Consagración (ceremonia) para niños
La consagración es una acción especial en la que algo común se dedica o se aparta para ser usado en el culto a Dios. Esto se hace a través de oraciones, ceremonias y bendiciones. Es como darle un propósito sagrado a algo que antes era normal.
Desde hace mucho tiempo, las personas han tenido la costumbre de dedicar a Dios a quienes le sirven, así como los lugares, objetos y herramientas que se usan en su adoración. En la antigüedad, Dios mismo dio instrucciones sobre cómo debían hacerse estas ceremonias.
Quienes practican estas ceremonias creen que, una vez que algo se consagra para el culto a Dios, debe ser tratado con mucho respeto. Ya no se considera algo común, y no debe usarse para cosas cotidianas. Esto se debe a que faltarle el respeto a lo consagrado se vería como una falta de respeto hacia Dios mismo. Esta práctica no es algo sin sentido, sino que se considera importante para que las personas sientan respeto por todo lo que se usa en la adoración a Dios y para recordar su presencia.
En algunas iglesias, como las evangélicas, los pastores son dedicados a su servicio en una ceremonia especial llamada "consagración pastoral".
Contenido
La Consagración en los Textos Sagrados
Ejemplos del Antiguo Testamento
En los textos antiguos, se menciona que Dios le pidió a Moisés que construyera un tabernáculo (una especie de tienda sagrada) y a Salomón que edificara un templo. Mucho antes, Jacob había dedicado una piedra donde tuvo una visión especial, y la llamó "la casa de Dios". Allí construyó un altar y ofreció un sacrificio. Este lugar ya había sido dedicado por Abraham y siempre fue conocido como Bethel, que significa "casa de Dios", y fue respetado por muchos siglos.
Cuando el templo fue terminado y dedicado, Dios le dijo a Salomón: "He escuchado tu oración, he hecho santa esta casa; mis ojos y mi corazón estarán siempre en ella". Esto muestra la importancia que se le daba a la dedicación de lugares y objetos para el culto.
Ejemplos del Nuevo Testamento
Además de los ejemplos del Antiguo Testamento, donde Dios ordenó dedicar el tabernáculo, los altares, los objetos para el culto y hasta los sacerdotes con sus vestimentas, el Nuevo Testamento también nos da ejemplos de esta idea de dedicación.
- En el Evangelio de San Mateo, Jesucristo dice: "No den las cosas santas a los perros". Aquí se refiere a objetos que han sido dedicados.
- En el mismo Evangelio, Jesús pregunta a los fariseos qué es más importante: si el oro que se ofrece en el templo o el templo mismo que hace santo el oro; o si el regalo que se pone en el altar o el altar que hace santo el regalo. Esto subraya que el lugar o el objeto dedicado tiene un significado especial.
- En el libro del Apocalipsis, al igual que en los textos antiguos, la ciudad de Jerusalén es llamada "la ciudad santa".
- San Pedro, al hablar del monte donde Jesús se transformó, lo llama el "monte santo".
- San Pablo dice que los alimentos de los creyentes se hacen santos por la palabra de Dios y la oración. También llama a los cristianos "los santos", no solo por sus buenas acciones, sino porque se han dedicado a Dios a través del bautismo. Les recuerda que sus propios cuerpos son como templos del Espíritu Santo.