Publicidad subliminal para niños
La publicidad subliminal se refiere a mensajes o imágenes que se muestran de una manera tan rápida o escondida que nuestro cerebro los capta sin que nos demos cuenta conscientemente. La idea es que estos mensajes puedan influir en nuestras decisiones, como qué producto comprar.
Imagina que ves una película o un programa de televisión. Si se muestran más de 14 imágenes por segundo, nuestros ojos no pueden ver cada una por separado de forma consciente. Sin embargo, el cerebro sí las procesa. Por eso, algunos creen que si se inserta un mensaje muy breve en medio de esas imágenes, podría influir en lo que pensamos o sentimos, como querer una bebida o una marca específica.
Estudios recientes han demostrado que, bajo ciertas condiciones, estos mensajes ocultos pueden tener un efecto.
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¿Es legal la publicidad subliminal?
En muchos lugares, la publicidad subliminal está prohibida. Por ejemplo, en España, la Ley General de Publicidad de 1988 la considera un tipo de publicidad ilegal. La ley la describe como "aquella que por ser emitida con estímulos en el umbral de la sensibilidad no es conscientemente percibida". Esto significa que si un mensaje se muestra de forma que no lo percibimos a propósito, es ilegal.
También en Noruega hay multas para quienes usen mensajes ocultos en la televisión. La Unión Europea ha propuesto prohibir este tipo de publicidad para proteger a los niños y jóvenes.
Historia de la publicidad subliminal
El experimento de James Vicary
En 1957, en Estados Unidos, se habló mucho de un supuesto experimento realizado por James Vicary. Se decía que había insertado mensajes muy breves de marcas como Coca-Cola o palomitas de maíz en una película, mostrando solo uno o dos fotogramas por minuto. La idea era ver si la gente compraba más esos productos después de ver la película.
Sin embargo, en 1962, el propio Vicary declaró en una entrevista que el experimento fue un engaño. Dijo que lo hizo porque su empresa tenía problemas económicos. Por lo tanto, se cree que esta prueba nunca se realizó y es más bien una historia popular que se ha difundido mucho.
Investigaciones más recientes
En 2006, Johan C. Karremans y su equipo en Holanda hicieron un estudio para ver si podían hacer que la gente prefiriera una bebida específica, Lipton Ice, usando mensajes subliminales.
Pidieron a 61 voluntarios que contaran letras en una pantalla. Durante unos milisegundos, aparecía una secuencia sin significado o el mensaje "Lipton Ice". Después, les preguntaron si querían Lipton Ice o Spa Rood (otra bebida). Descubrieron que los voluntarios que tenían sed eran más propensos a elegir Lipton Ice si habían visto el mensaje oculto.
En un segundo estudio, hicieron que la mitad de 105 voluntarios tuvieran sed dándoles algo salado. Al final, el 80% de los que tenían sed y vieron el mensaje subliminal eligieron Lipton Ice, comparado con solo el 20% del grupo que no vio el mensaje. Esto demostró que, en ciertas situaciones, la publicidad subliminal puede funcionar, especialmente si la persona ya tiene una necesidad (como la sed).
En 2009, una revista de psicología de Estados Unidos sugirió que los mensajes subliminales no crean nuevas conductas, sino que pueden reforzar ideas o actitudes que ya tenemos. Es decir, si ya te gusta algo, un mensaje subliminal podría hacer que te guste un poco más, pero no te hará querer algo que no te interesaba para nada.
Casos que se han comentado
A raíz del supuesto experimento de James Vicary, surgieron muchos ejemplos de casos donde se pensaba que había publicidad subliminal.
- Se dijo que la forma de la botella de Coca-Cola recordaba a la silueta de una persona. Sin embargo, sus creadores explicaron que el diseño buscaba que la botella fuera fácil de sujetar, incluso mojada, y que se inspiraron en la semilla del cacao.
