Masacre de Myall Creek para niños
Datos para niños Masacre de Myall CreekMyall Creek massacre |
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Lugar | Myall Creek, 16 km al noroeste de Bingara y 40km al oeste de Inverell, Nueva Gales del Sur | |
Coordenadas | 29°46′53″S 150°42′46″E / -29.7813, 150.7127 | |
Blanco | Aborígenes australianos | |
Fecha | 10 de junio de 1838 | |
Tipo de ataque | Masacre | |
Arma | Espadas, Mosquetes | |
Muertos | ~al menos 27, aproximadamente 30 | |
Perpetrador | Colonos convictos | |
Motivación | Conflictos raciales | |
La Masacre de Myall Creek fue un evento trágico ocurrido el 10 de junio de 1838. En esa fecha, un grupo de hombres europeos atacó y mató a unos 30 aborígenes australianos en Myall Creek, cerca de Bingara, en el norte de Nueva Gales del Sur, Australia.
Lo que hace este evento especialmente importante en la historia de Australia es que, después de dos juicios, siete de los doce hombres acusados fueron encontrados culpables de asesinato. Fueron condenados a muerte y ejecutados. Esta fue la primera y única vez en la historia de Australia en que colonos europeos fueron ejecutados por la muerte de aborígenes.
Contenido
¿Qué Sucedió en Myall Creek?
El 10 de junio de 1838, un grupo de ganaderos, formado por once hombres (algunos eran convictos y otros ex convictos), llegó a la estación de ganado de Myall Creek. Estaban liderados por John Fleming. Cerca de la estación, un grupo de unos treinta y cinco aborígenes del pueblo Wirrayaraay (parte de la tribu Kamilaroi) estaba acampando.
Estos aborígenes habían sido invitados a la estación por uno de los ganaderos, Charles Kilmeister. Buscaban seguridad y protección de otros grupos de ganaderos que estaban atacando a los aborígenes en la zona. Llevaban varias semanas acampando pacíficamente en la estación y eran conocidos por los europeos. Algunos de los niños incluso hablaban un poco de inglés.
Cuando los ganaderos de Fleming llegaron al campamento, los aborígenes buscaron refugio en la cabaña de Charles Kilmeister.
El Ataque y la Tragedia
El encargado de la estación, George Anderson, preguntó a los recién llegados qué harían con los aborígenes. Uno de ellos, John Russell, respondió que los llevarían "a la parte de atrás para asustarles". Los ganaderos entraron en la cabaña, ataron a los aborígenes con una cuerda larga y se los llevaron a un barranco cercano.
Allí, mataron a casi todos, excepto a una mujer y una niña pequeña que fueron separadas del grupo. Las víctimas, unas 28 personas, eran en su mayoría mujeres, niños y ancianos. La mayoría de los hombres jóvenes no estaban, pues se encontraban en una estación vecina. La mayoría de los aborígenes fueron atacados con espadas. George Anderson se negó a participar en el ataque. Sin embargo, Charles Kilmeister sí se unió a los atacantes.
Después del ataque, Fleming y su grupo buscaron a otros aborígenes que sabían que estaban en una estación cercana. Dos días después, regresaron a Myall Creek. Allí, se deshicieron de los cuerpos para ocultar lo que habían hecho.
La Denuncia y la Investigación
Cuando el gerente de la estación, William Hobbs, regresó días después y encontró los restos, decidió denunciar lo ocurrido. Al principio, Kilmeister intentó convencerlo de no hacerlo. Hobbs habló con un supervisor de una estación vecina, Thomas Foster, quien envió a Frederick Foot a Sídney para informar al nuevo gobernador, George Gipps.
Con el apoyo del procurador general, John Plunkett, el gobernador Gipps ordenó al magistrado de Policía Edward Denny Day que investigara la masacre. Edward Denny Day llevó a cabo una investigación exhaustiva. A pesar de que los cuerpos habían sido movidos, encontró algunos fragmentos de huesos. Logró arrestar a once de los doce atacantes. John Fleming, el líder, fue el único que escapó. George Anderson fue clave para identificar a los detenidos.
Los Juicios: Buscando Justicia
Los juicios comenzaron el 15 de noviembre de 1838. Los acusados fueron representados por tres abogados, pagados por un grupo de terratenientes y ganaderos. Este grupo, llamado "Black Association", incluía a Henry Dangar, el dueño de la estación de Myall Creek.
Primer Juicio: Un Resultado Inesperado
George Anderson, el encargado de la estación, fue el testigo principal de la acusación. Contó cómo los doce hombres habían atado a las víctimas y se las habían llevado. También dijo que Edward Foley, uno de los atacantes, le había mostrado una espada con sangre. El testimonio de Anderson fue apoyado por William Hobbs y el magistrado Edward Denny Day.
