Historia de la Iglesia católica para niños
La Iglesia Católica se origina con Jesucristo y sus seguidores. Los obispos son sucesores de los apóstoles y el Papa, líder de la Iglesia, es el sucesor de San Pedro. En el siglo II, los obispos se reunieron en sínodos para resolver problemas. A pesar de persecuciones, el cristianismo creció y se legalizó en 313. En 380, se convirtió en la religión oficial del Imperio Romano. Durante siglos, la Iglesia preservó la cultura clásica y ayudó a convertir a los pueblos del norte de Europa. En el siglo XI, hubo un cisma entre la Iglesia griega y latina. En respuesta a la Reforma Protestante, la Iglesia realizó reformas durante la Contrarreforma. Aunque ha perdido influencia en Europa, el catolicismo sigue siendo una fe extendida en todo el mundo.
Contenido
Inicios de la Iglesia
La Iglesia Católica fue fundada por Jesucristo, según los creyentes católicos. Jesús eligió a doce apóstoles y les pidió que continuaran su trabajo. La Iglesia católica enseña que el Espíritu Santo llegó sobre los apóstoles en Pentecostés, marcando el inicio de la Iglesia. Consideran a San Pedro como el primer obispo de Roma y el primer Papa. Desde entonces, ha habido una línea continua de Papas. Aunque algunos discuten si Pedro fue el primer obispo de Roma, la Iglesia Católica sigue creyendo en la sucesión apostólica.
La Iglesia comenzó en tiempos del Imperio Romano. Viajar era más fácil gracias a las carreteras romanas. Muchas personas alrededor del Mediterráneo se convirtieron al cristianismo. El domingo se convirtió en el día principal de adoración. A medida que más personas se unían al cristianismo, la Iglesia se alejaba de las prácticas judías. Hubo reuniones para resolver problemas doctrinales y políticos. La Iglesia se organizó con obispos y sínodos. Muchos teólogos importantes ayudaron a definir las creencias cristianas. A pesar de la persecución, el cristianismo se extendió y finalmente fue legalizado en el Imperio Romano.
Antigüedad tardía
Constantino, emperador romano, apoyó al cristianismo en el 312. Emitió el Edicto de Milán para tolerar todas las religiones. Dio grandes regalos a la Iglesia, haciéndola poderosa. Algunos cultos paganos se disolvieron por falta de fondos, y la Iglesia cuidó a los pobres. Constantino convocó consejos para resolver disputas religiosas. En el Concilio de Nicea, en 325, se decidió que Cristo era divino, pero hubo divisiones. En 380, el cristianismo se volvió la religión oficial del Imperio Romano. Hubo más disputas sobre la doctrina y la Biblia. Los desacuerdos llevaron a la separación de algunas iglesias de la Iglesia Católica.
Edad Media
Después de la caída del Imperio Romano, el cristianismo luchó por convertir a las tribus bárbaras. La conversión del rey Clodoveo I, en 496, marcó un aumento del cristianismo en Occidente. San Benito escribió la "Regla de San Benito", guiando la vida monástica. Los monasterios se convirtieron en centros de civilización, preservando la cultura y promoviendo la fe. Gregorio Magno ayudó a convertir a los visigodos y lombardos. Misioneros como Agustín de Canterbury llevaron el cristianismo a Europa del Norte. El Concilio de Whitby de 664 reconcilió a la Iglesia celta con Roma. Carlomagno fortaleció al papado. La iconoclasia bizantina causó divisiones, resueltas en el Segundo Concilio de Nicea en 787. Las Cruzadas se iniciaron para recuperar la Tierra Santa. El cisma entre Oriente y Occidente dividió el cristianismo en 1054. Las reformas monásticas y la arquitectura gótica marcaron la Baja Edad Media. La inquisición y los conflictos entre la iglesia y el estado caracterizaron el siglo XIV. El cisma occidental se resolvió en el Concilio de Constanza en 1417.
Renacimiento y reformas
A finales del siglo XV y principios del siglo XVI, misioneros y exploradores europeos llevaron el catolicismo a nuevas tierras en América, Asia, África y Oceanía. El papa Alejandro VI dio a España y Portugal derechos coloniales sobre estas tierras. Sin embargo, algunos misioneros, como Antonio de Montesinos, criticaron el trato injusto a los nativos. En respuesta, se promulgaron las Leyes de Burgos y Valladolid. Hubo un debate sobre los derechos humanos liderado por Francisco de Vitoria. En 1521, Fernando de Magallanes bautizó a los primeros católicos en las Filipinas. Los misioneros llegaron a México y enseñaron a los indios nuevas formas de vida. El Papa Pablo III declaró que los indios también eran personas. Las misiones se expandieron por América del Norte. En Europa, el Renacimiento trajo un nuevo interés en el arte y la educación. La Iglesia apoyó a grandes artistas como Miguel Ángel y Leonardo da Vinci. Sin embargo, hubo conflictos entre la Iglesia y los humanistas. El Concilio de Trento promovió la Contrarreforma y reformó la Iglesia. La educación del clero mejoró y se crearon nuevas órdenes religiosas. Hubo una renovación espiritual liderada por santos como Teresa de Ávila. En Japón, el misionero Francisco Javier introdujo el catolicismo, pero fue perseguido por el Shogun Toyotomi Hideyoshi. A pesar de esto, la fe cristiana sobrevivió en Japón hasta tiempos modernos.
