Esteban de Perea para niños
Datos para niños Esteban de Perea |
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Información personal | ||
Apodo | Padre de la Iglesia de Nuevo México | |
Nacimiento | Siglo XVI![]() |
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Fallecimiento | 1639![]() |
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Religión | Catolicismo | |
Información profesional | ||
Ocupación | Misionero, custodio y fraile | |
Orden religiosa | Orden Franciscana | |
Esteban de Perea (también conocido como Estevan de Peréa) fue un fraile franciscano y líder religioso en el Nuevo México español.
Se le conoce como el Padre de la Iglesia de Nuevo México por su importante trabajo en las misiones de esa región (que hoy es Nuevo México, en Estados Unidos) entre los años 1610 y 1638.
Contenido
¿Quién fue Esteban de Perea?
Esteban de Perea nació en Villanueva del Fresno, España, durante el siglo XVI. En esa época, el país vecino, Portugal, formaba parte de la monarquía española. Sus padres eran de origen portugués.
Fray Esteban de Perea llegó a la provincia de Nuevo México en 1610. Poco después, se estableció la misión de Nuestra Señora de los Dolores en Sandia Pueblo, al sur de Santa Fe.
Las misiones se creaban para enseñar la fe cristiana a los pueblos indígenas. De Perea escribió sobre las cualidades de los indígenas Hopi, a quienes describió como personas trabajadoras con casas bien construidas, en una tierra que le recordaba a España.
Hubo algunos desacuerdos entre los líderes religiosos franciscanos y los gobernantes de la región. Por ejemplo, en 1613, los franciscanos, liderados por fray Isidro Ordóñez, detuvieron a Pedro de Peralta, quien era el gobernador de Santa Fe. De Perea fue el encargado de vigilar a Peralta en Sandia. Aunque obedeció, no estaba de acuerdo con que el gobernador estuviera detenido.
Su papel como líder franciscano en Nuevo México (1616-1621, 1629-1631)
Entre 1616 y 1617, los franciscanos fundaron una provincia religiosa llamada Custodia de la Conversión de San Pablo del Nuevo México. De Perea fue su primer líder principal, conocido como custodio. Por eso se le dio el apodo de Padre de la Iglesia de Nuevo México.
Entre 1618 y 1626, continuaron los conflictos con el gobernador de Nuevo México, Juan Álvarez de Eulate. Además, en 1620, el virrey (un alto funcionario del rey) recibió quejas de los indígenas sobre acciones injustas por parte de ambos grupos. Ese mismo año, de Perea consiguió más apoyo económico para la expedición anual que llevaba suministros a Nuevo México.
En 1621, dejó su cargo de custodio, pero se quedó en Nuevo México. Su presencia fue muy importante para que los franciscanos no abandonaran las misiones, algo que habían considerado hacer. De Perea dejó Nuevo México en 1626, cuando fray Alonso de Benavides fue nombrado nuevo custodio.
El regreso de Perea y la expansión de las misiones
Regresó a Nuevo México en 1629 con el apoyo del gobernador Francisco Manuel de Silva y de la provincia franciscana Custodia del Santo Evangelio de Ciudad de México. Consiguió que treinta frailes más y varios hermanos laicos se unieran a las misiones. Fue un inspector especial y también el fraile custodio principal.
En 1629, se realizó una investigación sobre los orígenes familiares de Perea. A pesar de algunas acusaciones sobre su ascendencia, sus hermanos franciscanos no les dieron importancia.
En junio de 1629, Perea y de Silva realizaron una expedición al pueblo Zuñi. Los indígenas los recibieron bien, y Perea pudo colocar una cruz en la plaza de Hawikuh. Se compró una casa para los frailes, que se convirtió en la primera iglesia de la provincia.
La aceptación de los Zuñi permitió establecer nuevas misiones en la zona, como la de Hawwikku y otra más al oeste en la aldea Hopi de Awatobi. También ayudaron a establecer una guarnición para Fray Juan Ramírez más al oeste de Acoma. Sin embargo, en 1632, los zuñi se rebelaron y el padre misionero franciscano Juan Letrado fue asesinado.
De Perea escribió sobre los años del gobierno de Silva, las costumbres de los indígenas y la necesidad de que dejaran algunas de sus prácticas tradicionales. En 1631, dejó de ser fraile custodio.
En 1632, se publicó su Relación, un documento muy valioso que describe las misiones de Nuevo México en el siglo XVII y los pueblos indígenas de la región.
En 1633, Perea trabajaba como misionero en Quarai (en el condado de Torrance). Allí escribió que el gobernador estaba permitiendo que los colonos ocuparan los campos que eran de uso común para los indígenas y la misión.
Falleció en 1638 o 1639 en la misión de Sandia.
Galería de imágenes
Véase también
En inglés: Estéban de Perea Facts for Kids