Documentos del Pilar para niños
Los Documentos del Pilar son una colección muy especial de 294 textos antiguos. La mayoría de estos documentos son del siglo XII, es decir, de los años 1100. Casi todos tratan sobre la ciudad de Zaragoza y sus alrededores, y son escritos de personas particulares.
¿Qué contienen los Documentos del Pilar?
De los 294 documentos, hay dos que son aún más antiguos, del siglo XI (los años 1000). Tres de estos documentos son anteriores a la Reconquista de Zaragoza. Esto significa que fueron escritos antes de que la ciudad fuera recuperada por los reinos cristianos. Las personas que se mudaron a Zaragoza después de la Reconquista los trajeron consigo y los guardaron en el archivo.
¿Qué idiomas se usaban en estos documentos?
El idioma principal de estos textos es el latín medieval. Sin embargo, tienen muchas palabras y formas de hablar del romance navarro-aragonés, que es un idioma antiguo de la región. Por eso, estos documentos son muy importantes para entender cómo era esta lengua entre los siglos XI y XII.
Un ejemplo interesante es un documento donde los hijos de Don Alamán de Atrosiello, llamados Guillén Alamán y Arnal Alamán, se reparten todas sus propiedades en un lugar llamado Cornucena. Aunque muchas palabras romances están escritas como si fueran latinas (como Murello o Molinello), en este texto se usan mucho los artículos "lo" y "la". Esto es diferente de otros textos de la época, donde se usaban las formas latinas illo e illa.
¿Por qué son importantes para la historia?
Los Documentos del Pilar son una fuente muy valiosa para conocer los nombres de lugares (toponimia) y los nombres de personas (antroponimia) de Aragón en esa época. Podemos ver nombres de personas de diferentes orígenes, como del Alto Aragón, Navarra, Occitania, mozárabes (cristianos que vivían bajo el dominio musulmán), judíos y árabes.
Algunos nombres de personas que aparecen en estos documentos ya no se usan hoy en día en Aragón, como Florença, Bilita (que era una forma de escribir Bellita) y Locadia. También hay nombres de lugares de origen romance mozárabe o aragonés, como Cascallo, Belchit y Orreia. Con el tiempo, estos nombres cambiaron y hoy los conocemos como Cascajo, Belchite y Urrea. Además, hay nombres de lugares árabes que fueron adoptados por los hablantes de romance, como Alcoleya, que hoy conocemos como Alcolea.