El Presidente del Tribunal Supremo, James Dowling, recordó al jurado que la ley no hacía distinción entre el asesinato de una persona aborigen y el asesinato de un europeo. Sin embargo, el jurado, después de solo veinte minutos, declaró inocentes a los once acusados. Más tarde, un miembro del jurado dijo a un periódico que, aunque creía que los hombres eran culpables, no podía condenar a un hombre blanco por matar a un aborigen. Esto muestra los prejuicios que existían en esa época.
Segundo Juicio: La Verdad Sale a la Luz
El procurador general Plunkett no se rindió. Pidió al juez que mantuviera a los prisioneros detenidos para enfrentar nuevos cargos por el mismo incidente. Aunque los once permanecieron en prisión, solo siete fueron juzgados en un segundo juicio el 29 de noviembre.
Anderson volvió a ser el testigo clave y dio un relato aún más detallado de la masacre. Describió cómo los hombres llegaron armados y se llevaron a los aborígenes. Contó que los aborígenes encerrados en la cabaña le pidieron ayuda. También mencionó que dos mujeres y dos niños pequeños lograron escapar o fueron separados del grupo.
Anderson también testificó sobre el regreso de los atacantes y cómo se deshicieron de los cuerpos. Dijo que quería decir toda la verdad y que solo pedía protección. El juicio duró hasta la madrugada del 30 de noviembre, cuando los siete hombres fueron declarados culpables.
El 5 de diciembre, fueron condenados a ser ejecutados. La sentencia fue confirmada el 7 de diciembre. El gobernador Gipps afirmó que no había razones para perdonar a ninguno de los acusados. Los siete hombres fueron ejecutados el 18 de diciembre de 1838.
Este fue un momento histórico, ya que fue la primera y única vez en Australia que colonos europeos fueron ejecutados por la muerte de aborígenes.
Consecuencias y Legado
El caso provocó grandes debates en la sociedad y en los medios de comunicación. Algunos apoyaban a los condenados, mostrando los prejuicios de la época. Por ejemplo, un periódico de Sídney publicó que "toda la pandilla de animales de raza negra no vale el dinero que los colonos tendrán que pagar para la impresión de los tontos documentos judiciales".
John Fleming, el líder de la masacre, nunca fue capturado. Se cree que fue responsable de más ataques en otras regiones. Su hermano, Joseph Fleming, también fue relacionado con ataques en Queensland.
John Blake, uno de los cuatro acusados absueltos en el primer juicio, se quitó la vida en 1852. Sus descendientes creen que lo hizo por remordimiento.
Los hombres ejecutados el 18 de diciembre de 1838 fueron: Charles Kilmeister, James Oates, Edward Foley, John Russell, John Johnstone, William Hawkins y James Parry.
¿Por qué Ocurrió la Masacre?
La Masacre de Myall Creek fue una de muchas que ocurrieron en esa época en la región. A medida que los colonos europeos se expandían por más tierras, los aborígenes a veces se resistían. En ocasiones, cazaban ovejas y ganado para alimentarse, o atacaban las cabañas de los ganaderos.
En el distrito de las Llanuras de Liverpool, se habían reportado ataques al ganado y la muerte de dos hombres blancos. El gobernador envió al Mayor James Nunn y a soldados, quienes, con la ayuda de ganaderos locales, atacaron a los aborígenes que encontraban. Esta campaña culminó en la Masacre de Waterloo Creek en 1838, donde se estima que murieron entre veinticinco y más de cien aborígenes.
Cuando James Nunn regresó a Sídney, muchos ganaderos continuaron con los ataques. Los responsables de la masacre de Myall Creek fueron algunos de ellos. Es importante destacar que los aborígenes asesinados en Myall Creek no habían participado en ningún ataque. Habían vivido en paz en otras estaciones antes de mudarse a Myall Creek. Simplemente fueron víctimas del deseo de los británicos de expandir la colonia.
El periodista Bruce Elder, en su libro Blood on the Wattle, señala que los juicios llevaron a que se formaran "pactos de silencio" para evitar pruebas en futuros procesos. Esto hizo que muchas masacres quedaran sin castigo.
Un Lugar para Recordar
El 10 de junio de 2000, se inauguró un monumento en honor a las víctimas de la masacre. Consiste en una roca de granito y una placa con vistas al lugar de los hechos. Cada año, el 10 de junio, se celebra una ceremonia para recordar a las víctimas.
En enero de 2005, el monumento fue dañado, y algunas palabras de la placa fueron borradas. El monumento se encuentra a 23 km al noreste de Bingara.
La Masacre de Myall Creek y el sitio conmemorativo fueron incluidos en la Lista del Patrimonio Nacional de Australia el 7 de junio de 2008.
Véase también
En inglés: Myall Creek massacre Facts for Kids