Catalina Labouré para niños
Datos para niños Catalina Labouré |
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![]() Fotografía real de la santa
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Información personal | |||
Nombre de nacimiento | Catherine Labouré | ||
Apodo | Catalina | ||
Nacimiento | 2 de mayo de 1806![]() |
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Fallecimiento | 31 de diciembre de 1876![]() |
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Nacionalidad | Francesa | ||
Religión | Iglesia católica | ||
Información profesional | |||
Ocupación | Hermana religiosa y monja | ||
Área | Religión, catolicismo y monacato | ||
Información religiosa | |||
Beatificación | 28 de mayo de 1933 por Pío XI |
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Canonización | 27 de julio de 1947 por Pio XII |
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Festividad | 28 de noviembre | ||
Atributos | Medalla milagrosa Hábito de las Hijas de la Caridad |
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Venerada en | Iglesia católica | ||
Orden religiosa | Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl | ||
reconocimientos
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Santa Catalina Labouré (nacida como Catherine Labouré) fue una hermana religiosa francesa. Nació en Fain-lès-Moutiers, Francia, el 2 de mayo de 1806 y falleció en París el 31 de diciembre de 1876. Es conocida por haber transmitido el mensaje para crear la Medalla Milagrosa, un objeto religioso muy importante para millones de católicos. Es considerada una Santa en la Iglesia Católica.
Contenido
La vida de Catalina Labouré
Catalina Labouré nació en una granja en Fain-lès-Moutiers, una región de Francia, el 2 de mayo de 1806. Fue la novena de once hijos de Pierre Labouré y Madeleine Louise Gontard.
Su madre falleció cuando Catalina tenía solo nueve años, el 9 de octubre de 1815. Después de esto, su tía se ofreció a cuidar a Catalina y a su hermana Marie Antoinette. Las niñas se mudaron a la casa de su tía en Saint-Rémy.
Cuando cumplió doce años, Catalina regresó a la granja de su padre. Allí se encargó de muchas tareas, como cocinar y cuidar a los animales. A los catorce años, su hermana María Luisa se unió a las Hijas de la Caridad, una congregación religiosa. Poco después, Catalina también sintió el deseo de servir a los demás en esta misma congregación.
Tuvo un sueño donde un sacerdote mayor la animaba a seguir ese camino. Con la ayuda de un primo, aprendió a leer y escribir.
El camino hacia la vida religiosa
Al principio, su padre no quería que Catalina se hiciera religiosa, pues deseaba que se casara. Por eso, la envió a París para trabajar en la cantina de su hermano Charles. Allí, Catalina vio de cerca la pobreza de la gente. Esto la convenció aún más de que quería ser monja para ayudar y dar esperanza a quienes sufrían.
En 1830, su padre finalmente aceptó su decisión. Su hermano Hubert pagó la dote (una cantidad de dinero que se daba al entrar a un convento).
Catalina ingresó a la congregación de las Hijas de la Caridad, fundada por san Vicente de Paul. Fue aceptada el 21 de abril de 1830 en el seminario de la congregación en París. Al llegar, vio un retrato del sacerdote de su sueño y descubrió que era san Vicente de Paul.
El 25 de abril, asistió al traslado de los restos de san Vicente de Paul a la capilla principal de la Congregación de la Misión.
Dedicación y servicio
Catalina siempre tuvo un gran cariño por la Virgen María. Después de las apariciones que, según ella, recibió en 1830, se dedicó a cumplir la misión que la Virgen le habría encomendado: crear una medalla especial. Esta medalla, relacionada con la Inmaculada Concepción, pronto se hizo muy famosa y fue llamada la Medalla Milagrosa.
Fue enviada a trabajar en un hospicio en París. Durante cuarenta y cinco años, realizó trabajos sencillos como cocinar, atender a personas mayores y trabajar en la portería.
Un ejemplo importante de Catalina fue su humildad. Desde las apariciones en 1830 hasta su muerte en 1876, solo su confesor (guía espiritual) supo que ella era la persona que había recibido los mensajes de la Medalla Milagrosa. Ni siquiera sus compañeras de convento lo supieron.