Barroco, la Ilustración y las revoluciones
El Concilio de Trento trajo de vuelta muchas prácticas religiosas y oraciones especiales dedicadas a María, la madre de Jesús, en la Iglesia Católica. Durante la Reforma, la Iglesia defendió sus creencias sobre María contra las ideas de otras personas que querían cambiarlas. La Iglesia también ayudó en las guerras contra Turquía, y cuando ganaron, dijeron que fue gracias a María. Esto llevó a un renacimiento en la devoción a María como la Reina del Cielo. Los papas Pablo V, Gregorio XV y Alejandro VII hicieron declaraciones importantes sobre María, diciendo que nació sin pecado original. Esto llevó a la creación de nuevas festividades y oraciones, como la Inmaculada Concepción y el Rosario. La gente mostraba su amor por María de muchas maneras, como hacer peregrinaciones y cantar himnos para ella.
En tiempos de la Ilustración, algunas personas comenzaron a cuestionar la religión, pensando más en la razón que en la fe. Esto causó problemas para la Iglesia, que tuvo que defenderse contra ideas que no estaban de acuerdo con sus creencias. En la India, los jesuitas jugaron un papel importante en difundir el cristianismo entre la gente local. Pero, debido a la oposición en otros lugares, las misiones jesuitas en la India finalmente terminaron. La Revolución Francesa también causó problemas para la Iglesia en Francia, con leyes que limitaban su poder y sus actividades. A pesar de estos desafíos, la Iglesia continuó creciendo en América del Norte y del Sur, donde los misioneros católicos ayudaron a construir escuelas y hospitales.
Era industrial
En 1854, el papa Pío IX dijo que María, la mamá de Jesús, nunca había hecho nada malo, y eso se volvió una enseñanza muy importante para la Iglesia. Después, en 1869, cuando se juntaron líderes de la Iglesia para hablar sobre si el papa siempre estaba en lo correcto, algunos estaban de acuerdo y otros no. Al final, decidieron que el papa sí podía decir cosas que eran verdad sin cometer errores.
Más tarde, en 1891, otro papa llamado León XIII dijo que los trabajadores deberían ser tratados mejor y ganar un sueldo justo. Después, en 1931, otro papa llamado Pío XI habló sobre cómo las personas deberían ayudarse unas a otras y ser solidarias.
Las mujeres también jugaron un papel importante en la Iglesia, como ayudar a los enfermos y enseñar a los niños. Algunas fundaron escuelas y hospitales para ayudar a los más necesitados.
Durante el siglo XX, hubo gobiernos que no querían que la Iglesia fuera tan importante y hubo conflictos. En algunos países, como México y la Unión Soviética, persiguieron a los católicos. En otros, como Italia y Alemania, hubo acuerdos entre la Iglesia y el gobierno para tratar de llevarse bien.
Durante la Segunda Guerra Mundial, la Iglesia criticó a los nazis por sus acciones malvadas y ayudó a proteger a las personas que eran perseguidas, como los judíos. Algunas personas piensan que la Iglesia no hizo lo suficiente, pero otros la elogian por defender lo que era correcto.
La edad posindustrial
El Concilio Vaticano II, convocado por el Papa Juan XXIII en los años 60, modernizó la Iglesia Católica. Querían que las enseñanzas de la Iglesia fueran más comprensibles para la gente de hoy. Hicieron cambios en la manera en que se celebran las ceremonias y permitieron que se usen diferentes idiomas. También se enfocaron en la unidad entre los cristianos y discutieron cómo unirse con otras iglesias, como la Iglesia Ortodoxa Oriental.
Después del Concilio, hubo diferentes reacciones. Algunos se alejaron de la Iglesia, otros trataron de mantener las formas antiguas de adoración. Los católicos tradicionalistas creen que el Concilio fue demasiado lejos, mientras que los católicos liberales piensan que no fue lo suficientemente lejos. Además, surgieron nuevas ideas teológicas, como la Teología de la Liberación en América Latina, que se centraba en ayudar a los pobres. Aunque algunos líderes de la Iglesia la criticaron, sigue siendo importante en la región.
Iglesia católica en la actualidad
En junio de 2004, el patriarca ecuménico Bartolomé I visitó Roma para reunirse con el papa Juan Pablo II en la fiesta de los santos Pedro y Pablo. Durante su visita, participó parcialmente en la liturgia presidida por el papa, incluyendo la Liturgia de la Palabra y la proclamación conjunta del credo niceno-constantinopolitano en griego. Sin embargo, no participó plenamente en la Liturgia de la Eucaristía. Este gesto de unidad entre la Iglesia católica y la ortodoxa oriental, aunque criticado por algunos, continuó con los papas Juan Pablo II y Benedicto XVI. En 2007, la declaración de Rávena reafirmó la creencia en la primacía papal, aunque se acordó discutir más sobre su ejercicio. Bajo el papado de Benedicto XVI, la Iglesia continuó políticas similares a las de Juan Pablo II, con excepciones como descentralizar las beatificaciones. Luego, con la elección del papa Francisco en 2013, la Iglesia vio un enfoque más simple y pastoral, marcado por cambios significativos en la política y la actitud hacia temas como la ecología o el progresismo.
Véase también
- Historia del cristianismo
- Catolicismo político
- Anticatolicismo
- Críticas a la Iglesia católica