Loza blanca de Triana para niños
La Loza Blanca de Triana, también conocida como blanco Triana o loza blanca sevillana, es un tipo de cerámica muy popular en las casas tradicionales de Andalucía, una región de España. Su origen y desarrollo se encuentran en el barrio de Triana, en la ciudad de Sevilla. Es una cerámica típica, esmaltada en blanco, que compitió con otras cerámicas blancas de lugares como Talavera de la Reina y Puente del Arzobispo en Castilla-La Mancha, Manises en el Levante español, y otras zonas del norte de España y el sur de Francia.
Las piezas de "loza trianera" aparecen a menudo en los hogares que pintaron grandes artistas españoles como Velázquez, Murillo o Zurbarán. Esta cerámica tiene sus raíces en la España musulmana y se extendió por toda la península ibérica y el Mediterráneo occidental. También se han encontrado piezas en el centro de Europa (Francia, Flandes y los principados alemanes). Como Sevilla era un centro importante para el comercio con América, muchas de estas piezas también llegaron al continente americano.
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Historia de la Loza de Triana
El barrio de Triana, en Sevilla, era un importante centro de alfarería. Ya en el año 1596, un registro mencionaba que en Triana había "30 hornos de lo blanco y prieto" (es decir, para cerámica blanca y oscura). Solo cinco años después, en 1602, el escritor y viajero Agustín de Rojas Villandrando escribió en su libro Viaje entretenido que había "más de 60 tiendas" de alfarería en Triana. En el siglo XVIII, en 1791, se documentó que Triana tenía "86 hornos de loza y de basto", lo que muestra la gran actividad de este lugar.
¿Cómo se hacía la Loza Blanca de Triana?
La técnica de esmaltar la cerámica, que ya se usaba en Persia y Asia Menor hace más de 5000 años, llegó a la península ibérica con los árabes entre los siglos X y XI. Entre los siglos X y XII, se desarrolló una técnica especial con estaño que daba como resultado ese característico esmalte blanco.
Para decorar las piezas con otros colores, se usaban diferentes óxidos:
- El óxido de cobre para el color verde.
- El óxido de cobalto para el color azul.
- El óxido de manganeso para el color marrón o morado oscuro.
Este último también se usaba para delinear los dibujos, especialmente los verdes, creando una técnica conocida como "verde y manganeso". En la loza trianera, el adorno más común se hacía con pinceladas azules, una técnica que llegó a la cerámica andalusí en el siglo XIII.
Piezas características de la Loza de Triana
Entre las piezas de loza blanca de Triana, destaca la «talla». Es una jarra que se usaba para mantener el agua fresca. Su nombre original era "alcarraza", lo que nos indica su origen musulmán.
Las "tallas" son piezas con un esmalte blanco muy fino, una base estrecha y una boca ancha. Tienen dos asas y unos adornos típicos llamados "pellizcos" o "repulgos" en su cuerpo. Son parecidas a las jarras que se hacían en Andújar, en la provincia de Jaén, pero estas últimas tenían cuatro asas y una forma que recordaba a una "mujer". Con el tiempo, las "tallas" perdieron los "repulgos". En 1610, el experto Sebastián de Covarrubias describió estas vasijas como una "cantarilla con algo de salitre" que, al "sudar" (por la porosidad del barro), lograba mantener el agua fresca.
Galería de imágenes
Para saber más
- Cerámica de Sevilla
- Loza blanca del Norte
- Anexo:Galería de cántaros y lozas en Murillo