Miguel Salvá para niños
Miguel Salvá Munar (Algaida, Islas Baleares, 1791-Palma de Mallorca, 5 de noviembre de 1873) fue un hombre de iglesia y un estudioso español.
Se hizo sacerdote en 1814 y trabajó como ayudante en la parroquia de San Jaime en Palma de Mallorca. En 1820, fue nombrado secretario de la Diputación Provincial. En 1823, tuvo que irse al extranjero debido a la situación política del momento. Años después, regresó a España y vivió en Madrid. Allí fue oficial de la secretaría de Interpretación de lenguas y el primer redactor de la Gaceta de Madrid. Más tarde, formó parte de la Junta de Instrucción Pública, fue auditor honorario del Tribunal de la Rota, bibliotecario del duque de Osuna y bibliotecario principal de la reina Isabel II. También ocupó varios puestos en la Real Academia de la Historia y fue obispo de Mallorca entre 1851 y 1873.
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¿Cómo llegó a ser bibliotecario principal de Isabel II?
El 11 de diciembre de 1843, Miguel Salvá fue nombrado bibliotecario de cámara. Recibía un sueldo de 16.000 reales al año por sus "conocimientos literarios reconocidos". Después de la muerte del rey Fernando VII, la biblioteca real privada se había movido de lugar dentro del Palacio Real de Madrid. Se trasladó al ala de San Gil, donde estaban las habitaciones reales desde que la familia real se mudó al Palacio Nuevo a mediados del siglo XVIII.
La organización de la biblioteca real
En el ala privada, donde vivían los reyes, estaba la Librería de Cámara. En ese momento, ya había muchos libros, especialmente después de las grandes incorporaciones de 1806. Entre ellas, se añadió la valiosa colección de don Diego Sarmiento de Acuña, el primer conde de Gondomar (1567-1626). Esta colección fue comprada a sus herederos y traída desde Valladolid. Otras adiciones importantes fueron los manuscritos de los Colegios Mayores de Salamanca y colecciones de la Secretaría de Gracia y Justicia de Indias, muchas de ellas sobre América.
El traslado de la biblioteca
La reina viuda, doña María Cristina de Borbón-Dos Sicilias, decidió usar toda el ala para sus habitaciones privadas. Por eso, la Real Biblioteca fue trasladada al lugar donde se encuentra hoy. Durante la década de 1840, hubo un largo proceso de traslado y reubicación. Se hicieron muebles de maderas finas a medida para las paredes y se añadió otro mobiliario. También se puso un nuevo suelo en la zona.
La creación del fichero manual
Una vez que los libros estuvieron en su nuevo lugar, se decidió crear un fichero manual. Este fichero usaría tarjetas de papel para registrar todos los libros de la colección. Esta importante tarea se le encargó a Salvá, quien debía buscar a alguien para ayudarle a escribir las fichas. Después de la muerte del bibliotecario anterior, Salvador Enrique Calvet, a Salvá se le concedió la Cruz de la Orden de Carlos III el 3 de octubre de 1846.
Sustituciones y documentos importantes
En verano, Salvá solía ir a su Mallorca natal para tomar baños y aguas medicinales. Durante un tiempo, fue sustituido por el archivero general Tomás Zaragoza y Sacristán. A partir de 1850, su lugar lo ocupó el segundo bibliotecario, Manuel Carnicero Weber. Se conservan unos 300 documentos de su tiempo en la Real Biblioteca. Entre ellos, destacan cartas con autores y políticos importantes, como Juan Donoso Cortés. También hay documentos relacionados con la edición de la Historia general de las Indias de Gonzalo Fernández de Oviedo, un proyecto de la Real Academia de la Historia que usó libros de la Real Biblioteca.
En 1852, Miguel Salvá fue nombrado Obispo de Mallorca. La Casa Real estuvo representada en la ceremonia, que se realizó en la iglesia de San Isidro de Madrid, por el conde de Pinohermoso.
¿Qué hizo en la Real Academia de la Historia?
Miguel Salvá fue nombrado académico supernumerario el 2 de abril de 1831 y tomó posesión el 3 de junio de ese mismo año. El 29 de abril de 1836, se convirtió en académico de número.
Fue tesorero en tres ocasiones:
- del 24 de noviembre de 1837 al 7 de noviembre de 1841
- del 16 de diciembre de 1842 al 9 de diciembre de 1843
- del 20 de diciembre de 1844 al 28 de noviembre de 1847.
También fue bibliotecario de esta Real Academia del 16 de julio de 1833 al 9 de agosto de 1833. Participó en proyectos editoriales importantes, como la publicación del CO.DO.IN, la Colección de Documentos Inéditos para la Historia de España. Este fue un gran proyecto que publicó documentos clave de la historia española en muchos volúmenes.
Su tiempo como obispo de Mallorca
Fue nombrado obispo de Mallorca en Madrid el 1 de enero de 1852 y tomó posesión el 25 de marzo siguiente. Participó en el Senado como senador vitalicio entre 1858 y 1860. El 13 de septiembre de 1856, reconoció a la Congregación de Hermanas Franciscas Hijas de la Misericordia como una orden religiosa de la diócesis. El 11 de marzo de 1871, el papa Pío IX la reconoció a nivel mundial. En 1870, pidió a Alberta Giménez que se hiciera cargo, como directora, del Real Colegio de La Pureza. Este colegio, fundado en 1809 en Palma de Mallorca, estaba pasando por un momento difícil.
Se destacó por su generosidad, especialmente durante la epidemia de cólera en 1865. A pesar de su edad, sus problemas de salud y su casi total falta de vista, visitó hospitales y casas de enfermos sin descanso. Por su gran labor, recibió la gran cruz de la Orden Civil de la Beneficencia.
Véase también
- Real Biblioteca
- Palacio Real de Madrid