Emilio de la Cuadra Albiol para niños
Datos para niños Emilio de la Cuadra |
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Información personal | ||
Nombre de nacimiento | Emilio de la Cuadra Albiol | |
Nacimiento | 1859 Sueca (España) |
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Fallecimiento | 1930 Valencia (España) |
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Nacionalidad | Española | |
Información profesional | ||
Ocupación | Militar y empresario | |
Rama militar | Ejército de Tierra de España | |
Rango militar | Teniente (desde 1881) | |
Emilio de la Cuadra Albiol (nacido en Sueca, Valencia, el 13 de mayo de 1859, y fallecido en Valencia el 1 de febrero de 1930) fue un militar y empresario español. Se le recuerda por ser una figura clave en los inicios de la industria del automóvil en España. Creó la primera marca de coches en la península ibérica, llamada La Cuadra, que estuvo activa en Barcelona entre 1899 y 1901.
Contenido
- La vida de Emilio de la Cuadra: Un pionero en España
- ¿Cómo fue la formación militar de Emilio de la Cuadra?
- ¿Cómo se interesó Emilio de la Cuadra por los automóviles?
- La fundación de la empresa La Cuadra
- Los primeros vehículos de La Cuadra: ¿Por qué eran eléctricos?
- ¿Qué pasó con el ómnibus eléctrico de La Cuadra?
- La Cuadra y los motores de explosión
- El regreso de Emilio de la Cuadra al ejército
- Galería de imágenes
La vida de Emilio de la Cuadra: Un pionero en España
¿Cómo fue la formación militar de Emilio de la Cuadra?
En septiembre de 1877, Emilio de la Cuadra comenzó sus estudios en la Academia de Artillería de Segovia. Se graduó como teniente en 1881. Desde joven, mostró un gran interés por la electricidad.
Logró llevar a cabo un proyecto importante: la construcción de una central eléctrica en Lérida. Gracias a esto, la luz eléctrica llegó por primera vez a esa ciudad. Este proyecto le dio a De la Cuadra una buena ganancia y mucha satisfacción personal.
¿Cómo se interesó Emilio de la Cuadra por los automóviles?
Emilio de la Cuadra era un empresario con muchas ideas. En 1889, visitó la Exposición Universal de París. Allí, al igual que Francesc Bonet, quedó muy impresionado por los avances en la fabricación de automóviles.
Una carrera de coches que se realizó en 1895, de París a Burdeos y de vuelta a París (un recorrido de 1200 km), lo fascinó. De la Cuadra se dio cuenta del gran futuro que tenía la industria del automóvil. Por eso, decidió vender su central eléctrica en Lérida y se mudó a Barcelona.
La fundación de la empresa La Cuadra
En septiembre de 1898, Emilio de la Cuadra fundó en Barcelona su empresa: la Compañía General Española de Coches Automóviles E. de la Cuadra. Su taller estaba en la calle Diputación, cerca del paseo de San Juan.
Para iniciar su compañía, De la Cuadra contó con el apoyo económico de su suegro, Joaquín Escrivé de Romaní. También se asoció con Charles Vélino, un ingeniero suizo que tenía una fábrica de baterías eléctricas en Barcelona.
Los primeros vehículos de La Cuadra: ¿Por qué eran eléctricos?
Al principio, Emilio de la Cuadra decidió fabricar vehículos que funcionaban con electricidad. Esto se debía en parte a su experiencia en ese campo. Además, en 1894, otra persona, Bonet, había obtenido la exclusividad para fabricar vehículos con motor de explosión.
Su empresa construyó prototipos de un camión, un ómnibus (un tipo de autobús antiguo) y un coche. Todos ellos usaban motores eléctricos. Sin embargo, estos vehículos fueron desmantelados más tarde. Las baterías se agotaban muy rápido debido al peso de los vehículos y a que no podían almacenar mucha energía.
El vehículo eléctrico más importante que desarrolló la empresa de De la Cuadra fue el ómnibus. Este fue construido para el Hotel Oriente de Las Ramblas (Barcelona). El hotel lo necesitaba para recoger a sus clientes en la Estación de Francia. Era un carruaje grande y lujoso, de más de 5 metros de largo, con muchos detalles y capacidad para 20 personas.
¿Qué pasó con el ómnibus eléctrico de La Cuadra?
En agosto de 1900, el ómnibus se presentó a la prensa, pero no tuvo éxito. Se había planeado un viaje de prueba por la carretera de Vic. Sin embargo, el ómnibus solo avanzó unos pocos metros y se detuvo. No hubo forma de que volviera a funcionar y tuvieron que remolcarlo de vuelta a la fábrica.
Este problema hizo que Charles Vélino se retirara del proyecto. A partir de ese momento, Emilio de la Cuadra y sus colaboradores se concentraron solo en construir automóviles con motor de explosión.
La Cuadra y los motores de explosión
Después de los problemas con los vehículos eléctricos y la salida de Vellino, Emilio de la Cuadra nombró al joven ingeniero Marc Birkigt como director técnico de su empresa. A mediados de 1901, los nuevos automóviles La Cuadra, diseñados por Birkigt y llamados Centauro, comenzaron a estar listos para venderse.
A pesar de que los nuevos coches La Cuadra funcionaban bien, la empresa tuvo dificultades. Hubo una huelga general en mayo de 1901 y las ventas de los coches Benz que la empresa también vendía eran bajas. Por estas razones, en noviembre de ese año, Emilio de la Cuadra tuvo que declarar la suspensión de pagos, lo que significaba que no podía pagar sus deudas.
Al año siguiente, un acreedor llamado José María Castro compró las instalaciones de La Cuadra y todo lo que había dentro. Con esto, fundó la marca Castro. Marc Birkigt continuó trabajando con él y, más tarde, junto a Damián Mateu, crearía la exitosa marca Hispano-Suiza.
El regreso de Emilio de la Cuadra al ejército
Después de que su empresa quebrara, Emilio de la Cuadra pidió volver al ejército español. Fue enviado a Ceuta, donde continuó su carrera militar. Fue ascendido a comandante y luego a general de brigada. Dejó atrás sus proyectos empresariales.
En 1921, regresó a Barcelona. Allí, ayudó a mediar en un conflicto laboral en Hospitalet de Llobregat. Como agradecimiento, le entregaron una placa que lo nombraba hijo adoptivo de la ciudad. Falleció en Valencia el 1 de febrero de 1930, a los 70 años.