La Crucifixión (Medina de Rioseco) para niños
Datos para niños La Crucifixión |
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Autor |
Andrés de Oliveros:
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Creación | 1673 (modificado en 1675 y 1696) | |
Ubicación | Capilla de los Pasos Grandes de Medina de Rioseco, Valladolid (Castilla y León, España) | |
Estilo | barroco | |
Material | madera policromada | |
La Crucifixión es una importante obra de arte. También se le conoce como Lanzada de Longinos, El Longinos o La Lanzada. Fue creada por Andrés de Oliveros en 1673. Más tarde, fue modificada por Francisco Díez de Tudanca en 1675. Finalmente, Tomás de Sierra la mejoró en 1696.
Este grupo de esculturas se lleva en procesión el Viernes Santo. Lo hace la Hermandad de la Crucifixión del Señor. La obra se encuentra en la Capilla de los Pasos Grandes. Esta capilla está en Medina de Rioseco, Valladolid, Castilla y León, España.
Historia de la obra de arte
Cómo se creó la obra
El primer acuerdo
La Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad y Quinta Angustia encargó esta obra. El 25 de abril de 1673, firmaron un contrato con Andrés de Oliveros. Él debía crear un grupo de esculturas para las procesiones.
Oliveros tenía que tallar siete figuras para el Viernes Santo. Se basaría en un grupo similar de Valladolid. El contrato decía que debía tallar un Cristo crucificado. A sus pies, estarían la Dolorosa, San Juan y María Magdalena. Detrás de ellos, irían Longinos a caballo y un joven. Este joven llevaría las riendas del caballo.
Todas las figuras, excepto Cristo, debían medir unos 2,13 metros. Cristo mediría 1,83 metros. Oliveros tenía cuatro meses para terminar el trabajo. El plazo empezaba el 1 de julio de 1673. Recibiría 5000 reales en varios pagos. Juan de Medina Argüelles, un amigo del escultor, fue su garante. Oliveros cumplió el contrato a tiempo. El 16 de marzo de 1674, se confirmó que había terminado y cobrado.
Cambios y desacuerdos
Antonio Téllez de Meneses se encargó de pintar y dorar la obra. Firmó el contrato el 27 de marzo de 1674. En el documento se mencionaba que faltaba una figura de un centurión. Esta se haría un año después. La pintura se negoció con Pedro Cabreros, Manuel del Río y Diego de Ribadeneira.
La pintura costó 1500 reales. Pocos meses después, la cofradía quiso pulir algunos detalles. Oliveros hizo los arreglos, pero la cofradía no quedó contenta. Por eso, el 4 de julio de 1675, contrataron a Francisco Díez de Tudanca. Él debía hacer cambios importantes. La cofradía decía que la obra no estaba bien hecha.
Tudanca debía mover las cabezas de algunas figuras y cambiar sus ropas. También debía alargar la figura de Cristo y reducir el tamaño del caballo. Además, tenía que hacer una nueva base para las figuras. Esta base debía ser más ligera. La cofradía quería que el grupo pudiera ser llevado por solo doce personas. También debía quitar piezas de metal y tallar la figura del centurión que faltaba.
Todos estos cambios costaron 2300 reales. Esto era casi la mitad de lo que se le pagó a Oliveros. Casualmente, Oliveros regresó a Medina de Rioseco días después. La cofradía pidió a la justicia que lo arrestaran. Querían que Oliveros arreglara la obra por su cuenta. Oliveros fue encarcelado y, con su amigo Medina Argüelles de nuevo como garante, tuvo que hacer los cambios. Solo recibió 500 reales. La cofradía lo vigiló de cerca. Oliveros debía empezar el 1 de agosto de 1675 y terminar a finales de octubre.
Más cambios y mejoras
A pesar de todos los cambios, la cofradía seguía sin estar satisfecha. En 1696, decidieron reemplazar las figuras de la Dolorosa, la Magdalena y San Juan. Las nuevas esculturas fueron encargadas a Tomás de Sierra. Él estaba trabajando en el retablo de la ermita de la cofradía.
Además de las nuevas figuras, Sierra renovó la cruz. También mejoró las figuras de Cristo, Longinos y el joven. Hizo la base más ligera. Por todo esto, recibió 2700 reales. También le pagaron 400 reales más por hacer la figura de un sayón. Las figuras de Sierra eran de mucha mejor calidad. Esto hizo que el valor artístico de la obra aumentara.
El misterio de las ruedas
Durante muchos años, se contó una historia. Se decía que poco después de crear el grupo, la cofradía pidió ruedas. Querían usarlas para mover La Crucifixión y El Descendimiento. La historia dice que para la Semana Santa, solo se hicieron ruedas para La Crucifixión. Este grupo salió con ruedas.
