Grabados rupestres del Barranco de Balos para niños
Datos para niños Grabados rupestres del Barranco de Balos |
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Los Letreros | ||
Bien de interés cultural | ||
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Ubicación | ||
Continente | África | |
Región | Macaronesia | |
Archipiélago | Canarias | |
Isla | Gran Canaria | |
País | ![]() |
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Comunidad | ![]() |
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Isla | Gran Canaria | |
Localidad | Agüimes | |
Coordenadas | 27°52′19″N 15°28′41″O / 27.871934, -15.478 | |
Historia | ||
Tipo | Yacimiento | |
Uso original | mágico-religioso (hipotético) | |
Cultura | Bereber | |
Constructor | Aborígenes canarios | |
Descubrimiento y hallazgos | ||
Arqueólogos | René Verneau | |
Bien de interés cultural Patrimonio histórico de España |
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Categoría | Zona arqueológica | |
Código | RI-51-0003912 | |
Declaración | 5 de julio de 1973 | |
Mapa de localización | ||
Ubicación en Las Palmas
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Los grabados rupestres del Barranco de Balos, también conocidos como letreros de Balos, son un importante lugar arqueológico en la isla de Gran Canaria, España. Se encuentran en un barranco en el municipio de Agüimes. Estos grabados fueron hechos por los antiguos habitantes de Gran Canaria. Son el conjunto de grabados en roca más grande y significativo de la isla. Este sitio fue declarado Bien de Interés Cultural el 5 de julio de 1973, lo que significa que es un lugar muy valioso que debe ser protegido.
Contenido
¿Dónde se encuentran los grabados de Balos?
El lugar donde están los grabados es una zona con rocas de diferentes tipos. Hay rocas de basalto, que son de origen volcánico. Estas rocas forman un gran macizo de más de 600 metros de largo. Es en este macizo donde se concentran la mayoría de los grabados. También hay otras rocas llamadas fonolíticas, especialmente cerca de la montaña de Los Perros y el roque Aguayro.
¿Qué tipos de grabados podemos encontrar?
Los expertos han dividido el área de los grabados en diez secciones. Ocho de ellas están en la parte norte del macizo y dos en la parte sur. La mayoría de los dibujos son lo que se conoce como alfabetiformes. Esto significa que parecen letras o símbolos de una escritura antigua, posiblemente de origen líbico-bereber.
Pero no solo hay formas de letras. También se pueden ver:
- Formas geométricas: como círculos, líneas y espirales.
- Formas de animales: dibujos que representan animales.
- Formas de ramas: que parecen plantas o árboles.
- Jinetes: figuras que muestran personas montando a caballo.
Para hacer estos grabados, los antiguos habitantes usaban diferentes técnicas. La más común era el picado de trazo continuo. Esto significa que golpeaban la roca con una herramienta para crear líneas. También usaban la incisión (cortar la roca), el rayado (raspar) y la abrasión (desgastar la superficie). A veces, combinaban estas técnicas.
¿Cómo se conservan los grabados?
Lamentablemente, el estado de conservación de los grabados de Balos no es muy bueno. A lo largo de los años, han sufrido muchos daños. Algunas personas han escrito sus nombres o fechas sobre los grabados originales, lo que se conoce como grafitis. Otros han intentado copiar los dibujos, pero de forma descuidada.
También ha habido casos de robo de piezas. Por ejemplo, en 1957, un arqueólogo se llevó un trozo de roca con un grabado de animal. Un habitante de la zona fue testigo de este suceso.
Uno de los daños más graves ocurrió el 22 de junio de 2007. Algunas personas destruyeron uno de los paneles más importantes. Este panel tenía grabados con formas geométricas y símbolos antiguos. Aunque el daño fue muy grande, un equipo de restauración trabajó durante dos años para reconstruir y reparar la estructura.
Todos estos problemas hacen que sea difícil estudiar los grabados. Es complicado saber cuáles son los dibujos originales y cuáles son copias o añadidos más recientes. Por eso, es muy importante proteger este lugar. Se necesitan medidas de vigilancia y control para que las futuras generaciones puedan disfrutar y aprender de este valioso sitio histórico.
¿Quiénes han estudiado los grabados?
Desde hace mucho tiempo, muchos expertos han estudiado los grabados de Balos. Las primeras investigaciones importantes se hicieron en 1958. Un sacerdote y doctor llamado Pedro Hernández Benítez publicó un libro sobre ellos.
Más tarde, Sebastián Jiménez Sánchez, un experto en arqueología, realizó un estudio completo sobre los grabados. Sus hallazgos se publicaron en una revista importante llamada Anuario de Estudios Atlánticos.
En 1968, el profesor Antonio Beltrán Martínez también estudió el Macizo de Balos. Sus investigaciones fueron muy importantes porque fue de los primeros en hacer un estudio científico detallado.
En 1973, Mauro S. Hernández Pérez, otro profesor, dedicó su tesis doctoral a los grabados de todas las Canarias. En Gran Canaria, se centró en Balos. Él estuvo de acuerdo con la mayoría de las ideas de Antonio Beltrán, aunque tuvo algunas diferencias sobre la fecha y el significado de los grabados.
Después de esto, pasaron unos treinta años hasta que una nueva generación de investigadores, muchos de ellos de universidades, comenzaron a estudiar los grabados. Usaron nuevas tecnologías para entender mejor estos dibujos antiguos y misteriosos.