Matías López López para niños
Datos para niños Matías López |
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![]() Retrato de Don Matías López
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Información personal | ||
Nombre de nacimiento | Matías López y López | |
Nacimiento | 17 de mayo de 1825 o 21 de febrero de 1826 Sarria (Lugo), Galicia, España |
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Fallecimiento | 18 de junio de 1891 Madrid, España |
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Nacionalidad | español | |
Familia | ||
Padres |
DFrancisco López Rosa López |
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Cónyuge | Andrea de Andrés Sánchez primera Marquesa de Casa-López | |
Hijos | Asunción, Rosa, Matías, Pablo y Mª del Carmen | |
Información profesional | ||
Ocupación | Empresario, Industrial chocolatero y político. | |
Conocido por | Fundador de la fábrica de chocolates Matías López | |
Empleador | Chocolates Matías López | |
Firma | ||
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Matías López y López fue un importante empresario y político español que vivió entre 1825 y 1891. Nació en Sarria, Lugo, Galicia. Es conocido por fundar la famosa fábrica de Chocolates y Dulces Matías López. También fue filántropo, lo que significa que ayudaba a los demás con dinero y acciones.
Matías López recibió importantes reconocimientos, como la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica y el título de caballero de la Legión de Honor francesa.
Contenido
Matías López: Un Empresario del Chocolate
Sus Primeros Años
Matías López y López nació en Sarria, Lugo. La fecha exacta de su nacimiento no es segura, pero se cree que fue el 17 de mayo de 1825 o el 21 de febrero de 1826. Era uno de cinco hermanos.
Sus padres, Francisco y Rosa López, eran personas trabajadoras y humildes. Su madre, Rosa, tuvo una gran influencia en él. Matías creció en una familia sencilla, lo que demuestra sus orígenes humildes.
Su Viaje a Madrid
Cuando tenía quince años, Matías dejó su pueblo natal y se fue a Madrid. No se sabe mucho de esta etapa de su vida. Sin embargo, se sabe que empezó a trabajar en una tienda.
Más tarde, consiguió un empleo en una fábrica de chocolate. Allí, Matías aprendió mucho sobre cómo se hacía el chocolate. Se dedicó a estudiar y mejorar sus conocimientos en este campo.
Sus años de juventud fueron difíciles, pero Matías los aprovechó para formarse. En lugar de divertirse, dedicaba su tiempo libre a estudiar. Esto le permitió adquirir una gran preparación para el mundo de los negocios.
Entre 1840 y 1849, Matías ahorró 6.000 reales gracias a su estilo de vida austero. En 1851, con 26 años, usó esos ahorros para comprar un pequeño molino de chocolate. Estaba en la calle Jacometrezzo de Madrid. Fue el inicio de su exitosa carrera como chocolatero.
En 1853, su negocio ya funcionaba bien. Matías se casó con Andrea de Andrés Sánchez, una joven de 18 años. Ella vivía cerca de su molino. En ese momento, Matías tenía 28 años y un patrimonio considerable.
Cómo Empezó su Negocio
El molino de Jacometrezzo
En 1851, Matías López compró su primer molino de chocolate. En Madrid, había muchos pequeños fabricantes de chocolate. Para tener éxito, Matías necesitaba un producto de alta calidad y a buen precio.
Matías López fue muy ingenioso con su publicidad. Creó un sistema de marketing para que la gente pidiera su chocolate antes de que saliera a la venta.
Dos meses antes de lanzar su producto, Matías enviaba a amigos y familiares a las tiendas. Les pedía que preguntaran por "chocolate Matías López". Los dueños de las tiendas no lo conocían, pero el nombre se les quedaba grabado.
Semanas después, Matías aparecía con su chocolate. Los comerciantes hacían grandes pedidos porque "todo el mundo lo pedía". Estas tácticas, junto con su gran esfuerzo, hicieron que su negocio creciera rápidamente. A veces, Matías incluso dormía en su tienda para trabajar más.
El negocio de la calle Tudescos
En 1855, Matías dio un gran paso. Compró un molino más grande en la calle Tudescos de Madrid. Pasó de trabajar directamente con sus empleados a dirigir su propia fábrica.
Durante seis años, Matías se dio cuenta de que necesitaba máquinas industriales. Para mejorar su producción, hizo varias cosas:
- Viajó por España y Europa. Quería conocer los sistemas de producción y organización de otras fábricas. Su objetivo era aprender y aplicar nuevas tecnologías a su negocio.
- Realizó estudios para mejorar la calidad del chocolate y aumentar su consumo. Matías creía que la fabricación de chocolate debía ser más científica y organizada.
