Eduardo Barreiros para niños
Eduardo Barreiros (nacido en Gundiás, Orense, el 24 de octubre de 1919 y fallecido en La Habana, Cuba, el 19 de febrero de 1992) fue un importante empresario español. Es conocido por haber transformado motores de gasolina a diésel y por fabricar camiones y otros vehículos industriales.
A mediados de los años cuarenta, fundó la empresa Barreiros Diésel en Orense. En 1952, se trasladó a Madrid, donde estableció una gran fábrica. Eduardo Barreiros se convirtió en uno de los empresarios más importantes del sector automovilístico en España. Logró acuerdos con empresas de Europa y Estados Unidos, a pesar de algunos desafíos.
Tuvo mucho éxito fabricando motores industriales, camiones, autobuses y tractores. Más tarde, se asoció con la empresa estadounidense Chrysler para fabricar coches como el Simca 1000 y el Dodge Dart. Sin embargo, en 1969, Chrysler tomó el control total de su compañía.
Eduardo Barreiros tuvo que dejar la industria del motor por un tiempo. Años después, en los años ochenta, regresó y fundó una nueva empresa, Diésel Motores Industrias, S.A. (DIMISA), para diseñar nuevos motores diésel. Sus últimos años los pasó en Cuba, donde ayudó a desarrollar la industria automotriz del país.
Datos para niños Eduardo Barreiros |
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Información personal | ||
Nacimiento | 24 de octubre de 1919 Gundiás, Nogueira de Ramuín, Orense, ![]() |
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Fallecimiento | 19 de febrero de 1992 La Habana, ![]() |
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Nacionalidad | español | |
Familia | ||
Padres | Eduardo Palista Barreiros Nespereira Luzdivina Rodríguez Ansía |
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Cónyuge | Mª Dorinda Ramos | |
Hijos | Eduardo Javier y Mariluz | |
Familiares | Valeriano, Graciliano, María, María Luz y Celso | |
Información profesional | ||
Ocupación | Mecánico e industrial | |
Conflictos | Guerra civil española | |
Distinciones |
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Contenido
La vida de Eduardo Barreiros: Un empresario innovador
Después de la Primera Guerra Mundial en 1918, los países europeos empezaron a usar más vehículos. La demanda de transporte creció, y aunque España también creció, estaba por debajo de otros países europeos. El éxito de Barreiros ocurrió en un momento en que la economía española empezaba a abrirse.
Sus primeros años y juventud
Eduardo Barreiros nació en Gundiás, un pequeño pueblo de Orense, en el valle del río Sil. Fue el mayor de cinco hermanos. Cuando tenía cuatro años, su familia se mudó a Gran Canaria, donde su padre tenía una pequeña fábrica. Eduardo ayudaba a su padre a transportar los productos.
En 1925, la familia regresó a Galicia. Su padre obtuvo una licencia para operar una línea de autobuses con un autobús de segunda mano. Este fue el inicio de la relación de los Barreiros con los vehículos. Eduardo y sus hermanos crecieron en Orense.
A los doce años, Eduardo dejó la escuela para ayudar a su padre como revisor en el autobús y en el mantenimiento de los vehículos. Pasó su infancia entre motores. Más tarde, trabajó como aprendiz en un taller mecánico, donde aprendió mucho sobre cómo funcionan los motores.
Durante un conflicto en España en 1936, el joven Eduardo se ofreció como conductor de autobuses para transportar tropas. Estuvo en varios frentes, ayudando con su camión. En 1939, al terminar el conflicto, regresó a Orense.
Junto con su padre, compró un viejo autobús Chevrolet y otros camiones. Eduardo era muy hábil para reparar estos vehículos usando piezas de desguaces. La demanda de transporte en Galicia crecía, y su flota de autobuses funcionaba muy bien.
Sus primeras empresas
Eduardo Barreiros tenía una gran habilidad para reparar y reconstruir motores con piezas viejas. Su primer negocio fue vender una moto reconstruida a su primo. Luego, se dedicó a reconstruir y vender otros vehículos, lo que le dio buenas ganancias. Con este dinero, ayudó a financiar los estudios de sus hermanos.
En 1940, conoció a Dorinda Ramos, con quien se casaría seis años después. A principios de los años cuarenta, España tenía problemas para conseguir petróleo. Para solucionar esto, muchos motores se adaptaron para funcionar con "gasógeno". Este sistema usaba los gases de la combustión de leña o carbón para mover los vehículos.
