Romería vikinga de Catoira para niños
La Romería Vikinga de Catoira es una fiesta muy especial que se celebra en Catoira, España. Cada primer domingo de agosto, este pueblo recuerda su importante historia. La fiesta se hace cerca de las Torres de Oeste, que son los restos de un antiguo castillo.
Esta celebración recrea las invasiones vikingas que ocurrieron en la zona hace unos mil años. Catoira era un punto clave para defender Galicia de los ataques de los normandos, que buscaban los tesoros de la iglesia de Santiago de Compostela.
Los habitantes de Catoira se visten como guerreros vikingos y como campesinos gallegos de aquella época. La fiesta empieza a las 10 de la mañana con música tradicional gallega por las calles. El ambiente principal se vive alrededor de las torres y de la Capilla de Oeste, junto a la Ría de Arosa y el río Ulla. Allí se monta una feria medieval donde se pueden probar mejillones y vino de la zona.
El momento más emocionante es el desembarco. Las personas que representan a los vikingos llegan por la ría en una réplica de un barco vikingo del siglo XI. Su objetivo es "tomar" las torres. Los demás vecinos, que hacen de habitantes del pueblo, intentan defenderse. Después de la representación, hay un almuerzo popular con comidas típicas como sardiñada (sardinas asadas), pulpo y empanada. Todo esto se acompaña con el sonido de las gaitas. La fiesta termina con una verbena.
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¿Por qué Catoira era tan importante?

Desde hace mucho tiempo, Catoira fue un lugar estratégico. Era la entrada por mar hacia Compostela. Por eso, en la Edad Media, se construyó un gran complejo militar para proteger el sepulcro del apóstol de los ataques. Los principales atacantes eran los normandos y los sarracenos.
Se levantaron varias torres de defensa al fondo de la ría, donde el río Ulla desemboca. Estas son las famosas Torres de Oeste. El rey de Asturias, Afonso III, ordenó reconstruir el castillo de Catoira en el siglo IX. Este castillo llegó a ser uno de los más importantes de Europa. Hoy solo quedan partes de dos de sus grandes torres. El rey de León, Afonso V, también trabajó en el castillo y logró vencer a los normandos de Olaf Haraldson.
En el siglo XII, la monarquía entregó el castillo a la iglesia de Santiago. Los obispos Cresconio y Diego Peláez continuaron fortificando el lugar para defender Santiago. Se dice que Diego Xelmírez, el primer arzobispo de Santiago, nació en este castillo. Su padre fue el encargado de la fortaleza en el siglo XI.
Durante siglos, las torres impidieron que los ejércitos normandos y sarracenos subieran por el río Ulla. El diseño final del siglo XIII tenía un recinto con siete torres. Hoy solo quedan dos del siglo XI, y ruinas de otras dos del siglo XII. También hay restos de época romana. En el centro había una gran torre principal.
En la Alta Edad Media, los primeros grupos de piratas normandos llegaron a "Jakobsland" (como llamaban a Galicia). Venían atraídos por las noticias de las riquezas de Compostela. Los vikingos saqueaban y quemaban pueblos en toda la costa. En el año 850, entraron por la Ría de Arosa y llegaron a Iria Flavia. Esto hizo que el obispo y el cabildo huyeran a Compostela. Sin embargo, en los años 859 y 968, las Torres de Oeste defendieron bien la zona. Lograron detener los ataques escandinavos y evitaron que llegaran a Compostela.
Con el tiempo, el Reino de Galicia perdió su poder. Las torres de Catoira entraron en un período de decadencia. Incluso se usaron sus piedras para construir casas en los pueblos cercanos.
¿Cómo empezó la fiesta?

La Romería Vikinga de Catoira se celebró por primera vez en 1961. Al principio, la organizaba un grupo llamado Ateneo de Ullán, entre 1961 y 1964. Todo comenzó en 1959, cuando el poeta y sacerdote Faustino Rey Romero y el poeta Baldomero Isorna Casal fundaron el Ateneo de Ullán. Era un grupo de artistas e intelectuales de la zona del río Ulla.
En 1960, en una de sus reuniones, decidieron que sería buena idea celebrar el desembarco del rey Ulfo. La primera Romería Vikinga fue el 29 de julio de 1961. Empezó con una misa en la Capilla de Santiago de las Torres de Oeste, en memoria de Diego Gelmírez y los defensores de la fortaleza. Un hombre, Pedro Montañés, representó al vikingo Ulfo. Saltó de su barco para encontrarse con el obispo Cresconio, interpretado por el sacerdote Rey Romero. El obispo, con palabras solemnes, "dominaba" al invasor, haciéndolo arrodillarse.
Después, había un almuerzo al aire libre con música de gaiteros. También se hacía un acto literario con escritores de la comarca, que es la base del pregón actual de la fiesta. Por la noche, se encendían hogueras en las almenas de las torres. Esto recordaba cómo antes se avisaba de la llegada de piratas a la ría.
La fiesta creció mucho entre 1965 y 1990. En esta etapa, la patrocinó una empresa local y la organizaron sus trabajadores. En 1988, la Romería Vikinga fue declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional.
Desde 1991, el propio Ayuntamiento de Catoira se encarga de la fiesta. En esta etapa, la celebración se hizo conocida a nivel internacional. Esto llevó al hermanamiento con la ciudad dinamarquesa de Frederikssund. En 2002, la fiesta fue declarada de Interés Turístico Internacional.
Lazos de amistad de Catoira

La romería es importante para Galicia por el intercambio cultural que ha generado. En 1993, Catoira se hermanó con la ciudad danesa de Frederikssund. Un año después, en 1994, se hermanó con la ciudad británica de Watchet. Las tres ciudades están unidas por su historia con los desembarcos vikingos.
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Véase también
En inglés: Viking Festival of Catoira Facts for Kids