- En la película animada Los Rescatadores, se encontró una imagen inapropiada en el fondo de una escena, que solo se podía ver si se analizaba la película cuadro por cuadro y en cámara lenta. Los responsables de Disney dijeron que la imagen fue insertada por un empleado subcontratado sin su conocimiento, y miles de copias de la película tuvieron que ser retiradas.
Muchos de estos casos son en realidad lo que se llama pareidolia. Esto es cuando nuestro cerebro ve formas o patrones conocidos en cosas que no los tienen, como ver caras en las nubes.
Estudios sobre la publicidad en imágenes fijas
Algunos investigadores, como Wilson Bryan Key, han recopilado ejemplos de mensajes ocultos en anuncios, especialmente en imágenes fijas. Por ejemplo, Key decía haber encontrado figuras ocultas en los cubos de hielo de un anuncio de whisky. Sin embargo, otros investigadores creen que estas interpretaciones son exageradas.
En realidad, muchos de estos ejemplos no son "subliminales" porque las imágenes y situaciones se perciben conscientemente. Es decir, la gente puede verlas, describirlas y analizarlas.
Expertos en publicidad señalan que el objetivo de la publicidad actual es que el consumidor recuerde la marca cuando va a comprar, lo cual requiere una percepción consciente, no inconsciente.
Los estudios de psicología indican que para que un estímulo tenga efecto, debe ser percibido. Nuestro cerebro filtra constantemente una gran cantidad de información para no saturarse. Se cree que los estímulos subliminales están por debajo del umbral mínimo que el cerebro necesita para procesar la información, lo que significa que no los percibiría ni consciente ni inconscientemente.
Publicidad asociativa
A veces, la publicidad subliminal se confunde con la publicidad asociativa. Esta técnica consiste en relacionar un producto con ideas o sentimientos positivos. Por ejemplo:
- Los anuncios de bebidas suelen mostrar a jóvenes exitosos y bien vestidos. La idea es que, al comprar la bebida, el consumidor también sienta que obtiene aceptación social.
- Un coche se anuncia junto a ideas de éxito, belleza o aventura.
- Los productos para el hogar se muestran con familias felices y completas.
- Los anuncios de perfumes o lociones a menudo presentan a parejas atractivas. Esto busca conectar el producto con el deseo de encontrar una pareja o sentirse identificado.
En estos casos, las imágenes y situaciones se perciben de forma consciente. La gente puede recordar y describir lo que vio en el anuncio, por lo que no son mensajes "subliminales".
Emplazamiento de productos
Otra técnica que se confunde con la publicidad subliminal es el "emplazamiento de productos" (o product placement). Esto ocurre cuando una marca o producto aparece de forma visible en una película, serie de televisión o videojuego.
Un ejemplo famoso es el de la película Parque Jurásico III. El ejército de Estados Unidos ayudó con el rodaje a cambio de que se mencionara a los "Marines" en el guion y que un helicóptero mostrara la inscripción "Marines" a la cámara.
Aunque se ha criticado el uso excesivo del emplazamiento, no es publicidad subliminal. Las imágenes, sonidos o comentarios son claramente visibles y audibles, y la audiencia los percibe de forma totalmente consciente. De hecho, los contratos de emplazamiento suelen especificar cuánto tiempo debe aparecer el producto en pantalla y con qué claridad.
Conclusiones sobre la publicidad subliminal
Desde los primeros estudios sobre la percepción en el siglo XIX, las técnicas de persuasión han avanzado mucho. Sin embargo, la existencia de la publicidad subliminal sigue siendo un tema de debate.
Algunas organizaciones de consumidores han investigado la publicidad y no han encontrado casos claros de publicidad subliminal ilegal. Para muchos investigadores, psicólogos y publicistas, la publicidad subliminal es más bien una leyenda urbana.
No obstante, como mencionamos al principio, algunas investigaciones recientes han demostrado que, si se dan las condiciones adecuadas, los mensajes subliminales pueden tener un efecto. Es un campo que sigue siendo estudiado.