En 1945, Eduardo Barreiros vendió la línea de autobuses de su padre y fundó BECOSA (Barreiros Empresa Constructora, S.A.). Su objetivo era construir obras públicas en Galicia. Fabricaba parte de su propia maquinaria, lo que le permitía terminar los trabajos muy rápido. En 1947, consiguió un contrato para ampliar el Puerto de Castellón.
Eduardo tuvo una idea brillante: transformar motores de gasolina a diésel. Los motores diésel, inventados por Rudolf Diesel, consumían menos combustible y el gasoil era más barato que la gasolina. En 1949, empezó a experimentar en el taller familiar de Orense. Compró motores de aviación alemanes en una subasta y los usó para probar sus ideas.
Uno de los motores que era fácil de transformar era el de los camiones soviéticos ZIS-5, que eran comunes después del conflicto. Su primer motor modificado se llamó EB-1. Pronto, muchas personas querían que les transformara sus motores.
El taller de Orense se quedó pequeño, así que en 1951, Eduardo se mudó a Madrid. Alquiló unos talleres y creó la empresa "Galicia Industrial". Eduardo patentó su proceso de transformación a diésel. Anunciaba sus servicios en los periódicos, destacando que el motor transformado mantenía la misma potencia y velocidad.
Eduardo entendía que fabricar automóviles requería mucho dinero y una buena organización. Sus hermanos empezaron a trabajar con él, y crearon un laboratorio de materiales. Eduardo también fundó la Compañía Anónima de Bombas (CAB) para fabricar las bombas necesarias para sus transformaciones.
Entre 1952 y 1953, realizó unas 700 transformaciones de motores. También creó su propio prototipo de motor, el EB-6. Los buenos resultados y la creciente demanda le hicieron pensar en fabricar motores completos.
La etapa de Barreiros Diésel, S.A.

El 16 de marzo de 1954, Eduardo fundó "Barreiros Diésel, S.A." en Madrid. Ya tenía una fábrica en Orense y otra en Madrid. La demanda de transformaciones era tan grande que construyó una tercera y más grande fábrica en Villaverde, Madrid. Esta se convirtió en el centro principal de su empresa.
Eduardo se mudó con su familia a Madrid. En ese momento, ya tenía dos hijos: Eduardo Javier y Mariluz.
Decidió empezar a fabricar vehículos industriales completos. Aunque tuvo algunos apoyos importantes, conseguir las licencias para fabricar automóviles fue difícil. Había personas influyentes que se oponían a sus planes.
Eduardo contaba con la ayuda financiera del Banco de Vizcaya. Pasaba todo su tiempo en la fábrica y conocía a todos sus empleados. Su empresa creció mucho, fabricando desde piezas de fundición hasta motores de arranque.
Mientras esperaba los permisos, mejoró su motor EB-6. Este motor se usó en un prototipo militar y luego en camiones completos. También intentó fabricar motores para taxis, como los SEAT 1400 y 1500. Su motor EB-6 competía con el motor inglés Perkins P6.
Eduardo viajó a Inglaterra para expandir su producción. Ganó un concurso para suministrar trescientos camiones al ejército portugués. Las pruebas fueron muy exigentes, pero su prototipo las superó. También hizo una demostración ante el jefe de Estado español, quien le dio su aprobación para fabricar vehículos.
En 1960, colaboró con la empresa alemana Hanomag para fabricar tractores. En 1961, Barreiros adquirió la empresa por completo. Ese mismo año, abrió una fábrica en Portugal y empezó a expandirse por Hispanoamérica.
A principios de los años cincuenta, otras empresas automovilísticas estatales como SEAT y ENASA (fabricante de camiones) ya estaban establecidas. Eduardo solicitó permiso para fabricar coches, pero las empresas estatales se opusieron.
El año 1962 fue complicado para Barreiros, con menos ventas y problemas para conseguir préstamos. Intentó colaborar con una empresa alemana para fabricar coches de lujo. En 1963, Barreiros Diésel vendió casi 4.300 camiones. En 1964, una revista importante de Estados Unidos lo incluyó entre los seis industriales más importantes de Europa.
Después de varias conversaciones sin éxito con otras empresas y ante una situación financiera difícil, Eduardo se asoció con la empresa estadounidense Chrysler en 1962, creando "Barreiros Chrysler". Chrysler quería introducir sus coches de lujo Dodge Dart y los utilitarios Simca 1000 en el mercado español.
