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Conciliarismo para niños

Enciclopedia para niños

El conciliarismo es una idea que surgió en la Iglesia católica y que proponía que un concilio ecuménico (una reunión muy importante de obispos y líderes de la Iglesia de todo el mundo) tenía la máxima autoridad. Según esta idea, el concilio estaba por encima del papa en ciertos asuntos.

Quienes apoyaban el conciliarismo creían que un concilio representaba a toda la Iglesia y que su autoridad venía directamente de Jesucristo. Por lo tanto, todos los creyentes, incluyendo a los líderes de la Iglesia y al propio papa, debían obedecer las decisiones de un concilio.

¿Cómo surgió el conciliarismo?

La idea del conciliarismo apareció debido a varios factores históricos y religiosos en la Edad Media. Fue especialmente importante durante una gran crisis en la Iglesia entre los siglos XIV y XV, conocida como el Cisma de Occidente (1378-1417).

El Gran Cisma de Occidente y el Concilio de Constanza

Durante el Cisma de Occidente, la Iglesia tuvo un problema muy grande: ¡había hasta tres personas que decían ser el papa al mismo tiempo! Esto causó mucha confusión y división. Para resolver esta situación, se pensó que la única solución era convocar un concilio.

El Concilio de Constanza (1414-1418) se reunió con el objetivo de unir a la Iglesia de nuevo. En este concilio, se declaró algo muy importante:

Y [la asamblea] declara, en primer lugar, que congregada legítimamente en el Espíritu Santo, formando concilio general y representando a la Iglesia católica, recibe la potestad inmediatamente de Cristo. Todos, de cualquier estado o dignidad que sean, incluso papal, están obligados a obedecerla en aquellas cosas que pertenecen a la fe y a la eliminación de dicho cisma y a la reforma de dicha Iglesia, tanto en la cabeza como en los miembros. Declara, además, que todo aquel, de cualquier condición, estado o dignidad que sea, incluso la papal, que tercamente rehusara obedecer a los mandatos, determinaciones, ordenaciones o preceptos de este santo sínodo o de cualquier otro concilio general congregado legítimamente, en relación con lo que se ha hecho o debe hacerse en el futuro, si no entra en razón: se le someta a una penitencia conveniente y se le castigue con la pena debida; y se recurra (si fuera necesario) a otros medios que presta el derecho.
Concilio de Constanza (sesión VI), 6 de abril de 1415

Esto significaba que el concilio se veía a sí mismo con autoridad para resolver la crisis, incluso sobre los papas que estaban en disputa.

La postura del papa Martín V

Sin embargo, una vez que el Concilio de Constanza eligió a un nuevo papa, Martín V, este no aceptó completamente la idea de que el concilio estuviera por encima del papa. Él defendió la creencia tradicional de que el papa, como sucesor de San Pedro, tiene la máxima autoridad en la Iglesia.

El Concilio de Basilea y la respuesta de la Iglesia

Las ideas más fuertes del conciliarismo se vieron durante el Concilio de Basilea. Allí, algunos llegaron a decir que la superioridad del concilio sobre el papa era una "verdad de fe".

Para aclarar esta situación y reafirmar la autoridad del papa, el papa Julio II convocó otro concilio muy importante, el Concilio de Letrán V. En este concilio, se dejó claro que la idea conciliarista no estaba de acuerdo con las enseñanzas de la Iglesia católica. Se afirmó que solo el papa tiene la autoridad para convocar, cambiar de lugar o disolver los concilios.

Ni debe tampoco movernos el hecho de que la sanción [pragmática] misma y lo en ella contenido fue promulgado en el Concilio de Basilea, como quiera que todo ello fue hecho, después de la traslación del mismo Concilio de Basilea, por obra del conciliábulo del mismo nombre y, por ende, ninguna fuerza pueden tener; pues consta también manifiestamente no sólo por el testimonio de la Sagrada Escritura, por los dichos de los santos Padres y hasta de otros Romanos Pontífices predecesores nuestros y por decretos de los sagrados cánones; sino también por propia confesión de los mismos Concilios, que aquel solo que a la sazón sea el Romano Pontífice, como tiene autoridad sobre todos los Concilios, posee pleno derecho y potestad de convocarlos, trasladarlos y disolverlos.
Concilio de Letrán V (sesión XI), 19 de diciembre de 1516

¿Qué pasó con el conciliarismo después?

Aunque el conciliarismo como doctrina principal fue superado, algunas ideas similares aparecieron más tarde en otras corrientes de pensamiento dentro de la Iglesia, como el episcopalismo o el galicanismo.

Finalmente, en el Concilio Vaticano I (1870), se definió de manera clara la autoridad y el valor del papa como líder supremo de la Iglesia católica. Esto ayudó a resolver la discusión sobre la relación entre el papa y los concilios.

El conciliarismo después del Concilio Vaticano I

A pesar de las definiciones del Concilio Vaticano I, algunas ideas conciliaristas volvieron a surgir, especialmente después de la condena del Sínodo de Pistoya en 1794 por el papa Pío VI. Estas nuevas ideas se mezclaron con pensamientos modernos de la época.

Muchos papas, como Pío IX, se opusieron a estas ideas. Sin embargo, en el Concilio Vaticano II, algunos expertos en teología propusieron una declaración sobre la "colegialidad" (la idea de que los obispos trabajan juntos con el papa). Esta propuesta fue revisada por mandato del papa Pablo VI para asegurar que fuera coherente con las enseñanzas anteriores de la Iglesia, manteniendo la autoridad del papa y la importancia de la colaboración de los obispos.

Véase también

Kids robot.svg En inglés: Conciliar movement Facts for Kids

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