Incendios forestales de Australia para niños
Los incendios forestales en Australia, conocidos por los australianos como bushfires, son un fenómeno muy común y natural que ha moldeado el continente durante millones de años. La parte este de Australia es una de las zonas del mundo con mayor riesgo de incendios. Sus bosques, llenos de eucaliptos, han evolucionado para crecer y prosperar después de estos eventos.
Estos incendios pueden causar daños importantes a las propiedades y afectar la vida de personas y animales. Desde 1851, los incendios forestales en Australia han afectado a muchas personas y a miles de millones de animales. Los incendios más grandes registrados ocurrieron entre 1974 y 1975, quemando una enorme área de 1.170.000 kilómetros cuadrados, ¡lo que equivale al 15% de Australia!
Los incendios más devastadores suelen ocurrir cuando hay altas temperaturas, poca humedad y vientos fuertes. Estas condiciones son perfectas para que el fuego se extienda muy rápido. A menudo, los incendios más graves se nombran por el día en que alcanzaron su punto máximo. Algunos de los más conocidos incluyen:
- El Sábado Negro de 2009 en Victoria, que afectó a más de 170 personas y destruyó 2000 casas.
- El Miércoles de Ceniza de 1983 en Victoria y Australia Meridional, que afectó a muchas personas y casi 1900 hogares.
- El Viernes Negro de 1939 en Victoria, que afectó a muchas personas y destruyó 650 casas.
- El Martes Negro de 1967 en Tasmania, que afectó a muchas personas y casi 1300 viviendas.
- Los incendios de Gippsland y el Domingo Negro de 1926 en Victoria, que afectaron a muchas personas durante dos meses.
Otros incendios importantes fueron los del Jueves Negro de 1851, los de diciembre de 2006 y los de 2019-2020.
El clima de Australia se ha vuelto más seco en los últimos 15 millones de años. Esto ha creado un ambiente y una ecología propensos al fuego. Por eso, muchas plantas y animales australianos han desarrollado formas especiales de adaptarse. Algunas plantas incluso necesitan los incendios para reproducirse. Los aborígenes australianos solían usar el fuego para limpiar pastizales para la caza y para abrir caminos en la vegetación densa. El explorador James Cook escribió en 1770, mientras navegaba por la costa: "Humos durante el día y fuegos durante la noche". Los inmigrantes también han aprendido a usar el fuego para mejorar la agricultura y el manejo de los bosques desde el siglo XIX. La forma de manejar los bosques y los incendios ha cambiado a lo largo de los XX y XXI, especialmente con la creación de parques nacionales y reservas naturales.
Contenido
Historia de los incendios forestales en Australia
¿Cómo se adaptó la naturaleza australiana al fuego?
El fuego es una fuerza muy importante en el ambiente australiano. Muchas plantas han evolucionado para sobrevivir o incluso necesitar los incendios forestales. Por ejemplo, algunas tienen brotes especiales o raíces que vuelven a crecer después de un incendio. Otras producen semillas que son resistentes al fuego o que necesitan el calor para germinar. Los eucaliptos, por ejemplo, tienen aceites inflamables en sus hojas. Esto ayuda a que el fuego se propague y elimine a otras plantas que no toleran el fuego.
Los primeros exploradores europeos que llegaron a la costa australiana notaron la gran cantidad de humo de los incendios. La expedición de Abel Janszoon Tasman vio humo en Tasmania en 1642 y encontró troncos quemados y tierra cocida en los bosques. En 1770, la tripulación del Capitán Cook vio incendios en los arbustos casi todos los días de su viaje.
¿Cómo usaban el fuego los aborígenes australianos?
Los incendios podían ser causados por la naturaleza o por las personas. Los aborígenes de muchas regiones encendían fuegos en los pastizales. Esto ayudaba a que creciera hierba más abundante para alimentar a los canguros y otros animales que cazaban. También usaban el fuego para facilitar la caza y para que crecieran plantas comestibles a nivel del suelo. En el centro de Australia, usaron el fuego de esta manera para manejar su tierra durante miles de años.

El uso del fuego por parte de los aborígenes era tan común que casi todos los primeros exploradores de Australia lo mencionaron. James Cook incluso llamó a Australia "este continente de humo" por los fuegos aborígenes. Sin embargo, cuando los europeos tomaron el control, la forma de manejar el fuego cambió. Se empezó a priorizar la extinción de incendios, lo que fue muy diferente de las prácticas tradicionales de quema.
Un estudio de 2001 encontró que la interrupción de las prácticas de quema tradicionales y la tala de árboles sin control hicieron que muchas áreas de Australia fueran más propensas a incendios grandes, especialmente en la estación seca. Otro estudio de 2017 sugirió que la eliminación de árboles maduros por parte de los europeos pudo haber causado que crecieran muchos arbustos jóvenes, lo que aumenta el riesgo de incendios. Además, la introducción de la hierba gamba en Queensland en 1942, que se plantó a gran escala desde 1983, también contribuye. Esta hierba puede alimentar incendios muy intensos, lo que lleva a la pérdida de árboles y a daños ambientales a largo plazo.
Véase también
En inglés: Bushfires in Australia Facts for Kids