Pañamarca para niños
Pañamarca es un lugar arqueológico muy interesante de la cultura moche en el distrito de Nepeña, provincia del Santa, departamento de Ancash, Perú. Se encuentra cerca del río Nepeña, en lo que antes era una hacienda llamada Capellanía.
En Pañamarca, puedes ver muchas construcciones de adobe (un tipo de ladrillo de barro). Estas construcciones están muy juntas y suben en diferentes niveles, como si fueran escalones. Se cree que eran los cimientos de un templo muy importante.
En una de las paredes principales, que estaba cubierta con arcilla, había pinturas grandes de hombres con ropa muy llamativa. Estas pinturas usaban colores de minerales y no tenían sombras. En otras paredes, había dibujos de batallas y figuras de seres mitológicos.
También hay otras estructuras grandes que se piensa que eran fortalezas. Están en lugares estratégicos, rodeadas de muros y con escaleras estrechas y empinadas. Además, se pueden ver cinco caminos anchos (de casi 10 metros) con plataformas a los lados. Esto sugiere que podrían haber sido usados por mensajeros para llevar información rápidamente. Todo el lugar nos da una idea de cómo era un centro importante de la Cultura Mochica.
Los expertos creen que no vivía mucha gente allí, quizás solo algunos sacerdotes o personas importantes con sus ayudantes y artesanos. Las hermosas pinturas en las paredes, con sus diseños simbólicos y figuras en procesión, nos dicen que los edificios se usaban para ceremonias religiosas en la plaza, cuando la gente del valle se reunía.
Pañamarca fue construido por la cultura Mochica, y se calcula que tiene una antigüedad de alrededor del siglo VI.
Mural de Richard Schaedel
Este mural fue estudiado por primera vez por Richard Schaedel en 1951. Está pintado con colores vivos de origen mineral, como rojo, amarillo, marrón, azul oscuro, negro y gris. Los colores se aplicaron sin mezclas, sobre una capa de yeso claro que hacía que resaltaran mucho.
La escena muestra a personas importantes acompañadas de sus sirvientes. También hay personajes con ropa muy lujosa que llevan objetos especiales. Entre ellos, destaca un Tumi, que es un hacha-cuchillo ceremonial. El Tumi que llevan la mayoría de los personajes era muy grande y solo tenía un significado simbólico. Esta escena se extendía por 12 metros y mostraba a ocho personas principales y tres ayudantes. Las figuras medían hasta 1.40 metros de alto.
Lamentablemente, la parte superior de la escena ya estaba borrada cuando Schaedel la examinó, quizás a propósito. Richard P. Schaedel, en un libro de 1970, dijo que la composición "sugiere un tipo de procesión o ceremonia centrada alrededor de una figura principal".
En 1958, unas personas que buscaban tesoros encontraron otra valiosa pintura mural en Pañamarca. Hans Horkheimer y Gonzalo de Reparaz dieron las primeras noticias sobre ella. Con el apoyo de Gonzalo de Reparaz, que trabajaba para la UNESCO, Duccio Bonavia hizo un estudio muy detallado de esta pintura en 1959.
Es triste que no se tomaron las medidas necesarias para protegerla, así que pocos años después de su descubrimiento, solo quedaban rastros de esta obra de arte. Una foto de 1963 muestra lo poco que quedaba. Sin embargo, la escena se pudo conservar gracias a una copia que hizo Félix Caycho.
Esta pintura mural es un fragmento grande que mide 1.50 metros de ancho por 1.54 metros de alto. Está enmarcada por dos bordes, uno arriba y otro al lado. Estos bordes parecen representar las crestas de las olas y también terrazas de cultivo en forma de escalones.
La pintura muestra a personajes con poderes especiales y a sus acompañantes, avanzando en una procesión solemne. Detrás del personaje principal y sus dos acompañantes, se pueden ver escenas de sacrificios. Además, hay un felino con forma de serpiente arrastrándose por el suelo, con una lengua dividida. Su cuerpo tiene símbolos de agua, como puntos o gotas de lluvia, representados con placas redondas, según Federico Kauffmann Doig (1993).
Galería de imágenes
Véase también
En inglés: Pañamarca Facts for Kids