Balam para niños
Balam (también escrito báalam) es una palabra en lengua maya que significa jaguar. En la mitología maya, este nombre también se usa para referirse a unos seres especiales que tienen forma de jaguar. Se cree que estos seres, a veces llamados Uay Balam, protegen los campos y las cosechas.
Antiguamente, se les rendía homenaje antes de empezar a sembrar. Por eso, algunas personas los consideraban como dioses, aunque no formaban parte del grupo principal de dioses mayas (el panteón maya). A los Balames también se les conoce como Nukuch (Nohoch)-Uinik, que significa "hombre grande", o Yumil-Kol cuando cuidan las milpas (campos de maíz). Otros nombres para ellos son Bolom o Bahlum.
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¿Quiénes son los Balames en la cultura maya?
En la cultura maya, especialmente en la región de Yucatán, los Balames son vistos como espíritus que protegen los pueblos, los campos de maíz (milpas) y a las personas. La tradición popular dice que hay cuatro Balames para cada lugar, y cada uno se ubica en uno de los puntos cardinales (norte, sur, este, oeste) para cumplir su misión de protección.
¿Cómo se ven y qué hacen los Balames?
Se dice que los Balames suelen aparecer por las noches, aunque a veces también se manifiestan durante el día. Si alguien se encuentra con uno de ellos, se cree que puede enfermarse de "espanto". Esta enfermedad ocurre por un gran susto y puede causar vómitos, diarrea, problemas para dormir y falta de energía.
Se les describe como ancianos con barbas muy largas y caras que pueden asustar. Usan sombreros de palma grandes, sandalias de piel y túnicas que parecen flotar. Les gusta mucho el tabaco, y hay quienes creen que las estrellas fugaces son en realidad las colillas de los cigarros que arrojan los Balames. Su tamaño puede variar, ya que algunas historias los describen como muy altos y otras como muy pequeños.
Los Balames tienen un carácter dual: hacen el bien, pero también pueden castigar a quienes olvidan hacerles las ofrendas que les corresponden.
Tipos de Balames
Los Balames se clasifican en dos grupos según lo que protegen:
- Balam-cahob: Son los Balames de los pueblos, también llamados Canan-cahob (guardianes de los pueblos).
- Balam-col: Son los Balames que cuidan las milpas (campos de maíz).
Los Balames protegen los pueblos y las milpas no solo de personas y animales que puedan causar daño, sino también de espíritus negativos. Si un solo Balam no puede vencer a un enemigo, silba para pedir ayuda a los demás Balames, quienes acuden rápidamente a auxiliarlo. Una de sus armas son los piliz-dzoncab, que son pequeños proyectiles de piedra obsidiana que lanzan con los dedos. Estas piedras son muy valiosas para los curanderos, quienes las usan en sus prácticas.
Otras creencias sobre los Balames
Los campesinos tradicionales valoran mucho el trabajo de los Balames y les agradecen dejando ofrendas de zacá (una bebida refrescante hecha de maíz) en jícaras.
Otra creencia es que los Balames ayudan a los niños que se han perdido. Lo hacen silbando para que quienes los buscan puedan encontrarlos. Sin embargo, se dice que el niño que es ayudado por un Balam podría ser un poco diferente o excéntrico el resto de su vida.
El Dzulúm en Chiapas
En el estado de Chiapas, a esta criatura se le conoce como Dzulúm. Su nombre significa "ansia de morir". En esta región, el Dzulúm no es tan protector como los Balames de Yucatán. Se dice que por las noches sale a proteger lo que considera sus "dominios", y es una de las criaturas más temidas en Chiapas. Incluso animales como el tigre le temen al sentir su presencia, y el jaguar le ofrece comida, no por hambre, sino para mostrar respeto.
Según la creencia popular, ninguna persona común era digna de ver al Dzulúm, excepto las víctimas que él elegía. Se cree que el Dzulúm tiene la capacidad de atraer a sus víctimas de forma irresistible. Algunos lo imaginan como un felino enorme, parecido a un jaguar, con pelaje oscuro y ojos rojos brillantes. Otros lo describen como un jaguar de pelaje gris con manchas marrones, con crines puntiagudas en el lomo y el pecho, y una cola tan larga como su cuerpo con anillos rojizos y ojos amarillos.
El personaje mítico del Dzulúm aparece en la novela Balún Canán, escrita por Rosario Castellanos.
Véase también
- Balam (demonio)
- Panteón maya