Vivió sus años siguientes a las apariciones como cualquier otra hermana, dedicándose a tareas diarias y cuidando a los enfermos y ancianos. Lo hizo en completo anonimato, sin buscar atención.
Solo ocho meses antes de morir, ya muy mayor y enferma, le contó a su superiora que ella era la vidente de las apariciones. Su antiguo confesor ya había fallecido.
Falleció el 31 de diciembre de 1876. Cientos de personas asistieron a su funeral. Se cuenta que un niño que no podía caminar, llevado por sus padres, pudo hacerlo al tocar el ataúd de Catalina.
Reconocimiento y legado
En 1933, para su beatificación, su cuerpo fue examinado. Aunque habían pasado 57 años desde su muerte, se encontró en muy buen estado. Sus hábitos (ropa de monja) se habían deteriorado, pero su cuerpo fue vestido con un nuevo hábito y colocado en una urna de cristal.
Hoy en día, su cuerpo puede ser visto por los visitantes en la Capilla de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa en París.
El papa Pío XI la declaró beata el 28 de mayo de 1933, y el papa Pío XII la declaró santa el 27 de julio de 1947. Su día de celebración es el 28 de noviembre.
San Juan Pablo II visitó la Capilla de la Medalla Milagrosa el 31 de mayo de 1980 y la mencionó en su oración a la Virgen María.
Las visiones de Catalina
Según Catalina, tuvo varias visiones importantes.
Primera visión: La visita en la capilla
La noche del 18 de julio de 1830, Catalina se despertó al escuchar la voz de un niño. El niño la llamó a la capilla, diciendo que la Virgen María la esperaba. Catalina se levantó y siguió al niño.
En la capilla, escuchó un sonido como de seda y vio a una señora muy hermosa que se sentó en un sillón cerca del altar. Al principio, Catalina dudó si era la Virgen. Pero el niño le dijo: "¿Acaso la Reina de los Cielos no puede aparecerse a una persona en la forma que desee?".
Entonces, Catalina se acercó a la señora y puso sus manos sobre sus rodillas. Ella describió ese momento como "los más dulces de mi vida". La Virgen le dio consejos para su vida espiritual y le encomendó una misión. Le dijo que Dios quería confiarle una tarea que sería difícil, pero que la superaría pensando en la gloria de Dios. También le dijo que tendría que sufrir, pero que recibiría ayuda y que debía hablar con su guía espiritual con confianza.
Segunda visión: El diseño de la Medalla Milagrosa
Meses después, el 27 de noviembre, Catalina relató que la Virgen se le apareció de nuevo. La vio dentro de un marco ovalado, de pie sobre un globo y pisando una serpiente. De sus manos salían rayos de luz, algunos de los cuales no llegaban al suelo.
Alrededor del marco, estaban escritas las palabras: "Oh María, sin pecado concebida, rogad por nosotros que acudimos a ti". La Virgen explicó que los rayos eran las gracias que ella reparte a quienes se las piden. Los rayos que no llegaban al suelo representaban las gracias que las personas olvidan pedir.
Mientras Catalina observaba, la imagen giró. Pudo ver un círculo con doce estrellas, una gran letra M con una cruz encima, y debajo, las figuras del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María.
Catalina dijo que la Virgen le pidió que llevara estas imágenes a su confesor. Le pidió que las imágenes fueran impresas en medallas, añadiendo: "Todos los que lleven la medalla recibirán grandes gracias".
La difusión de la medalla
Después de dos años de hablar con Catalina y observar su comportamiento, el sacerdote informó al arzobispo de París sobre las visiones, sin decir quién era Catalina. La idea de la medalla fue aceptada, se fabricaron y se hicieron muy populares.
En ese tiempo, la idea de la Inmaculada Concepción (que María nació sin pecado) aún no era una enseñanza oficial de la Iglesia. Sin embargo, la medalla con las palabras "Concebida sin pecado" influyó en el papa Pío IX. Él proclamó oficialmente el dogma de la Inmaculada Concepción el 8 de diciembre de 1854.
Más información
- Medalla Milagrosa
- Asociación de la Medalla Milagrosa
- Capilla de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa
- Santuario de la Medalla Milagrosa y San Agustín
Véase también
En inglés: Catherine Labouré Facts for Kids