Monumento a Galdós en el Retiro para niños
El Monumento a Galdós se encuentra en un lugar especial de los Jardines del Retiro de Madrid, en España. Está en una glorieta que lleva el nombre de este famoso escritor de las Islas Canarias. La escultura fue creada por Victorio Macho y está hecha de piedra blanca de Lérida.
Este monumento se pagó gracias a donaciones de muchas personas y se inauguró el 20 de enero de 1919. El propio escritor, Benito Pérez Galdós, que ya no podía ver bien y tenía dificultades para moverse, estuvo presente. También asistieron el escultor, el alcalde de Madrid y algunos amigos y escritores.
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¿Cómo se creó el Monumento a Galdós?
La amistad entre Galdós y Victorio Macho
Un experto en la vida de Galdós, Pedro Ortiz-Armengol, cuenta que la amistad entre el escritor y el joven escultor Victorio Macho empezó alrededor de 1914. En ese tiempo, Victorio Macho era un artista que apenas empezaba, con un estilo muy particular. Le hizo un busto a Galdós durante unas vacaciones en Santander.
La idea del monumento y la recaudación de fondos
Después de esa experiencia, en las reuniones que Galdós tenía en su finca de San Quintín, surgió la idea de hacer un monumento de cuerpo entero. Se decidió que se pagaría con una "suscripción nacional", es decir, con dinero que la gente donara. Macho, que era un escultor nuevo, se ofreció a trabajar sin cobrar.
Se calculó que se necesitarían unas 12.000 pesetas para la piedra. Las donaciones variaron mucho: desde mil pesetas de instituciones importantes como el Ayuntamiento de Madrid o la Real Academia Española, hasta 25 céntimos de peseta de personas comunes. Esto hizo que la colecta fuera muy popular.
El proceso de creación de la escultura
El escultor Victorio Macho empezó a trabajar en un lugar cerca de su estudio. Pero pronto tuvo que mover el pesado bloque de piedra a un estudio más grande que tenía un colega suyo. Galdós, acompañado de su ayudante Paco, iba en coche de caballos a ver el progreso de la escultura. Querían mantener el proyecto en secreto.
Más tarde, la obra se trasladó por tercera vez a un rincón tranquilo de la rosaleda del Parque del Retiro, muy cerca de donde finalmente se colocaría. Allí, su amistad se hizo tan cercana que Macho llamaba a Galdós "abuelo". Galdós, que ya estaba ciego, exploraba la escultura con sus manos y decía: "¡Magnífica, amigo Macho! ¡Y cómo se parece a mí!".
La inauguración del monumento
El día de la inauguración, Galdós y Macho llegaron juntos en un coche del Ayuntamiento, nerviosos y emocionados. Al ver a tanta gente, el escultor se asustó y contagió su nerviosismo a Galdós, pero ya no podían escapar.
La banda municipal tocó canciones que recordaban los títulos de algunas obras famosas de Galdós, como los Episodios Nacionales. A las tres de la tarde, el alcalde Luis Garrido Juaristi, con la ayuda de los hermanos Quintero, retiró la bandera y la lona que cubrían el monumento. Así, la escultura de Galdós quedó a la vista de todos, como una "pequeña montaña de sal abandonada en un jardín", lista para ser admirada por las generaciones futuras.
Véase también
En inglés: Monument to Galdós (Madrid) Facts for Kids