Mensaje subliminal para niños
Un mensaje subliminal es un tipo de mensaje o señal que está diseñado para ser percibido por tu mente de forma inconsciente, es decir, sin que te des cuenta. La palabra "subliminal" significa "por debajo del umbral" de lo que normalmente podemos percibir.
Por ejemplo, podría ser una parte de una canción que tu oído consciente no capta, pero que tu mente inconsciente sí. O una imagen que aparece en una pantalla tan rápido (quizás una décima de segundo) que tus ojos no la registran conscientemente, pero tu cerebro sí la procesa sin que lo sepas.
Aunque una persona no se dé cuenta de estos mensajes de forma consciente, su mente inconsciente puede recibirlos. Se ha debatido mucho si estos mensajes pueden influir en el comportamiento de las personas. La mayoría de los expertos creen que los mensajes subliminales no tienen un efecto muy fuerte ni duradero, a menos que se presenten de forma muy repetida.
Contenido
Historia de los mensajes ocultos
Primeras ideas sobre la percepción
Las primeras ideas sobre la percepción de cosas sin darnos cuenta se encuentran en los escritos de Demócrito, un pensador de la antigua Grecia. Más tarde, Platón también mencionó esta idea.
Aristóteles, otro filósofo griego, explicó hace más de dos mil años cómo los estímulos que no percibimos conscientemente podrían afectar nuestros sueños. Él sugirió que los impulsos débiles que no notamos durante el día pueden parecer muy grandes y significativos mientras dormimos.
Investigaciones a principios del siglo XX
A finales del siglo XIX y principios del siglo XX, Sigmund Freud investigó mucho sobre el subconsciente y el inconsciente. Sus ideas sobre los sueños fueron muy importantes. Freud creía que los sueños tienen varias funciones:
- Ayudan a proteger nuestro sueño, transformando cosas que podrían molestarnos en imágenes de ensueño.
- Representan deseos que tenemos.
- Los estímulos que recibimos mientras dormimos se transforman de forma simbólica antes de aparecer en el sueño, especialmente si son cosas que nos preocupan.
Un doctor llamado O. Poetzle hizo un descubrimiento importante sobre la percepción subliminal. Él notó que la información que una persona captaba conscientemente no aparecía en sus sueños posteriores. Sin embargo, el contenido de los sueños parecía estar relacionado con estímulos que la persona había percibido a un nivel inconsciente antes de dormir. Poetzle concluyó que los sueños se componen principalmente de información que percibimos de forma subliminal.
Los seguidores de Poetzle pensaron que nuestros ojos hacen muchísimas fijaciones cada día, pero solo una pequeña parte de ellas se percibe conscientemente. La información que se percibe subliminalmente se guarda y se transforma para aparecer más tarde en los sueños. Esto sugería que los estímulos subliminales podrían tener un efecto "retardado" en nuestro comportamiento, como una "bomba de tiempo" o un "despertador".
En 1919, Poetzle relacionó los estímulos subliminales con la sugestión que se da después de la hipnosis y con las acciones repetitivas. Una persona podría realizar acciones que le fueron "programadas" sin saber por qué las está haciendo.
Estudios más recientes
El interés público en la percepción subliminal resurgió a finales de la década de 1950. En 1957, James Vicary, un publicista de Estados Unidos, mostró una máquina llamada taquistoscopio. Esta máquina proyectaba mensajes muy rápidos en una pantalla, tan rápidos que el público no los veía conscientemente, pero se suponía que su subconsciente sí los captaba.
Durante la proyección de una película, aparecían mensajes como: "¿Tienes hambre? Come palomitas. ¿Tienes sed? Bebe Coca-Cola". Vicary afirmó que las ventas de palomitas y refrescos aumentaron mucho.
Esta idea causó preocupación, y en Estados Unidos se prohibió el uso de publicidad subliminal. Sin embargo, cuando otros investigadores intentaron repetir el experimento de Vicary, no obtuvieron los mismos resultados. En 1962, Vicary admitió públicamente que había manipulado los resultados. Dijo que era una idea para vender, pero que no sabía si funcionaría, y que la prensa había filtrado un estudio con datos poco significativos.
Uno de los análisis científicos más grandes sobre esta teoría fue realizado por C. Trappery en 1996. Este estudio incluyó los resultados de veintitrés experimentos diferentes. Ninguno de ellos demostró que los mensajes subliminales causaran un comportamiento obligatorio o compulsivo. Tampoco se probó que sirvieran para aprender idiomas, bajar de peso o dejar de fumar mientras se duerme.
Sin embargo, en 2006, otros investigadores como Johan C. Karremans, Wolfgang Stroebe y Jasper Claus, de universidades en los Países Bajos, revisaron el análisis de Trappery. Ellos señalaron que, aunque el experimento de Vicary fue desacreditado, eso no significa que la idea de los mensajes subliminales sea completamente falsa. Estos investigadores han demostrado que, si se dan las condiciones adecuadas, los mensajes subliminales sí pueden tener un efecto.
Véase también
En inglés: Subliminal stimuli Facts for Kids