Catalina de Ricci para niños
Datos para niños Santa Catalina de Ricci |
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Información personal | |||
Nombre en italiano | Caterina de' Ricc | ||
Nacimiento | 23 de abril de 1522 Florencia (República de Florencia) |
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Fallecimiento | 1 de febrero de 1590 Prato (Gran Ducado de Toscana) |
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Sepultura | Toscana | ||
Religión | Iglesia católica | ||
Información profesional | |||
Ocupación | Hermana religiosa | ||
Información religiosa | |||
Festividad | 2 de febrero | ||
Venerada en | Iglesia católica | ||
Orden religiosa | Monjas de la Orden de Predicadores | ||
reconocimientos
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Santa Catalina de Ricci fue una monja católica italiana que vivió en el siglo XVI. Nació en Florencia el 23 de abril de 1522 y falleció el 1 de febrero de 1590. Su nombre de nacimiento era Alejandrina Lucrecia, y provenía de una familia noble.
Contenido
¿Quién fue Santa Catalina de Ricci?
Santa Catalina de Ricci fue una figura importante en la Iglesia católica por su vida dedicada a la fe. Es conocida por su profunda espiritualidad y por haber sido superiora de un convento durante muchos años. Su historia nos muestra cómo una persona puede influir positivamente en su comunidad.
Sus primeros años y vida en el convento
Catalina nació en una familia importante de Florencia. Perdió a su madre cuando era muy pequeña y fue criada por su madrastra. A los 13 años, en 1535, decidió que quería dedicar su vida a la religión.
Ingresó a un convento en la ciudad de Prato. Allí cambió su nombre a Catalina. Este convento había sido fundado por mujeres que seguían las enseñanzas de Girolamo Savonarola. Ellas pertenecían a la Tercera Orden de Santo Domingo de Guzmán.
Al principio, Catalina tenía experiencias espirituales muy intensas. A veces, se abstraía tanto que no compartía lo que sentía. Esto casi la lleva a ser expulsada del convento. Sin embargo, con el tiempo, su fe y dedicación fueron reconocidas.
A los 25 años, fue nombrada maestra de las novicias. Después, fue elegida superiora del convento por 18 años. Durante su tiempo como superiora, logró terminar la construcción del convento.
Su profunda fe y experiencias espirituales
Catalina de Ricci buscaba siempre honrar a Dios. Impulsó cambios en la vida diaria del convento. Se inspiró en las ideas de fray Girolamo Savonarola, a quien admiraba mucho.
Entre 1542 y 1554, se dice que revivió en sí misma los sufrimientos de Jesús. Su gran devoción la llevó a escribir el Cántico de la Pasión. Esta obra es una meditación sobre el dolor de Cristo. También escribió varias Cartas, que muestran su camino espiritual.
Catalina también se dedicó a cuidar a los enfermos. Ayudaba a sus compañeras monjas y a las personas de fuera del convento. Tenía muchos dones espirituales. Además, era muy prudente y práctica, lo que la hizo una líder ideal.
Un legado de amistad y consejo
Catalina de Ricci tuvo amistad con importantes figuras de su tiempo. Por ejemplo, se hizo amiga de San Carlos Borromeo. Incluso le predijo un peligro que él enfrentaría. Aunque al principio Carlos no creyó, el evento ocurrió. Desde entonces, San Carlos siempre tuvo una imagen de Catalina.
También se relacionó con San Felipe Neri, San Pío V y Santa María Magdalena de Pazzi. Muchas personas importantes, como príncipes y líderes religiosos, visitaban el convento. Buscaban sus consejos y sabiduría.
Su partida y reconocimiento
Santa Catalina de Ricci falleció el 1 de febrero de 1590. Antes de morir, recibió los sacramentos de rodillas. Se dice que su rostro brillaba como el de un ángel. Llamó a sus hermanas monjas y las animó a amar a Dios. Luego, se puso a orar.
Minutos antes de su último aliento, cerró sus ojos con su propia mano. Hizo la señal de la cruz y extendió los brazos. Murió rodeada de una luz especial.
Fue reconocida como beata por el papa Clemente XII el 23 de noviembre de 1732. Más tarde, el papa Benedicto XIV la declaró santa el 29 de junio de 1746. Su cuerpo se encuentra en la basílica de San Vicente Ferrer en Prato. Su festividad se celebra cada año el 4 de febrero.