Severo Cenarro para niños
Severo Cenarro Cubero (Pastrana, 22 de octubre de 1853 - Tánger, enero de 1898) fue un médico militar español muy importante. Se destacó como cirujano y experto en higiene. Fue reconocido por su trabajo en lugares como Cuba, Puerto Rico, Marruecos y España. Impulsó un movimiento para mejorar la salud en África, buscando integrar a Marruecos con España a través de la cultura y la implementación de medidas europeas en medicina.
Durante su carrera, el doctor Cenarro participó como Médico 2.º en la tercera guerra carlista (1872-1876) y en la guerra de Cuba (1895-1898). Sin embargo, sus acciones más notables las realizó en Tánger, Marruecos, donde vivió casi quince años. Allí fue médico consultor del Consejo Sanitario de Tánger, creado en 1844, y director del Hospital Español de Tánger. También dirigió y enseñó en la Escuela de Medicina de Tánger, participó en la Cámara de Comercio de Tánger y fue presidente o vicepresidente de la Comisión de Higiene de Tánger, donde ayudó a detener las epidemias de cólera.
Datos para niños Severo Cenarro |
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![]() Retrato del doctor Severo Cenarro Cubero.
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Información personal | ||
Nacimiento | 22 de octubre de 1853 Pastrana (España) |
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Fallecimiento | Enero de 1898 Tánger (Marruecos) |
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Nacionalidad | Española | |
Información profesional | ||
Ocupación | Médico militar, cirujano e higienista | |
Contenido
¿Quién fue Severo Cenarro?
Severo Cenarro nació en Pastrana, un pueblo de Guadalajara, España. Sus padres eran de Cascante, un pueblo de Navarra.
En 1869, Cenarro comenzó a estudiar en la Escuela Libre de Medicina de Zaragoza. Se graduó cuatro años después, en la misma promoción que el famoso médico Santiago Ramón y Cajal. En noviembre de ese mismo año, se unió al cuerpo de Sanidad Militar como Médico 2.º. Participó en la tercera guerra carlista, por lo que recibió la Cruz Roja de Mérito Militar.
En 1875, Cenarro obtuvo un puesto en el Hospital Militar de Madrid. Allí se encargó de formar a personal sanitario y camilleros. En este lugar, se hizo amigo del médico Nicasio Landa, quien fundó la Cruz Roja Española. En 1876, fue enviado a Puerto Rico como médico 1.º. Antes de irse, se casó con Encarnación García y Laguna, quien lo acompañó a la isla a principios de 1877.
En Puerto Rico, Cenarro trabajó durante tres años y medio. Fue jefe de clínica y de sala en el hospital Militar de San Juan. También fue médico del Batallón de Infantería de Cádiz en Cayey.
En 1880, fue enviado a Cuba. Allí fue instructor de la Brigada Sanitaria y se encargó de clínicas en La Habana. En 1881, trabajó en el Hospital Militar de San Ambrosio. Ese mismo año, colaboró en un informe sobre la fiebre tifoidea, una enfermedad infecciosa. En 1882, Cenarro y su esposa regresaron a España por unos meses debido a una enfermedad. Su esposa se quedó en Tudela, y él volvió a San Ambrosio.
En 1883, el doctor Cenarro dejó Cuba y fue al Hospital Militar de Pamplona. Su jefe allí era su antiguo compañero Nicasio Landa. A finales de ese año, regresó al Hospital Militar de Madrid. En 1884, colaboró brevemente con la revista Gaceta de Sanidad Militar.
¿Cómo fue su trabajo en Tánger?
Primeros años en Tánger (1884-1890)
A principios de marzo de 1884, el doctor Cenarro y su familia llegaron a Tánger. En ese momento, había un movimiento que buscaba una relación más cercana entre España y Marruecos. En Tánger, Cenarro trabajó como médico de la Legación Española. Sus tareas incluían tratar enfermedades graves y cuidar la salud de los diplomáticos. También atendía a la comunidad española en Tánger, haciendo visitas a domicilio y organizando campañas de vacunación. Todas estas tareas se realizaban en un hospital provisional con solo seis camas.
También fue médico consultor del Consejo Sanitario de Tánger. Formó parte de la Comisión de Higiene Pública, un proyecto para mejorar la salud impulsado por europeos y hebreos.
Un año después de su llegada, en 1885, una nueva epidemia de cólera amenazó las costas de Marruecos. Cenarro tomó medidas como rechazar barcos con enfermedades y limpiar zanjas peligrosas. Él mismo pudo haber contraído cólera en agosto de 1885.
En agosto de 1886, llegó a Tánger el Médico Mayor Felipe Óvilo Canales, quien trabajó con Cenarro en varios proyectos. Uno de ellos fue la Escuela de Medicina de Tánger, inaugurada a finales de 1886. Al principio, buscaba formar médicos españoles, pero en 1889 se convirtió en un centro para el ejército marroquí. Óvilo enseñaba la teoría, y Cenarro, la parte práctica de cirugía.
