Calçot para niños
El calçot es un tipo especial de cebolla tierna. Imagina una cebolla que, en lugar de formar una bola grande, crece alargada y blanca. El calçot es muy famoso en la región de Cataluña, en España, especialmente en la zona de Valls, en la provincia de Tarragona.
El calçot de Valls es tan especial que tiene una Indicación Geográfica Protegida (IGP). Esto significa que su calidad y características están protegidas y garantizadas, porque se cultiva de una forma muy específica en esa región. Estos calçots suelen medir entre 15 y 25 centímetros de largo en su parte blanca.
Es un plato muy querido en la gastronomía catalana, y se come mucho a finales del invierno y principios de la primavera. Se acompaña con una salsa deliciosa llamada romesco o salvitxada. Después de los calçots, es común comer carnes y embutidos asados.
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¿De dónde viene su nombre?
El nombre "calçot" viene de una técnica de cultivo muy particular. Cuando la planta de cebolla empieza a crecer, los agricultores van añadiendo tierra alrededor de los brotes. A este proceso se le llama "calçar la tierra sobre la planta". Al cubrir la planta con tierra, se consigue que el tallo se mantenga blanco y tierno, alcanzando unos 20 a 25 centímetros de largo.
La historia del Calçot
Se cuenta que el calçot fue descubierto por accidente por un campesino llamado Xat de Benaiges, a finales del siglo XIX en la zona de Valls. La historia dice que él estaba asando unas cebollas y, sin querer, las dejó demasiado tiempo al fuego. La parte exterior se quemó mucho. En lugar de tirarlas, las peló y descubrió que el interior estaba muy tierno y lleno de sabor. ¡Así nació la tradición del calçot!
¿Cómo se disfrutan los Calçots?
Los calçots se comen asados, y la forma más tradicional es sobre el fuego de sarmientos de vid (ramas de la planta de la uva). No se espera a que haya brasas, sino que se asan directamente sobre la llama viva. Cuando las capas exteriores están negras y un poco abiertas, y sueltan una especie de espuma, están listos.
Una vez asados, se envuelven en grupos de unos 25 en papel de periódico. Se dejan reposar al menos media hora para que terminen de cocinarse con su propio calor.
Para comerlos, se pelan las capas exteriores quemadas. Luego, se mojan en la salsa salvitxada o en salsa de romesco. ¡Es una experiencia muy divertida y un poco desordenada!
Después de disfrutar los calçots y lavarse las manos (¡porque quedan bastante negras!), es costumbre comer carne y butifarras asadas. Todo esto se acompaña con bebidas refrescantes.
¿Qué nutrientes nos aportan?
Los calçots son brotes de cebolla, por lo que tienen muchas de las propiedades saludables de esta verdura. Son una buena fuente de vitaminas y minerales. Además, se les atribuyen propiedades que ayudan a la digestión y son buenas para el cuerpo en general.
¿Cómo se cultivan los Calçots?
El cultivo del calçot comienza con la siembra de semillas a finales del invierno. En primavera, los pequeños brotes de cebolla se trasplantan. En verano, se recogen los bulbos.
A mediados de septiembre, estos bulbos se plantan de nuevo en la tierra. A medida que crecen, se van "calzando", es decir, se cubren con tierra para que la parte blanca del tallo se desarrolle.
El cultivo de calçots es más común en las zonas de la provincia de Tarragona cercanas al mar, donde los inviernos son suaves. Aunque también se cultivan en el interior, en lugares sin heladas muy fuertes. Incluso se pueden cultivar en macetas en casa.
Véase también
En inglés: Calçot Facts for Kids