Cultivo nasofaríngeo para niños
Un cultivo nasofaríngeo es una forma de tomar una pequeña muestra de las secreciones que se encuentran en la parte de atrás de la nariz y la garganta. Para esto, se usa un instrumento especial llamado hisopo nasofaríngeo. El objetivo es buscar si hay gérmenes que puedan causar enfermedades.
Este método es muy útil para saber si una persona tiene ciertas enfermedades, como la tos ferina, la difteria, la gripe o algunas enfermedades causadas por los coronavirus, como el SARS, el MERS y la COVID-19.
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¿Cómo se toma una muestra nasofaríngea?
Para tomar la muestra, un profesional de la salud introduce con cuidado el hisopo en una de las fosas nasales. El hisopo se mueve suavemente hasta llegar a la nasofaringe, que es la parte superior de la faringe (la garganta), justo detrás de la nariz.
Una vez que el hisopo está en el lugar correcto, se gira suavemente por un momento para recoger las secreciones. Después, se retira el hisopo y se guarda en un recipiente especial con un líquido que ayuda a conservar la muestra. Así, la muestra estará lista para ser analizada en un laboratorio.
¿De qué está hecho un hisopo nasofaríngeo?
Un hisopo nasofaríngeo es parecido a un bastoncillo de algodón, pero está diseñado específicamente para tomar muestras médicas. Tiene un palo delgado y flexible, generalmente de plástico. En una de sus puntas, tiene un material especial que puede absorber líquidos, como algodón, poliéster o nailon flocado.
Algunos hisopos tienen el mango hecho de alambre de acero inoxidable o nicromo. El tipo de material del hisopo puede variar según la prueba que se vaya a realizar. Algunas investigaciones han demostrado que los hisopos flocados (con fibras muy pequeñas) pueden recoger una mayor cantidad de muestra que los hechos de fibra tradicional.
Otros métodos para tomar muestras de la nariz y garganta
Existe otro método similar para recoger muestras de la nasofaringe, llamado aspiración nasofaríngea. En lugar de usar un hisopo, este método utiliza un catéter (un tubo muy delgado) conectado a una jeringa.
El catéter se introduce suavemente en la fosa nasal hasta la nasofaringe. Luego, se introduce una pequeña cantidad de solución salina (agua con sal) y se aspira de inmediato junto con las células y secreciones. Todo esto se recoge en la jeringa. Este método de aspiración se usa a menudo en bebés o personas mayores, o cuando se considera más efectivo para un tipo específico de prueba.