- Confió plenamente en el progreso tecnológico y las máquinas. Para él, las máquinas mejoraban los productos, los hacían más accesibles, recuperaban la inversión rápidamente y facilitaban el trabajo de los obreros.
Matías López tenía una verdadera pasión por la maquinaria. Era el centro de todas sus decisiones y viajes.
Década de los 60: Expansión y Éxito
La década de 1860 fue el comienzo de su gran éxito empresarial. En 1861, Matías compró una casa en la calle Palma Alta. Allí estableció su hogar y su nueva fábrica de chocolate.
En esta nueva fábrica, Matías incorporó una máquina de vapor de 20 caballos. Esto le permitió aplicar todas sus investigaciones y estudios.
Su negocio creció tanto que, un año y medio después, compró la casa de al lado. También convirtió su antigua fábrica de Tudescos en una sucursal. Abrió depósitos centrales en la Puerta del Sol y Montera.
Matías López producía y vendía más de 920 kg de chocolate al día. Se anunciaba como "proveedor de la Real Casa" y ganaba muchas medallas en exposiciones nacionales e internacionales.
Sin embargo, sus talleres de Palma Alta tenían problemas de seguridad y salubridad. Además, la demanda de chocolate seguía creciendo. Por eso, en 1866, Matías compró un terreno de 1.500 metros cuadrados en la calle Palma Alta. Quería construir allí la sede definitiva de su fábrica y su hogar.
En 1867, obtuvo permiso para derribar el edificio existente y construir uno nuevo. El arquitecto Joaquín María Vega diseñó un edificio con tres partes:
- La casa de Matías López, con oficinas y una capilla.
- Un edificio anexo para viviendas de los obreros y almacenes. Tenía cuatro plantas y un patio interior. Las viviendas eran luminosas y ventiladas.
- El molino de chocolate, con una máquina de vapor de 30 caballos.
A finales de 1868, el negocio de Matías López estaba en su máximo esplendor. A principios de 1870, producía 4.600 kg de chocolate al día. El emprendedor que llegó de Galicia con poco, había multiplicado su producción por cuatro.
En ese año, Chocolates Matías López era responsable de cuatro quintas partes del chocolate que se consumía en España. Matías López decía: "Hay capitales y pueblos en nuestra España, que del consumo que hacen del chocolate, cuatro quintas partes proceden de mi fábrica".
Exposición Universal de París de 1889
La Exposición Universal de París de 1889 fue una gran oportunidad para Matías López. Conmemoraba el centenario de la Revolución Francesa. Matías acudió como Presidente del Comité español, acompañado de sus hijos Matías y Pablo.
La revista América y España en la exposición universal de 1889 destacó su papel: "A él debe España la mayor parte de la gloria que ha alcanzado en este certamen".
Allí, Matías López conoció a Gustave Eiffel, el creador de la famosa torre. Eiffel lo felicitó personalmente por su trabajo en la exposición. El gobierno francés le concedió la Legión de Honor. También recibió felicitaciones de personalidades como Emilia Pardo Bazán.
La fábrica de El Escorial
A mediados de la década de 1870, Matías López buscaba una fábrica más grande. Un amigo le habló de una fábrica en El Escorial, construida entre 1865 y 1867. Esta fábrica se dedicaba a refinar azúcar y estaba en venta.
Matías quería una instalación definitiva para su fábrica de chocolate. La de la calle Palma podía tener problemas de seguridad.
Matías López compró la fábrica de El Escorial en 1874. La transformó en un lugar de trabajo moderno y agradable. A diferencia de otros empresarios de la época, Matías se preocupó por las condiciones de vida de sus trabajadores. Creó un entorno con edificios y zonas verdes alrededor de la fábrica.
En 1875, la fábrica de chocolates Matías López en El Escorial comenzó a producir. A principios de 1880, producía 7.360 kg de chocolate al día. Matías se enorgullecía de abastecer a más de mil establecimientos solo en Madrid.
La Publicidad de Matías López
Los Gordos y Los Flacos
Matías López fue un pionero en la publicidad. Para expandir su negocio, volvió a usar tácticas innovadoras.
Conoció a un litógrafo (artista que hace grabados para imprimir) llamado N. González. Probablemente a través de él, Matías contactó con Francisco Ortego Vereda. Ortego era un pintor madrileño con una gran capacidad para conectar con el público.
Matías le encargó a Ortego una ilustración para promocionar sus productos. Este trabajo se considera el primer cartel publicitario moderno de España. Ortego Vereda cobró 8 pesetas por el cartel. Sin saberlo, estaban creando una nueva forma de comunicación masiva.