Prosper Jolyot de Crébillon para niños
Prosper Jolyot de Crébillon (nacido en Dijon, Francia, el 13 de enero de 1674 – fallecido en París, Francia, el 17 de junio de 1762) fue un importante dramaturgo francés. Se le conoce como Crébillon padre para distinguirlo de su hijo, Claude Prosper Jolyot de Crébillon, quien también fue escritor y es conocido como "Crébillon hijo".
Datos para niños Prosper Jolyot de Crébillon |
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Información personal | ||
Apodo | Crébillon père | |
Nacimiento | 13 de enero de 1674 Dijon (Francia) |
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Fallecimiento | 17 de junio de 1762 París (Reino de Francia) |
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Nacionalidad | Francesa | |
Lengua materna | Francés | |
Educación | ||
Educado en |
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Información profesional | ||
Ocupación | Poeta, dramaturgo y escritor | |
Cargos ocupados |
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Miembro de | Academia Francesa (1731-1762) | |
Distinciones |
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Contenido
La vida de Prosper Jolyot de Crébillon
Prosper Jolyot de Crébillon nació en Dijon, una ciudad en Francia. Su padre era un importante secretario en la región de Borgoña. El nombre "Crébillon" viene de un pequeño lugar que era propiedad de su familia.
Sus primeros años y estudios
Desde joven, Prosper mostró interés por el estudio. Asistió a colegios importantes en su ciudad natal y luego en París. Aunque le gustaba mucho el teatro, su padre quería que fuera abogado. Así que, Prosper estudió derecho y comenzó a trabajar como ayudante de un abogado.
Familia y primeros pasos en el teatro
En 1707, Prosper se casó con Marie-Charlotte Péage. Poco después, tuvieron un hijo llamado Claude Prosper, quien también se convertiría en un escritor famoso. La pareja tuvo una hija más tarde.
El abogado con quien trabajaba Prosper, llamado Prieur, notó su gran pasión por el teatro. Prieur lo animó a escribir obras. Al principio, Crébillon dudó, y su primera tragedia, La muerte de los hijos de Bruto, fue rechazada. Esto lo desanimó, pero Prieur lo motivó a seguir.
El éxito en el teatro
Gracias al apoyo de Prieur, Crébillon escribió una nueva tragedia llamada Idomeneo. Esta obra se estrenó en 1705 y fue un gran éxito. En ese momento, Crébillon se convirtió en el dramaturgo más importante de su época, llenando el vacío entre grandes autores como Jean Racine y Voltaire.
Después de Idomeneo, Crébillon escribió otras obras exitosas:
- Atreo y Tiestes (1707), una de sus obras más conocidas.
- Electra (1709).
- Radamisto y Zenobia (1711), que fue un éxito enorme y muchos la consideraron su mejor obra.
Sin embargo, sus siguientes obras, Jerjes (1714) y Semiramis (1717), no tuvieron el mismo éxito. Esto lo llevó a desanimarse y a alejarse del teatro por un tiempo.
Momentos difíciles y regreso
Crébillon pasó por momentos difíciles después de perder a su padre y enfrentar problemas económicos. También perdió a su esposa y se sintió solo. Durante este tiempo, se dedicó a componer historias y tragedias en su mente, sin escribirlas de inmediato. Tenía una memoria excelente y solo las ponía en papel al final.
En 1726, Crébillon regresó al teatro con una nueva tragedia exitosa, Pirro. Este éxito lo puso de nuevo en el centro de atención.
Reconocimientos y últimos años
En 1731, Crébillon fue elegido miembro de la prestigiosa Academia Francesa. También fue nombrado censor real para la literatura y la historia, lo que significaba que revisaba y aprobaba libros y obras de teatro.
En 1745, recibió una pensión y un puesto importante como bibliotecario real. Estos honores buscaban que Crébillon escribiera más tragedias y compitiera con otro famoso escritor de la época, Voltaire.
Así, Crébillon estrenó su obra Catilina en 1748, que tuvo un gran estreno. Sin embargo, cuando Voltaire estrenó una obra sobre el mismo tema, la situación se volvió complicada. La última tragedia de Crébillon, El Triunvirato, en 1754, no fue bien recibida.
Prosper Jolyot de Crébillon falleció en 1762. Dejó un borrador de una obra llamada Cromwell. Los actores de París organizaron un funeral especial en su honor, al que asistieron muchos artistas y miembros de la Academia Francesa.
El legado de Crébillon
Las obras de Crébillon son importantes en la historia de la literatura francesa. En su época, muchos autores imitaban a Jean Racine, pero Crébillon fue innovador. Él se enfocó en crear "tragedias de situación", usando escenas impactantes y giros inesperados en la trama. Le gustaba llenar sus obras de acción en lugar de solo largos discursos.
Las tragedias de Crébillon tienen escenas emocionantes y versos bien construidos que a veces se han convertido en frases famosas. Sin embargo, también tenían algunos defectos: las historias a veces eran muy complicadas y difíciles de seguir. Además, su estilo podía ser un poco brusco o confuso. Crébillon escribía rápido y no siempre se preocupaba por la elegancia perfecta. Se dice que una vez reescribió todo el último acto de una obra en solo 24 horas porque al público no le había gustado.
A pesar de sus imperfecciones, la fuerza de sus personajes y la energía de sus escenas siempre tuvieron un gran impacto en el teatro.
Obras de teatro destacadas
- Idomeneo, tragedia, 1705
- Atreo y Tieste, tragedia, 1707
- Electra, tragedia, 1708
- Radamisto y Zenobia, tragedia, 1711
- Jerjes, tragedia, 1714
- Semiramis, tragedia, 1717
- Pirro, tragedia, 1726
- Catilina, tragedia, 1748
- El triunvirato, o la muerte de Cicerón, tragedia, 1754
Galería de imágenes
Véase también
En inglés: Prosper Jolyot de Crébillon Facts for Kids