Sisitía para niños
La sisitía (del griego antiguo, he syssitía, que significa ‘comida en común’) eran reuniones para comer juntos que se realizaban en la Antigua Grecia. En estas comidas participaban hombres y jóvenes de un mismo grupo social o religioso. Eran muy importantes en lugares como Creta y Esparta, pero también existieron en otras ciudades griegas como Atenas y Mégara.
Los relatos de Homero sobre banquetes se parecen a esta antigua costumbre. También se han encontrado indicios de comidas similares en Cartago y en la Roma.
Contenido
Las Sisitías en Esparta
En Esparta, este sistema de comidas en común estaba muy desarrollado. Allí también se les llamaba «fiditías» (pheiditia), que significa "la gente de la cuota". Esto se refiere a que cada persona aportaba su parte para la comida. El escritor Jenofonte usó el término philítion, que significa «comida de la amistad». También se conocían como syskenía, que quiere decir «comida en común».
¿Cómo eran las Sisitías Espartanas?
Las sisitías eran comidas diarias y obligatorias. Se realizaban al anochecer y reunían a los Homoioi, que eran los ciudadanos espartanos con plenos derechos. El objetivo principal era fortalecer los lazos entre ellos y mantener su poder político. En la Época Arcaica, estas reuniones también se llamaban andreîa, que significa «lo que pertenece al varón». Se dice que Licurgo fue quien estableció las sisitías en Esparta.
Participación y Requisitos
Participar en las sisitías era obligatorio para ser considerado un Homoioi o "Igual", al igual que la educación espartana. Esto significaba que estas comidas eran clave para la unión de los ciudadanos y también para decidir quién formaba parte de la ciudadanía y quién no. En estas reuniones participaban los mismos ciudadanos que tomaban decisiones políticas en la Apella, además de los efebos (jóvenes en la etapa final de su formación, la agogé). El filósofo Perseo de Citio describió el syssítion (comedor) como un «pequeño gobierno».
Un espartano podía ser admitido en una sisitía a partir de los 20 años. Para ello, debía ser aceptado por unanimidad por los demás miembros. La votación se hacía con bolitas de pan en una urna: si una bolita era aplastada, significaba un voto en contra.
Los adolescentes (efebos) también comían y dormían juntos en grupos llamados agélai (rebaños). Estos grupos eran guiados por adultos que los preparaban para ser soldados y ciudadanos. Esta formación conjunta era la agogé.
Aportaciones a la Comida Común
Cada participante debía aportar una cantidad mensual a la olla común, llamada phiditês. Gracias a escritores como Dicearco y Plutarco, sabemos qué incluía esta aportación: unos 77 litros de cebada, 39 litros de vino, 3 kilogramos de queso, 1.5 kilogramos de higos y 10 óbolos eginetas (monedas) para comprar otros alimentos. Con esto se preparaba el plato principal, el famoso caldo negro (melas zômos), hecho con carne de cerdo, sal, vinagre y sangre.
La tierra que se le asignaba a cada espartano, llamada kleros, y que era trabajada por los hilotas, debía generar lo suficiente para que el ciudadano pudiera pagar su parte en la sisitía. Si alguien no podía pagar, era excluido de la sisitía y perdía su estatus de ciudadano.
¿Cuántas personas había en una Sisitía?
El número exacto de personas en cada sisitía no está del todo claro. Plutarco menciona en su obra Vida de Licurgo que una sisitía reunía a unas quince personas. Sin embargo, en su Vida de Agis, explica que el rey quería organizar a los 4500 ciudadanos en 15 grupos de 400 o 200 miembros.
El escritor de comedias Antífanes incluso se burló de las sisitías en una de sus obras, El arconte.
Las Sisitías en Creta
En Creta, estas comidas en común se llamaban andría (andreîa). A diferencia de Esparta, no todos los ciudadanos se asociaban. Los hombres se reunían en grupos llamados hetería, que tenían su propio andreion, que era la «sala de los varones» o comedor. Cada ciudadano contribuía a los gastos de las comidas según sus ingresos (por ejemplo, una décima parte de su cosecha), y la polis (ciudad-estado) pagaba el resto. Si alguien era pobre y no podía pagar su parte, no perdía sus derechos de ciudadano. Los ciudadanos más ricos o el propio Estado pagaban por ellos. Según el historiador Massimo Nafissi, estas comidas se financiaban con fondos públicos, no solo con aportaciones individuales.
Véase también
En inglés: Syssitia Facts for Kids