Sitio de Huesca para niños
El sitio de Huesca fue un evento importante en la historia de la ciudad de Huesca. Se trató de un intento de los carolingios, un gran imperio de la época, de tomar el control de Huesca. En ese momento, la ciudad estaba bajo el gobierno de un general llamado Amrus ibn Yusuf, quien era leal al Emirato de Córdoba, otro poderoso estado.
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El Sitio de Huesca: Un Intento Carolingio
Este sitio fue un esfuerzo de los carolingios para expandir su territorio y controlar la ciudad de Huesca, que era un punto estratégico. La ciudad estaba bien defendida y su gobernador, Amrus ibn Yusuf, era un líder experimentado y leal al emir de Córdoba.
¿Quiénes Participaron en el Sitio?
El rey de Aquitania, Ludovico Pío, quien era hijo del famoso Carlomagno, decidió enviar un ejército para asediar Huesca. Para esta misión, Ludovico Pío eligió al conde Heriberto. Heriberto era un missus dominicus, lo que significaba que era un enviado especial del rey con autoridad para llevar a cabo tareas importantes. Se cree que Heriberto era hijo de Guillermo I de Tolosa, un personaje importante de la época.
El Desarrollo del Asedio
Probablemente en la primavera del año 812, el conde Heriberto y su ejército de Aquitania cruzaron los Pirineos por el paso de Somport. Siguieron una antigua vía romana que los llevó directamente hacia Huesca. Una vez allí, comenzaron el asedio de la ciudad. Un asedio es cuando un ejército rodea una ciudad para impedir que entre o salga gente o suministros, con el objetivo de que se rindan.
La Resistencia de Huesca
Durante el asedio, el conde Heriberto no fue lo suficientemente cuidadoso. Algunos de sus soldados más atrevidos se acercaron demasiado a las murallas de la ciudad. Insultaron a los defensores, lo que provocó una fuerte respuesta. Los defensores de Huesca hicieron una salida sorpresa y muy enérgica. Atacaron a los soldados carolingios, causando muchas bajas entre ellos. Muchos de los señores del ejército de Heriberto murieron, y el resto tuvo que retirarse rápidamente.
El Fin del Asedio y la Tregua
La defensa de Huesca fue muy fuerte y la resistencia de la ciudad desesperó a Heriberto. Al final del otoño, decidió levantar el campamento y abandonar el asedio. Antes de irse, devastó los campos y las tierras alrededor de Huesca. Luego, regresó a la corte de Ludovico Pío, a quien encontró de cacería. Mientras tanto, el emir de Córdoba, al-Hakam I, había pedido la paz a Carlomagno. Carlomagno aceptó y les concedió una tregua de tres años, lo que significaba un período de paz temporal.