Critón (diálogo) para niños
El Critón es un diálogo corto escrito por Platón hace mucho tiempo, que trata sobre un encuentro entre Critón y Sócrates. Este diálogo ocurre en la prisión, después de que Sócrates fuera condenado a muerte. En él, se discuten ideas importantes como lo que piensa la mayoría de la gente, la Justicia y las Leyes. Su contenido es muy parecido al de la Apología de Sócrates, que cuenta el juicio de Sócrates.
Contenido
Contexto histórico: ¿Por qué condenaron a Sócrates?
La condena de Sócrates en el año 399 a. C. ocurrió en un momento de mucha tensión en Atenas. La ciudad estaba recuperando su democracia, que había sufrido mucho por conflictos internos. Hubo muchos cambios políticos y derrotas en guerras, lo que hizo que la época dorada de Atenas, conocida como la "Atenas de Pericles", llegara a su fin.
Durante 30 años, Atenas vivió cambios en sus leyes, guerras y enfermedades. Esto incluyó la derrota en la guerra del Peloponeso y un gobierno llamado el de los Treinta Tiranos (404 a. C.). Además, había muchas ideas nuevas y diferentes, introducidas por los sofistas, que hacían que la gente cuestionara lo que antes creía.
Introducción al diálogo
En el diálogo, Sócrates está en su celda esperando ser ejecutado. Critón lo visita para ofrecerle una forma de escapar y salvar su vida, huyendo de Atenas. Esto lleva a una conversación profunda en la que Sócrates analiza si escapar sería una acción justa o no. Es una decisión de vida o muerte, ya que la sentencia del juicio (contada en la Apología de Sócrates) exige su ejecución.
Este diálogo es diferente de otros de Platón. No busca definir un concepto general ni rechazar un argumento. Su objetivo es tomar una decisión final, que muestra y justifica la forma de ser de Sócrates. Entre los diferentes argumentos que se dan, el más importante es el que se presenta a través de la prosopopeya de las Leyes. Esta parte del diálogo es la que da la palabra final sobre lo que Sócrates debe hacer para seguir siendo justo.
La obra: Critón
El Critón cuenta una conversación entre dos personas, Sócrates y Critón. Platón no estuvo presente, pero es probable que Critón le contara lo sucedido. Se cree que Platón usó el carácter privado de esta conversación para hacer la obra perfecta, mostrando fielmente el pensamiento de su maestro Sócrates. Esta obra deja muy claros los principios firmes que guiaron la vida de Sócrates. En ella, Sócrates, frente a la muerte, reafirma su fe en sus principios.
¿Cuándo se escribió Critón?
El contenido de la obra sugiere que fue escrita al mismo tiempo que la Apología. No hay pistas históricas exactas sobre la fecha de su escritura. Sin embargo, en el diálogo se menciona que "Tebas y Mégara" (Critón 53b) son ciudades con buenas leyes. Esto ha llevado a algunos expertos a pensar que la obra podría ser posterior al año 370 a. C., mientras que otros creen que no es posterior al 395 a. C. Según Jaeger, es posible que Platón escribiera la obra en Mégara, donde fue con otros alumnos después de la ejecución de su maestro.
¿Quién era Critón?
Critón era un amigo de Sócrates, de la misma época, y vivía en la zona de Alópece. Sus hijos también eran seguidores de Sócrates. Uno de ellos, Critóbulo, estuvo presente en el juicio de Sócrates. Critón era un hombre con mucho dinero, y lo demostró al ofrecer su ayuda económica a Sócrates, tanto para el juicio como para una posible fuga.
El diálogo en la prisión
Después de llegar a la cárcel y esperar a que Sócrates se despierte, Critón le dice a su amigo que debe escapar. Para convencerlo, Critón le presenta varios argumentos.
Argumentos de Critón para que Sócrates escape
- La pérdida de un amigo: Critón le dice a Sócrates que si muere, él sufrirá una gran desgracia, pues perderá a un amigo como nunca encontrará otro.
- La opinión de la mayoría: Critón le explica a Sócrates que si muere, la gente pensará que, a pesar de tener los medios para salvarlo, él (Critón) lo abandonó por conveniencia. Critón pregunta si hay algo más vergonzoso que parecer que uno valora más el dinero que a los amigos.
- El abandono de los hijos: Critón le dice a Sócrates que si se queda a morir, dejará a sus hijos sin padre, sin protección y sin educación.
- La urgencia de la decisión: Critón le dice a Sócrates que debe decidirse rápido. Él siente vergüenza de que todo esto haya ocurrido por cobardía suya y de sus amigos. Por eso, no hay tiempo que perder y Sócrates debe huir pronto con su ayuda.
Argumentos de Sócrates para no escapar
Sócrates empieza a responder a Critón diciéndole que siempre ha seguido la regla de actuar según el argumento que, después de pensar, le parece mejor. Este es un principio que no puede abandonar, a pesar de la situación difícil que está viviendo. Por eso, invita a su amigo a analizar juntos los argumentos que ya le ha dado. Lo más importante para Sócrates es que su decisión sea el resultado de un argumento lógico, en el que ambos estén de acuerdo, paso a paso. Algo está claro en la forma de actuar de Sócrates: sus acciones deben justificarse con argumentos que sirvan para todos, sin importar intereses personales o seguridad.
- Sobre la opinión de la mayoría: Sócrates le dice a Critón que es importante considerar las opiniones de algunas personas y no las de otras. Debemos valorar las buenas opiniones y descartar las malas, a lo que Critón está de acuerdo. Sócrates explica que debemos escuchar la opinión de los sabios, que son beneficiosas, y no la de los que no saben, que son perjudiciales. Así como se debe hacer caso al médico, que es el experto en el cuerpo, antes que a los ignorantes (porque si les hacemos caso, dañaríamos el cuerpo), de la misma manera, en lo que se refiere a lo justo y lo injusto, si se le hace caso a la mayoría ignorante, se termina dañando esa parte de nosotros que mejora con las acciones justas y se arruina con las injustas.
