Revuelta del Arrabal para niños
La Revuelta del Arrabal fue un evento importante que ocurrió en el barrio de Saqunda, en la ciudad de Córdoba, que era la capital del Emirato independiente de Córdoba. Sucedió en la primavera del año 818, durante el gobierno del emir Al-Hakam I. El objetivo de esta revuelta era intentar que los Omeyas dejaran de gobernar la ciudad, pero no tuvieron éxito y el emir la detuvo con mucha fuerza.
Datos para niños Revuelta del Arrabal |
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![]() Puente romano de Córdoba con la mezquita y la ciudad al fondo. Vista tomada desde la orilla del río Guadalquivir donde se encontraba el arrabal de Saqunda.
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Fecha | 818 | |||
Lugar | Saqunda, Córdoba | |||
Resultado | Victoria monárquica | |||
Beligerantes | ||||
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Contenido
¿Qué pasó antes de la revuelta?
Córdoba: Una ciudad en crecimiento
Después de que los musulmanes conquistaran la península ibérica en el año 711, Córdoba se convirtió en la capital de su nuevo estado. Esto hizo que la ciudad creciera mucho y su población pronto superó los límites de las antiguas murallas romanas. Así, surgieron varios barrios o "arrabales" fuera de las murallas. Uno de los más importantes fue Saqunda, que estaba al otro lado del río Guadalquivir, justo enfrente de la Mezquita y el alcázar (un tipo de fortaleza). En Saqunda vivían muchos artesanos y comerciantes.
El gobierno de Al-Hakam I
En el año 796, Al-Hakam I se convirtió en emir, sucediendo a su padre Hisham I. Algunas historias cuentan que Al-Hakam I era un gobernante muy estricto. Por ejemplo, castigó severamente a quienes participaron en un plan contra su gobierno. Además, aumentó los impuestos, lo que causó descontento y algunas rebeliones en otras ciudades como Mérida y Toledo.
También hubo problemas en la propia Córdoba. La gente no solo estaba molesta por los impuestos más altos, sino también por el comportamiento del emir. Se decía que no era muy religioso y que le interesaban más otras cosas que la oración. Hubo algunos disturbios en los que el jefe de la ciudad casi pierde la vida, y los agitadores fueron castigados con dureza.
¿Cómo fue la revuelta?
El inicio del conflicto
La revuelta comenzó por un incidente entre un guardia del emir y un artesano, en el que el artesano perdió la vida. Los rebeldes se dirigieron rápidamente al puente sobre el Guadalquivir, que conectaba la ciudad con el arrabal. Su objetivo era llegar al alcázar.
El ataque al alcázar
Los rebeldes lograron cruzar el puente y atacaron la muralla, concentrándose en la Puerta del Puente. Los soldados del emir intentaron defenderla, pero pronto se vieron superados por la llegada de más personas de la ciudad y de otros barrios que se unieron a la revuelta.
Una estrategia inteligente
La situación se salvó gracias a una estrategia muy inteligente de un juez (llamado cadí) que trabajaba para el emir. Con un grupo de jinetes, salió por otra puerta de la ciudad y se dirigió al arrabal de Saqunda, cruzando el río por un lugar menos profundo. Sus hombres se enfrentaron a los rebeldes que encontraron a su paso. Desde el arrabal, se dirigieron al puente para cruzarlo y sorprender a los rebeldes por la espalda.
Cuando los rebeldes se dieron cuenta de esta maniobra, dejaron de atacar el alcázar y regresaron a Saqunda. Allí, durante varios días, las tropas del emir tomaron el control y buscaron a los rebeldes, hasta que Al-Hakam I decidió dar una tregua. El emir se dio cuenta del gran peligro que había corrido. En el informe de victoria que mandó escribir, describió a los rebeldes como personas que se habían atrevido a desafiar su autoridad legítima.
¿Qué pasó después de la revuelta?
El castigo y la reconstrucción
Al-Hakam I ordenó un castigo muy severo. El arrabal de Saqunda fue destruido, y se prohibió construir nuevas viviendas en ese lugar. La revuelta del Arrabal terminó con un triunfo total para Al-Hakam I. El emir logró imponer nuevos impuestos a la gente de la capital y de las provincias.
El viaje de los exiliados

Los habitantes de Saqunda que lograron escapar fueron obligados a dejar Córdoba. Algunos se fueron a Toledo, y otros emigraron al norte de África. La mayoría de ellos se establecieron en un barrio de la recién fundada ciudad de Fez, gracias al emir Idrís II.
Algunos de estos exiliados llegaron incluso hasta Alejandría y tomaron el control de esa ciudad hasta el año 828. Cuando fueron expulsados por un general, decidieron instalarse en la isla de Creta. Allí fundaron el Emirato de Creta, que se mantuvo fuerte frente al Imperio bizantino durante casi 140 años.