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Pedro Fernández (pintor) para niños

Enciclopedia para niños

Pedro Fernández fue un pintor español muy importante del Renacimiento, una época de grandes cambios en el arte y la cultura. Nació en Murcia y trabajó en lugares como Nápoles y Gerona entre 1510 y 1519.

Al principio, no se sabía mucho sobre él y se le conocía como el "Pseudo Bramantino". Pero gracias a un retablo que pintó en la catedral de Gerona, llamado Retablo de santa Elena, los expertos pudieron descubrir su verdadera identidad. Este retablo lo hizo junto a Antonio Norri después de haber estado en Italia, donde aprendió de otros grandes artistas del Renacimiento.

Pedro Fernández: Un Pintor del Renacimiento

Pedro Fernández es conocido en Italia como Pietro Ispano o Pietro Francione spagnolo, que significa "Pedro el Español". Aunque sus obras eran de muy buena calidad, su estilo moderno no dejó mucha huella en Cataluña en ese momento, ya que allí predominaba un estilo más tradicional, el hispano-flamenco.

Sus Primeros Años y Trabajos en Italia

En Nápoles, Pedro Fernández pintó varios retablos, aunque algunos se han perdido. Uno de los que sí se conserva, aunque incompleto, es el que le encargaron en 1510 para el convento de San Gregorio Armeno. De este retablo, se puede ver una tabla con la Virgen y el Niño entre san Juan Bautista y san Pedro.

De este mismo retablo, se cree que provienen otras dos obras importantes: el San Blas que está en el Museu Nacional d'Art de Catalunya en Barcelona, y el San Dámaso papa que se encuentra en el Fogg Art Museum de Cambridge (Massachusetts).

La Influencia de Grandes Maestros

Los expertos creen que Pedro Fernández viajó a Roma alrededor de 1511. Allí, pudo ver las obras de Rafael, como La disputa del Sacramento, y también los frescos de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina. Estas obras tuvieron una gran influencia en su estilo. Por eso, se dice que Pedro Fernández fue uno de los primeros en llevar el estilo de Rafael a Nápoles.

En sus primeras obras, como el Descanso en la huida a Egipto o la Adoración de los pastores, se pueden ver caras que parecen casi caricaturas, inspiradas en los dibujos de Leonardo da Vinci. Pero al mismo tiempo, pintaba arquitecturas y espacios muy realistas.

También se le atribuyen los frescos de la capilla Carafa di Ruvo en la Basílica de San Domenico Maggiore de Nápoles. En estas pinturas, se nota que conocía los frescos de Andrea Mantegna.

Su Regreso a España y Obras en Gerona

Alrededor de 1513, Pedro Fernández se mudó a Roma. Allí, trabajó para una rama de los franciscanos y pintó obras como la Visión del beato Amadeo Mendes de Silva. También hizo un retablo para el convento de Bressanoro en Cremona entre 1517 y 1518.

El 19 de noviembre de 1519, Pedro Fernández llegó a Gerona. Allí, firmó un contrato con un sacerdote llamado Narcís Simón para pintar el Retablo de santa Elena para la catedral. Este retablo cuenta la historia de la Vera Cruz (la verdadera cruz de Jesús) siguiendo un libro antiguo llamado Leyenda dorada.

El Retablo de Santa Elena

En el Retablo de santa Elena, se pueden ver figuras que parecen atlantes (hombres fuertes que sostienen cosas), inspiradas en los personajes de Miguel Ángel. Las figuras son muy tridimensionales y se mueven con naturalidad en el espacio, lo que demuestra la habilidad de Fernández.

También contrató otros trabajos en Gerona, como el retablo mayor de la iglesia de San Cebrián de Flassá y el retablo de San Vicente en Llansá, aunque estas obras se han perdido.

¿Qué Pasó Después?

Según una inscripción en el propio Retablo de santa Elena, la obra se terminó en mayo de 1521. Después de esa fecha, se pierde el rastro de Pedro Fernández. Algunos creen que pudo haber ido a Zaragoza, donde años más tarde se documentó a otro pintor con el mismo nombre.

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Pedro Fernández (pintor) para Niños. Enciclopedia Kiddle.