "yo pienso".
A partir de los 24 meses, el desarrollo de esta habilidad continúa en tres fases:
- Fase 1 (4-5 años): Los niños entienden que otras personas pueden tener ideas equivocadas sobre algo, y que esas ideas pueden ser diferentes a las suyas.
- Fase 2 (6-7 años): Aprenden a reconocer que ellos mismos pueden tener una idea equivocada sobre lo que otros creen.
- Fase 3 (9-11 años): Son capaces de entender situaciones más complejas. Pueden reconocer errores y darse cuenta cuando alguien dice algo sin entenderlo del todo.
El desarrollo de esta capacidad se facilita cuando los padres hablan con sus hijos sobre los sentimientos y pensamientos de otras personas. También ayuda mucho interactuar con hermanos mayores, ya que esto les permite practicar la comprensión de los estados mentales de los demás. Este desarrollo va de la mano con el aprendizaje del lenguaje.
El test de la "falsa creencia"
Hasta los cuatro años, la mayoría de los niños no han desarrollado completamente la teoría de la mente. Este test ayuda a saber si ya tienen esta habilidad. La "falsa creencia" es la capacidad de entender que otra persona puede creer algo que no es verdad, y que esa creencia es diferente a lo que nosotros sabemos que es cierto.
Cuando un niño adquiere la teoría de la mente, puede entender que la mente es activa. Es decir, que la mente analiza e interpreta las situaciones. Una vez que el niño entiende esto, puede comprender que las personas (y ellos mismos) se forman ideas sobre el mundo, y que esas ideas pueden no ser siempre exactas.
Por eso, los niños menores de cuatro años a menudo no saben mentir. No pueden hacerlo porque aún no entienden la idea de una "falsa creencia". No comprenden que una idea puede cambiar, y que lo que para ellos era cierto antes, puede ser falso ahora para otra persona.
El test de la falsa creencia es una forma de comprobar si un niño ha desarrollado esta habilidad. Se trata de ver si el niño puede diferenciar lo que él sabe de lo que otra persona cree.
Un ejemplo famoso es el de Maxi y el chocolate: Maxi pone un chocolate en un armario X y sale de la habitación. Mientras Maxi está fuera, su mamá saca el chocolate y lo pone en un armario Y. Entonces, se les pregunta a los niños dónde buscará Maxi su chocolate. Es decir, ¿dónde cree Maxi que está su chocolate?
- Los niños que aún no tienen la teoría de la mente dirán que Maxi buscará el chocolate en el armario Y (donde ellos saben que está).
- Los niños que ya tienen la teoría de la mente dirán que Maxi buscará el chocolate en el armario X (donde él cree que lo dejó).
A los cuatro años, la mayoría de los niños dan la respuesta correcta. Esto demuestra que han desarrollado la teoría de la mente y han dejado de ver la realidad solo desde su propio punto de vista.
Entender pensamientos y emociones
La teoría de la mente se puede dividir en dos partes:
- Teoría de la Mente Cognitiva: Es la capacidad de entender las creencias y las intenciones de los demás. Por ejemplo, saber que alguien cree que va a llover porque ve nubes oscuras.
- Teoría de la Mente Afectiva: Es la capacidad de entender las emociones de los demás. Por ejemplo, saber que alguien está triste porque está llorando.
Las investigaciones han mostrado que estas dos partes de la teoría de la mente se procesan en diferentes áreas del cerebro. La parte que entiende las emociones (afectiva) está más relacionada con una zona del cerebro llamada corteza prefrontal ventromedial. La parte que entiende los pensamientos e intenciones (cognitiva) está más relacionada con la corteza prefrontal dorsolateral. Ambas trabajan juntas en una red de regiones cerebrales.
¿Qué es la metacognición?
La metacognición es la capacidad de pensar sobre nuestro propio pensamiento. Es como ser un detective de tu propia mente. Significa que puedes entender cómo aprendes, cómo resuelves problemas y cómo usas tu propio conocimiento.
Por ejemplo, cuando estudias para un examen, la metacognición te ayuda a decidir qué estrategia de estudio es mejor para ti, a darte cuenta si estás entendiendo el material o si necesitas repasar algo más. Es aprender a aprender.
Uno de los expertos más importantes en metacognición fue John Flavell. Él explicó que la metacognición incluye saber sobre tus propios procesos de pensamiento y también poder controlarlos.
Metacognición en la era digital
Hoy en día, con tantas tecnologías de la información y la comunicación (TIC), la metacognición es aún más importante. Las escuelas y el mundo laboral necesitan personas que no solo sepan usar la tecnología, sino que también puedan pensar de forma creativa, crítica y reflexiva.
