Historia de los judíos en Estonia para niños
La historia de los judíos en Estonia es un viaje fascinante que comenzó hace muchos siglos. Los primeros registros de comunidades judías en lo que hoy es Estonia datan del siglo XIV.
Más tarde, en el siglo XIX, un decreto del Zar Alejandro II de Rusia en 1865 permitió a ciertas personas judías, como soldados, comerciantes, artesanos y aquellos con buena educación, vivir en Estonia y otras partes del imperio. Esto ayudó a que la comunidad judía creciera.
La comunidad judía más grande de Estonia se formó en Tallin en 1830, cuando llegaron las primeras cincuenta familias. Con el tiempo, se construyeron varias Sinagogas, que son lugares de reunión y oración. Las más grandes se levantaron en Tallin en 1883 y en Tartu en 1901. Lamentablemente, estos edificios fueron destruidos durante un gran conflicto mundial.
A medida que la población judía se extendía por otras ciudades, también se crearon más lugares de oración y cementerios. La comunidad judía se esforzó por establecer sus propias escuelas. Se fundaron colegios para niños donde se estudiaba el Talmud, y también escuelas primarias en la década de 1880. Al principio, la mayoría de los judíos en Estonia eran comerciantes y artesanos.
A finales del siglo XIX, hubo un cambio importante. Se les permitió a los judíos ingresar a la Universidad de Tartu. Esto fue clave para el desarrollo de la vida cultural judía, ya que más personas pudieron acceder a la educación superior.
Contenido
Autonomía cultural en la Estonia independiente
La fundación de la República de Estonia en 1918 marcó el comienzo de una nueva etapa. Desde el principio, Estonia mostró respeto hacia las minorías étnicas y religiosas. Esto impulsó un gran avance para la sociedad judía.
Entre el 11 y el 16 de mayo de 1919, se celebró el primer congreso de congregaciones judías de Estonia. Allí se discutieron nuevas ideas, como la autonomía cultural judía y la creación de una escuela secundaria judía en Tallin. Las asociaciones y grupos judíos crecieron en número. Uno de los más importantes fue la Sociedad Literaria y Teatral H. N. Bjalik, fundada en Tallin en 1918.
Años 1920: Desarrollo y crecimiento
En 1920, se fundó la Sociedad Deportiva Maccabi, que se hizo famosa por promover el deporte entre los jóvenes judíos. Los atletas judíos comenzaron a participar en competencias tanto en Estonia como en otros países.
En 1934, se estableció una cátedra para el estudio del judaísmo en la facultad de filosofía de la universidad. En la comunidad académica de Tartu, existían cinco organizaciones de estudiantes judíos. Estas organizaciones tenían sus propias bibliotecas y fomentaban la cultura y la vida social judía.
También se crearon grupos juveniles que buscaban fortalecer la identidad judía. Muchos jóvenes judíos viajaron a Palestina para construir nuevas comunidades, viviendo en lugares llamados kibutz. Otros judíos estonios emigraron a Norteamérica (especialmente a los Estados Unidos) y Sudamérica (principalmente a Argentina).
El 12 de febrero de 1925, el gobierno estonio aprobó una ley para asegurar la autonomía cultural de las minorías. La comunidad judía de Estonia actuó rápidamente para obtener esta autonomía. En junio de 1926, se creó el Consejo Cultural Judío, y se declaró oficialmente la autonomía cultural judía. El organismo encargado de administrar esta autonomía fue la Organización de la Cultura Judía, dirigida por Hirsch Aisenstadt, hasta que fue disuelta en 1940.
Años 1930: Cambios y desafíos
En 1934, vivían 4.381 judíos en Estonia, lo que representaba el 0,4% de la población total. De ellos, 2.203 residían en Tallin, 920 en Tartu, 262 en Valga, 248 en Pärnu, 188 en Narva y 121 en Viljandi.
Durante este período, al menos la mitad de los judíos que vivían en Estonia tuvieron que dejar el país. En el verano de 1941, cuando las fuerzas alemanas llegaron a Estonia, comenzaron a registrar a la población judía local. Durante este tiempo, Estonia fue incluida en una administración civil alemana que abarcaba los estados bálticos y Bielorrusia occidental.
Lamentablemente, durante este periodo, muchas personas fueron perseguidas y asesinadas. Se estima que alrededor de 6.000 estonios y 1.000 rusos fueron asesinados en Estonia. Además, aproximadamente 15.000 prisioneros de guerra y personas judías de otras partes de Europa también perdieron la vida en Estonia.
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Véase también
- Religión en Estonia