- Sobre lo verdaderamente importante, ante la pérdida de un amigo y el abandono de los hijos: Sócrates le dice a Critón que lo que realmente importa es vivir bien (de forma justa), sin importar si uno es condenado a muerte. La reputación, el dinero y los hijos no son lo más importante a considerar en este caso, sino solo si escapar de la prisión sería una acción justa.
- No se debe obrar mal ni responder a la injusticia con injusticia: Sócrates le recuerda a Critón que nunca se debe hacer el mal voluntariamente. Por lo tanto, de ninguna manera es bueno y honorable hacer el mal. Esto, le dice a Critón, ya lo han hablado antes y no pueden cambiar de opinión ahora que la situación es diferente. Continúa diciendo que de ninguna manera se debe cometer injusticia, y por lo tanto, de ninguna manera se debe responder a la injusticia con injusticia. Critón está de acuerdo con todo esto.
- Al escapar de prisión se está actuando en contra de las Leyes, lo cual es injusto: Sócrates le pregunta a Critón si las cosas que se han acordado como justas con alguien deben hacerse o si se les debe dar una salida falsa. Critón responde que deben hacerse. Entonces Sócrates vuelve a preguntar si, al irse sin haber convencido a la ciudad, estarían haciendo daño a alguien y, por lo tanto, no cumplirían lo que han acordado. Critón dice no entender. En ese momento, Sócrates recurre a la llamada prosopopeya de las Leyes para terminar de convencer a Critón.
La prosopopeya de las Leyes
La prosopopeya de las Leyes es cuando Sócrates imagina que las Leyes de Atenas pueden hablar, como si fueran personas. Sócrates le dice a Critón que imagine que las Leyes les hablaran así, justo cuando ellos se preparan para escapar:
"Dime, Sócrates, ¿Qué tienes intención de hacer? ¿No es cierto que, por medio de esta acción que intentas, tienes el propósito, en lo que de ti depende, de destruirnos a nosotras y a toda la ciudad? ¿Te parece a ti que puede aún existir sin arruinarse la ciudad en la que los juicios que se producen no tienen efecto alguno, sino que son invalidados por particulares y quedan anulados?" (Critón 50a y 50b)
Sócrates le dice a Critón que imagine que las Leyes le dirían que su plan de escape significa destruirlas. Esto es porque ninguna sociedad puede funcionar si sus decisiones legales no se respetan y son anuladas por acciones de personas individuales.
Entonces, Sócrates dice que podría responder a las Leyes que el veredicto del juicio fue injusto. Pero las Leyes le dirían que el acuerdo que tienen con él no tiene que ver con el veredicto, sino que ese acuerdo es que Sócrates debe obedecer el veredicto, sea cual sea, porque se hizo en un juicio legítimo bajo ellas, las Leyes.
Sócrates le debe a las Leyes su crianza, su educación y todos los beneficios que ha disfrutado como ciudadano de Atenas. Por lo tanto, no puede romper este acuerdo, ya que él aceptó las condiciones de obedecer lo que las Leyes dictaran en cualquier situación. Las Leyes incluso le dicen a Sócrates que no obligan a nadie a quedarse en la ciudad si no aceptan su autoridad; cada persona es libre de irse. El hecho de que Sócrates haya vivido y tenido hijos bajo su protección es prueba de que aceptaba su autoridad. Y si a alguien no le gusta lo que las Leyes dictan, también es libre de intentar convencerlas para que cambien de opinión.
Aquí se puede entender que las Leyes de las que se habla son leyes que pueden ser cambiadas por los ciudadanos. La "persuasión de las Leyes de Atenas" se refiere a cómo se hacían las leyes en la Atenas Clásica, donde los ciudadanos tenían el poder de legislar a través de la Asamblea. Sócrates, como ciudadano, tuvo durante su vida el poder de participar en estas asambleas y proponer cambios si no estaba de acuerdo con alguna Ley. Incluso, Sócrates pudo haber elegido el exilio en el momento del juicio, pero decidió quedarse voluntariamente y aceptar la condena.
Las Leyes dicen que los amigos de Sócrates se arriesgarán a sufrir castigos si lo ayudan a escapar. Además, Sócrates levantaría sospechas en cualquier ciudad que respete las leyes, dando la razón a quienes dijeron en el juicio que él era un "corruptor de la juventud". Las Leyes continúan diciendo que, si escapa, ¿dónde quedarían entonces sus discursos (de Sócrates) sobre la virtud y la justicia? En esta parte se expresa algo muy importante: el valor de las propias enseñanzas de Sócrates. Si él decide huir, estaría contradiciendo lo que él mismo ha enseñado durante toda su vida.
Las Leyes concluyen que su consejo es que Sócrates no se preocupe más por su vida y sus hijos que por lo justo. Ellas no son las que lo han dañado, sino sus conciudadanos. Si Sócrates rompe su acuerdo y devuelve injusticia por injusticia, se enfrentará a la ira de las Leyes mientras viva. Y cuando muera, se enfrentará a las hermanas de las Leyes en el Hades, quienes no lo recibirán amablemente. En esta parte final, se puede entender que las Leyes de la prosopopeya son leyes humanas (lo que justifica la posibilidad de cambiarlas en la Asamblea), ya que se distinguen de las Leyes del Hades, que podrían interpretarse como Leyes divinas, pues después de la muerte se espera una justicia final o divina.
Galería de imágenes
Véase también
En inglés: Crito Facts for Kids