Esto significa que no basta con ver un video o usar una aplicación. Lo importante es que, al usar estas herramientas, los estudiantes piensen sobre lo que están aprendiendo y cómo lo están aprendiendo. La metacognición en la era digital nos ayuda a ser aprendices más autónomos y a personalizar nuestro propio camino de aprendizaje.
Como dijo Juana Pinzás G., "aprender a aprender" es clave para el futuro. Nos prepara para ser ciudadanos independientes que pueden buscar información, desarrollar habilidades y resolver problemas inesperados en el trabajo y en la vida.
Dificultades en la teoría de la mente
Entender cómo funciona la teoría de la mente ha ayudado a explicar por qué algunas personas tienen dificultades en sus relaciones sociales. Esto se ve en varios trastornos, especialmente en el Trastorno del espectro autista y la esquizofrenia. Las pruebas que detectan problemas en esta habilidad son importantes para un diagnóstico temprano y para aplicar el tratamiento adecuado.
Autismo y esquizofrenia
Tanto las personas con esquizofrenia como las personas con trastornos del espectro autista (TEA) pueden tener problemas para entender las señales sociales y la teoría de la mente. Sin embargo, las dificultades pueden ser diferentes.
Un estudio de 2019 encontró que ambos grupos tienen problemas similares en la cognición social, pero con algunas diferencias.
- Las personas con esquizofrenia tenían dificultades para entender la teoría de la mente de forma implícita (sin que se les diga directamente) y para interpretar situaciones sociales complejas.
- Las personas con TEA tenían dificultades principalmente con la interpretación social compleja.
Anorexia nerviosa
Algunas investigaciones sugieren que las personas con anorexia nerviosa (AN) y las personas con autismo tienen perfiles similares en la teoría de la mente. Sin embargo, las personas con autismo mostraron mayores dificultades, especialmente para entender las emociones de los demás. Esto significa que tanto las personas con AN como las autistas tienen problemas significativos en la teoría de la mente en comparación con personas sanas, pero hay algunas diferencias en cómo se manifiestan.
Depresión crónica
Un estudio de 2016 encontró que las habilidades relacionadas con la teoría de la mente se ven afectadas durante la depresión y pueden contribuir a las dificultades sociales que experimentan las personas deprimidas.
Las personas con depresión crónica pueden tener una lentitud en la teoría de la mente afectiva (entender emociones) en comparación con la teoría de la mente cognitiva (entender pensamientos). También se observa un deterioro general en todas las funciones de la teoría de la mente en personas con depresión crónica.
Ansiedad social
Un estudio de 2014 exploró si las personas con ansiedad social (SAD) también tienen dificultades en la teoría de la mente. Los resultados mostraron que las personas con SAD tuvieron peores resultados en las pruebas de teoría de la mente. Además, tendían a atribuir emociones más intensas y un mayor significado a lo que otros pensaban o sentían.
Estas dificultades en la teoría de la mente en personas con ansiedad son diferentes a las de las personas con autismo, cuyas inferencias sobre los estados mentales de otros son limitadas o casi ausentes.
Niños con TDAH
Un estudio de 2019 comparó la empatía y la teoría de la mente en niños con TDAH y niños sin TDAH. Los resultados mostraron que los niños con TDAH tenían niveles más bajos de empatía y puntuaciones más bajas en la prueba de falsa creencia. Sin embargo, después de tomar medicamentos, sus resultados mejoraron y se igualaron a los de los niños sin TDAH.
Trastorno bipolar
La relación entre la teoría de la mente y los estados emocionales en el trastorno bipolar no está del todo clara. Un estudio de 2016 encontró que hay una disfunción moderada en la teoría de la mente en pacientes con trastorno bipolar. Los episodios más agudos de la enfermedad pueden estar relacionados con mayores dificultades en la teoría de la mente. Esto puede generar problemas en las relaciones personales de los pacientes.
El cerebro y la teoría de la mente
Gracias a los avances en las neurociencias y las técnicas de neuroimagen (como las resonancias magnéticas), sabemos más sobre qué partes del cerebro están involucradas en la teoría de la mente.
Rebecca Saxe, una profesora de neurociencia, identificó un grupo de regiones cerebrales que siempre están activas cuando usamos la teoría de la mente. A estas regiones las llama la "red ToM". Incluyen la unión temporo-parietal (en ambos lados del cerebro) y la corteza prefrontal medial.
Estas regiones han sido identificadas como importantes en estudios donde se han observado lesiones cerebrales o se ha usado estimulación magnética transcraneal.
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Véase también
En inglés: Theory of mind Facts for Kids