En 1888, el trabajo de Óvilo y Cenarro se trasladó al nuevo Hospital Español de Tánger. Ambos eran profesores y médicos, y el hospital era administrado por los padres Franciscanos. A finales de ese año, se aplicó la primera vacuna contra la viruela en el hospital. El papel de Cenarro como director del hospital implicaba cuidar a los enfermos, controlar al personal y mantener la higiene.
También en 1888, se reactivó la Comisión de Higiene de Tánger gracias a Óvilo y Cenarro. Esta comisión buscaba mejorar las condiciones de higiene en Tánger. Cenarro fue presidente provisional y luego vicepresidente de esta comisión. También formó parte de la Cámara de Comercio, que ayudó a la acción española en Tánger.
Años de cólera (1890-1898)
En junio de 1890, con la amenaza del cólera, la Comisión de Higiene pidió fondos al Consejo Sanitario de Tánger. En septiembre de ese año, llegó al puerto de Tánger un barco francés con setecientos peregrinos marroquíes enfermos. El Consejo, con Cenarro, decidió una cuarentena de seis días en la isla de Mogador. Esta isla se usó temporalmente como lugar de aislamiento en las epidemias de cólera. El doctor Cenarro insistió en enviar a otro médico español, Gustavo Prieto, para asegurar la higiene y evitar que los peregrinos escaparan. Gracias a esto, el cólera no se extendió a tierra.
Al año siguiente, en agosto de 1891, otro barco fue aislado en la isla. No hubo brote de cólera, pero sí de viruela.
Estas cuarentenas le dieron mucha experiencia al doctor Cenarro. En 1892, escribió el Reglamento para Casos de Epidemia Colérica. A partir de ese año, el doctor Gustavo Prieto y otros médicos colaboraron con Cenarro. En 1892, Cenarro y sus alumnos de la Escuela de Medicina operaron a heridos de combates locales.
En el verano de 1893, se repitieron los hechos de 1890 y 1891. Varios barcos tuvieron que ser desviados a Mogador por una nueva ola de cólera. La situación era tan grave que el Consejo envió al doctor Cenarro y a otros dos médicos con desinfectantes.
En el verano de 1895, un barco francés llegó a Tánger con cólera a bordo sin hacer cuarentena. Tres semanas después, comenzaron los primeros casos de cólera en Tánger. El doctor Óvilo identificó la bacteria del cólera. El Consejo le pidió a Cenarro un informe sobre la necesidad de una cuarentena anual en Mogador para los peregrinos de La Meca.
Para combatir la enfermedad desde la Comisión de Higiene, Cenarro dejó sus tareas en la Escuela de Medicina y el Hospital. Convocó una reunión de la comisión, donde se decidió recaudar fondos para ayudar a los enfermos y limpiar la ciudad.
El 17 de octubre de 1895, Cenarro presentó su informe. En él, decía que para proteger la salud de la ciudad, era necesario un lugar de aislamiento permanente en la Isla de Mogador. Sin embargo, otros diplomáticos no estaban de acuerdo. La Comisión de Higiene Pública declaró el fin del brote de cólera el 29 de noviembre de ese año, gracias a las medidas tomadas.
En 1896, hubo otra oportunidad para el proyecto del lugar de aislamiento. Un barco francés llegó con más de 1600 peregrinos sin medidas sanitarias. Cenarro había enviado a otro médico a la isla de Mogador para prepararla. A pesar de los esfuerzos, la falta de fondos de España debido a la guerra de Cuba impidió la construcción de un lugar de aislamiento permanente en Mogador.
Últimos años
A finales de 1896, Felipe Óvilo fue enviado a Cuba. Cenarro asumió la dirección de la Escuela de Medicina hasta que él mismo tuvo que ir a la guerra en diciembre de 1896.
Su ausencia de Marruecos no duró mucho. En marzo de 1897, Cenarro recibió la orden de regresar a Tánger.
Sin embargo, su regreso no evitó que el proyecto español se estancara. La amenaza de la peste hizo que se prohibiera la peregrinación a La Meca. Además, la isla de Mogador se usó como prisión, por lo que no había un lugar de aislamiento cercano. Cenarro y el Consejo decidieron no permitir la entrada de barcos sin desinfectar o que vinieran de países con enfermedades. Esta medida no fue útil, ya que los peregrinos regresaron a Marruecos por otras vías, y causó descontento.
Al regresar de Cuba, Cenarro también volvió a dirigir la Comisión de Higiene. Esta comisión logró inaugurar un nuevo puerto en 1897, gracias a la iniciativa de Cenarro.
Sin embargo, esta fue una de sus últimas contribuciones a Tánger. En enero de 1898, falleció a los 45 años. La Comisión, la comunidad española y la comunidad europea en general recaudaron fondos para construir un monumento en su honor, que aún existe en la ciudad. También se cambió el nombre del camino del Marchan a paseo del doctor Cenarro.
Publicaciones importantes
- 1881. Informe sobre la Fiebre Tifoidea. Tánger.
- 1892. Reglamento para casos de epidemia colérica. Tánger.
- 1893. Reglamento para el embarque y desembarco de pasajeros en Tánger. Tánger.
- 1895. Rapport lu á la séance du 17 octobre 1895 par le Médecin-consulteur. Tánger.