Los que llevaban El Descendimiento tuvieron que cargarlo a hombros. Esto hizo que la gente se riera de La Crucifixión por no ser llevada con tanto esfuerzo. Los miembros de la cofradía, sintiéndose mal, quitaron las ruedas. Así, cargaron el grupo a hombros.
Sin embargo, los registros de la cofradía de 1688-1689 cuentan otra cosa. Dicen que se pagaron 40 reales por "seis ruedas de olmo negrillo". También se pagó por "dos vigas para meter las ruedas". Esto sugiere que las ruedas se usaban para mover los pasos dentro y fuera de las iglesias. Pero la procesión en sí se hacía cargando las figuras a hombros. Hoy en día, ambos grupos se cargan a pulso. Los miembros de la cofradía hacen un gran esfuerzo para que las figuras no toquen el marco de la puerta.
Cuidado y restauración
Entre 1768 y 1769, se hicieron arreglos en La Crucifixión y El Descendimiento. Manuel Benavente y Tomás Riesgo recibieron 200 reales por esto. También les pagaron 24 reales por retocar la pintura. No se sabe exactamente qué trabajos hicieron.
En 1972, se limpiaron las figuras. Se quitaron capas de suciedad y pintura vieja. Así se descubrió la pintura original. Esta estaba oculta bajo repintes y ceras. La limpieza reveló los detalles, los volúmenes y los colores originales.
En 1995, el grupo tuvo que ser restaurado de nuevo. El clima de la capilla y el movimiento en las procesiones habían causado daños. Las figuras tenían grietas, piezas sueltas y pintura descascarada. La primera parte de la restauración empezó en 1997. Se restauraron Longinos, el caballo, el joven y el sayón. El trabajo se centró en fijar la pintura y reforzar la madera. También se taparon grietas y se pegaron piezas sueltas. Se quitaron capas de pintura y barniz antiguos. Se encontraron problemas en cómo las figuras estaban sujetas a la base. Esto estaba causando daños. Se corrigieron con nuevas técnicas de sujeción.
En 1999, se restauró la figura de Cristo. Tenía problemas en sus uniones debido a su tamaño y las tensiones. También se buscó la pintura original. El joven estaba sujeto por los pies y un brazo al caballo. Esto lo hacía vulnerable a las vibraciones. Se reforzó con espigas y lazos. Las pinturas originales, hechas con temple de huevo y óleo, aparecieron al quitar las capas artificiales.
La Dolorosa también tuvo que ser arreglada en su sujeción a la base. Se limpiaron pequeñas grietas causadas por la madera. La Magdalena tenía pequeñas grietas en sus bloques. San Juan mostraba grietas en el brazo derecho y la mano. Estas se habían ahuecado por el movimiento.
Descripción de las figuras
Las esculturas principales
Cristo
Esta es una de las tres piezas originales de Oliveros que se conservan. Las otras son Longinos y el joven. La figura de Cristo muestra a Jesús muerto en la cruz. Su cabeza está de perfil, no caída sobre el pecho. Esto, junto con la rigidez del cuerpo, le quita naturalidad. Su piel es mate y tiene varias marcas de sangre. El paño que lo cubre tiene pliegues grandes y rígidos.
Longinos
Esta figura está montada a caballo. Su rostro no tiene mucha expresión. Destaca una boca abierta y una barba larga y espesa con muchas ondas. En su mano derecha, lleva la lanza con la que perfora el costado de Cristo. No se ven las gotas de sangre que, según una antigua historia, cayeron en sus ojos y le curaron la vista.
Viste una túnica verde oliva con botones (a la moda del siglo XVII). Lleva pantalones color calabaza y botas altas de color burdeos. También tiene un turbante blanco con franjas verdes y rojas. Una capa bermellón está recogida en su brazo izquierdo y parece moverse con el viento. Sus piernas están arqueadas de forma poco natural. El caballo, por su parte, se ve muy realista gracias a muchas reformas.
Mancebo (el joven)
El joven mide 1,90 metros. Es una de las figuras más grandes del grupo, junto con Longinos y Cristo. Su rostro apenas se ve porque se cubre la cara con la mano izquierda. Con la mano derecha, sujeta las riendas del caballo. Tiene un rostro juvenil.
Viste una chaqueta granate con botones y mangas abultadas de color verde oscuro. Por debajo, se ve una camisa blanca. Lleva pantalones del mismo color que las mangas y botas granates con detalles dorados. Su sombrero combina con los pantalones y las mangas.