Sin embargo, Eduardo Barreiros no pudo aportar el capital que Chrysler le pedía. Finalmente, en 1967, la compañía Barreiros fue adquirida por Chrysler y se convirtió en Chrysler España S.A. Más tarde, en 1978, Chrysler España se vendió al Grupo PSA (Peugeot-Citroën).
Un nuevo comienzo
En mayo de 1969, Eduardo Barreiros dejó Barreiros-Chrysler. Firmó un acuerdo que le impedía trabajar en la industria automotriz durante cinco años. La venta de sus acciones le dio una gran cantidad de dinero. Sus hermanos, que lo habían acompañado en sus empresas, tomaron caminos diferentes.
Durante este tiempo, Eduardo se dedicó a nuevos negocios, como el sector agroalimentario. Compró grandes terrenos en La Solana (Ciudad Real) para cultivar cereales y criar ganado. Invirtió mucho en maquinaria agrícola y técnicas de riego. Su empresa, PUVASA, se convirtió en una de las principales proveedoras de ganado en España y Europa.
También compró bodegas de vino en La Mancha, las modernizó y vendió sus vinos. A mediados de los años 70, fundó una empresa minera en Orense para extraer estaño. También creó empresas financieras. Aunque perdió parte de su fortuna en una de ellas, mantuvo un pequeño laboratorio de motores donde formó a ingenieros.
En 1974, pudo volver al sector automotriz. En 1977, trabajó como consejero industrial en Arabia Saudí. Consideró trabajar en otros países y finalmente se interesó por Cuba. Se reunió con líderes cubanos y, dada la situación de aislamiento de Cuba, planificó un desarrollo de la industria automovilística allí.
Diez años después de dejar Barreiros Diésel, a los sesenta y un años, fundó Diésel Motores Industrias, S.A. (DIMISA) en Madrid en 1980. Se dedicó a la investigación y desarrollo de nuevos motores diésel. En 1981, presentó su primer motor de 6 cilindros. Estos motores pasaron pruebas muy exigentes y obtuvieron la aprobación internacional.
Su etapa en Cuba
El gobierno cubano contactó a una empresa internacional para buscar compañías que pudieran desarrollar un programa de motores diésel en Cuba. DIMISA ganó el concurso y firmó un contrato con el gobierno cubano para crear un plan de desarrollo automotriz. Este plan incluía la fabricación de motores diésel de diferentes tamaños, llamados Taíno EB. Para esto, se transformó una antigua planta de motores.
Antes de fabricar los motores Taíno, Eduardo Barreiros propuso transformar dos motores ZiL-130 de forma experimental. Al ver que los nuevos motores consumían mucho menos, se inició un programa de transformación de vehículos. La mayoría de los técnicos que lo ayudaron en Cuba eran antiguos colaboradores suyos.
En 1990, se fabricó el primer prototipo del motor Taíno EB10. También se empezaron a construir motores de 4 y 12 cilindros, y más tarde de 3, 4, 6 y 8 cilindros en V, para uso agrícola e industrial.
Aunque no se lograron los objetivos iniciales de producir 10.000 motores al año debido a cambios importantes en el mundo y dificultades económicas en Cuba, sí se produjeron motores y se modernizó toda una industria en la isla.
Eduardo Barreiros recibió importantes reconocimientos en Cuba, como el título de profesor invitado y Doctor Honoris Causa por la Universidad de La Habana.
Falleció en La Habana el 19 de febrero de 1992.
Su legado
El legado de Eduardo Barreiros es gestionado por la Fundación Eduardo Barreiros, presidida por su hija María Luz Barreiros. Parte de su material se exhibe en el Museo Eduardo Barreiros en Valdemorillo, Madrid.
En Madrid, hay una calle con su nombre cerca de la fábrica que construyó en Villaverde. También hay una plaza en Orense y un polígono industrial llamado San Cibrao das Viñas en su honor. En 2007, se hizo un documental biográfico sobre su vida llamado Barreiros, motor humano.
El 29 de noviembre de 2013, un avión Boeing 767-300ER fue bautizado con su nombre.
Reconocimientos
- Cruz del Mérito Civil.
- Medalla de oro al Mérito en el Trabajo.
- Premio Internacional Dag Hammarskjöld al mérito industrial.
- Doctor honoris causa en Ciencias Técnicas por la Universidad de La Habana.
- La Giraldilla, medalla oficial de la ciudad de La Habana.