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Castillo y murallas de Ribarroja del Turia para niños

Enciclopedia para niños
Archivo:Riba-roja de Túria 2015 14
El Castillo y las murallas de Ribarroja del Turia, un lugar lleno de historia.

El Castillo y las Murallas de Ribarroja del Turia son un conjunto histórico muy importante que se encuentra en la calle de la Cisterna y la plaza Eusebio Benedito, en la localidad de Ribarroja del Turia, en la provincia de Valencia, España. Este lugar está protegido por ser considerado un Bien de Interés Cultural desde el 20 de junio de 2001.

Hoy en día, el castillo alberga dos lugares de gran interés cultural. Uno de ellos es el Museo Visigodo de Pla de Nadal (MUPLA). Aquí puedes ver una de las colecciones más impresionantes de arte decorativo de la época visigoda en España y en toda Europa occidental. El otro espacio es E CA, L'Espai d'Art Contemporani El Castell, una sala de exposiciones donde se muestra el arte actual y se promueve la creatividad en Ribarroja.

Historia del Castillo de Ribarroja

¿Cómo empezó la historia del castillo?

Hace mucho tiempo, durante la época del Imperio romano, la zona de Ribarroja ya era muy importante para la agricultura. El lugar donde se encuentra el castillo, en lo alto de una colina cerca del barranco de los Moros y el río Turia, permitía controlar una gran extensión de tierras de cultivo. Además, estaba entre dos ciudades romanas importantes de la época: Edeta y Valentia. Por eso, los romanos construyeron aquí un pequeño asentamiento con murallas a ambos lados de lo que hoy es la calle de la Cisterna.

La época visigoda y la llegada de los musulmanes

Los visigodos, que llegaron después de los romanos, también aprovecharon la zona para la agricultura, como se puede ver en el Pla de Nadal. Sin embargo, estas grandes fincas desaparecieron en el siglo VIII con la llegada de los musulmanes. La nobleza visigoda se fue, y las grandes propiedades se convirtieron en pequeñas aldeas o alquerías.

El antiguo asentamiento militar romano se transformó en un pueblo rural. Gracias a su ubicación estratégica, dominaba las tierras de cultivo junto al río Turia. Como había mucha inestabilidad política en ese tiempo, era necesario mantener las defensas. Por eso, se reconstruyeron y ampliaron las murallas romanas. También se construyó el castillo en un extremo del lugar, usando los cimientos romanos. El castillo se convirtió en la residencia del representante de las autoridades, que se encargaba, entre otras cosas, de cobrar los impuestos. El pueblo creció y se construyó una pequeña mezquita y un cementerio fuera de las murallas.

La Reconquista y la ampliación de las defensas

En 1238, Ribarroja fue entregada a Jaime I de Aragón durante la Reconquista. El rey Jaime I cedió el señorío a su hijo Pedro Fernández de Azagra, quien nombró a sus representantes para administrar las tierras, mantener el orden y recaudar impuestos.

Como la población no creció mucho al principio, el pueblo se mantuvo alrededor de la actual calle de la Cisterna. La mezquita estaba en un extremo y el antiguo castillo, que era la residencia del representante del señor, en el otro. Después de la Guerra de la Unión en 1348, el nuevo señor de la villa, Ramón de Riusech y Moraida, decidió ampliar y reforzar las murallas para mejorar la defensa del lugar.

Durante los XIV y XV se empezó a construir un nuevo trazado urbano con casas cerca del antiguo centro, en calles como la Cisterna, Reloj Viejo y Horno Viejo. La mezquita se mantuvo en su lugar original, y se eliminó una parte de la muralla para crear una nueva plaza.

El declive del castillo

En 1609, la expulsión de los moriscos (personas de origen musulmán convertidas al cristianismo) causó una gran disminución de la población y un fuerte impacto económico en Ribarroja. Por esta razón, el castillo perdió su importancia, aunque siguió siendo la sede de la baronía (el territorio gobernado por un barón) hasta que esta fue eliminada en 1811.

¿Cómo es el Castillo de Ribarroja?

El castillo es una construcción muy grande, formada por la unión de diferentes edificios a lo largo del tiempo. Esto le da una forma compleja. Está construido con piedras unidas con mortero (mampostería), ladrillos y tapial (una técnica de construcción con tierra compactada). Se compone de dos partes principales: el cuerpo principal y las caballerizas, que están conectadas por un patio interior.

El cuerpo principal, que está junto a las calles Benedito y Cisterna, tiene cuatro pisos con varias habitaciones. Se puede entrar por la planta baja y por el primer piso desde el patio. La parte más baja no está conectada con el resto de los pisos.

Las caballerizas son un edificio largo, separado del cuerpo principal, que se encuentra al otro lado del patio. Tienen dos pisos, conectados por una escalera en el centro. Este edificio comparte una pared con el edificio de al lado, por lo que su tejado tiene una sola inclinación hacia el patio. A diferencia del cuerpo principal, no está dividido en muchas habitaciones, solo en dos zonas por piso. Es un edificio más sencillo y fue construido mucho después que el cuerpo principal.

Algunos elementos destacados del castillo son las ventanas dobles de estilo gótico tardío y algunos arcos interiores con una forma especial llamada arco carpanel. A lo largo de los años, el edificio ha sido modificado muchas veces, incluso se usó como almacén antes de que el Ayuntamiento lo comprara, lo que cambió su aspecto original de palacio.

La superficie total del castillo es de 1015 metros cuadrados. El cuerpo principal ocupa 725 metros cuadrados y el edificio longitudinal (las caballerizas) 290 metros cuadrados. Además, el patio tiene una superficie de 364 metros cuadrados.

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