Centurión
El centurión es la única obra de Tudanca en el grupo. Hasta principios del siglo XXI, se pensaba que era de Oliveros. Su postura es muy forzada y rígida, sin expresión. Lleva una lanza en la mano derecha. Viste una coraza oscura que combina con sus botas. Su túnica es burdeos y por debajo se ve una camisa naranja. Lleva un casco en la cabeza. Destacan su bigote pronunciado y su melena larga hasta los hombros.
Sayón
La figura del sayón es de mucha mejor calidad que las de Oliveros y Tudanca. Se le conoce como «El Chatarrilla». Representa a un hombre de mediana edad con rasgos marcados y un rostro muy expresivo. Con la mano izquierda, sostiene una lanza. La mano derecha la tiene levantada.
Viste una túnica burdeos. Sus mangas son color calabaza y por el codo se ve tela verde. Lleva pantalones oscuros con aberturas que dejan ver tela naranja. Sus botas son oscuras y su gorro es del mismo tono que las mangas.
María Magdalena
La figura de la Magdalena está de rodillas con los brazos levantados. Su rostro muestra desesperación. Destacan su boca entreabierta y su barbilla redondeada. Su melena es larga y cae sobre el pecho, casi llegando a la cintura.
Viste una túnica verde pálido con escote en pico. Está ajustada por encima de las caderas. Lleva una camisa interior blanca con detalles granates y botones en las muñecas. Un rico manto anaranjado con interior azul la cubre. Tiene pliegues voluminosos y un estampado de plantas.
San Juan
La figura de San Juan muestra a un joven con la vista hacia arriba. Su rostro mezcla tristeza y resignación. Tiene una cabellera ondulada y desordenada, típica del estilo barroco. Su mano izquierda está sobre el pecho, mostrando dolor. El brazo derecho está extendido hacia la figura de Cristo.
Viste una túnica verde oliva ajustada a la cintura. Lleva sandalias y un manto con pliegues suaves. El manto es de color bermellón con un borde dorado.
Dolorosa
La Dolorosa, junto con la Magdalena y San Juan, le da un toque emocional a la obra. El dolor y la tristeza por la muerte de Cristo se ven claramente en su rostro. Su expresión está influenciada por otras obras famosas. Con la vista hacia el cuerpo de su hijo, su sufrimiento se acentúa. Esto se logra con una boca abierta, cejas arqueadas y pómulos enrojecidos.
Sus brazos están doblados y hacia el lado derecho. Sus manos están juntas, con los dedos entrelazados, sujetando un pañuelo. La figura tiene una ligera torsión hacia la derecha. Esto resalta la forma de algunos pliegues. La Virgen viste una túnica bermellón con pliegues gruesos y ajustada a la cintura. Lleva una toca blanca que enmarca su rostro. Un manto azul cae desde su cabeza hasta los pies. Está recogido de forma artística, creando una cascada de pliegues curvos.
Esta figura es una de las mejores de Tomás de Sierra. Su parecido con otra Dolorosa en la Catedral de Orense ayudó a atribuir esta última al mismo escultor. Sin embargo, ahora se cree que la de Orense es de Pedro de Ávila. La Dolorosa, Magdalena, San Juan y el sayón tienen una gran influencia del arte de Valladolid.
La base de la obra
La base o tablero de La Crucifixión es diferente a las de otras cofradías de Medina de Rioseco. Está hecha para ser funcional, no para adornar. Esto le da al grupo una apariencia seria y sólida. Es importante que sea así porque el grupo es grande y pesado. Los elementos que sobresalen podrían dificultar el movimiento al entrar y salir de la capilla.
El tablero actual es similar al que aparece en fotos y videos de principios del siglo XX. Es más ligero y tiene una pequeña barandilla decorativa.
En mayo de 1929, se decidió cambiar el tablero. El 8 de diciembre, se hizo una reunión para planear su construcción. También se aprobó el dinero para pintarlo. Esto indica que el tablero ya estaba casi terminado. El Viernes Santo de 1930, el grupo salió en procesión con el nuevo tablero. Era más fuerte y no tenía la barandilla. En 1964, se quitaron los soportes de hierro para los faroles del centro. Las luces se colocaron en los extremos del tablero.
La base actual es fuerte y de líneas rectas. Tiene una estructura de madera grande y resistente. Puede soportar los 1400 kilos de todo el grupo. Tiene cinco vigas de madera paralelas. En los extremos de estas vigas están los palotes. A lo largo de los lados y de los palotes delanteros y traseros, se colocan los veinte hermanos que cargan el grupo a hombros.
Las vigas están unidas con travesaños reforzados con hierro. La parte de arriba está cubierta con tablas unidas. Cuando los hermanos levantan el grupo, las piezas se doblan un poco. Esto les permite adaptarse a las calles irregulares y a la altura de los cargadores. Esto produce un sonido característico.