Agustín de Cazalla para niños
Agustín de Cazalla (1510-1559), conocido como el doctor Cazalla, fue un clérigo español con ideas humanistas. Fue acusado de promover ideas religiosas diferentes a las aceptadas en su época en Valladolid.
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Biografía de Agustín de Cazalla
Agustín de Cazalla nació en 1510. Sus padres fueron Pedro de Cazalla, que trabajaba para el rey, y Leonor de Vivero. Ambos venían de familias importantes que habían cambiado de fe. Era sobrino del obispo Juan de Cazalla y hermano de María de Cazalla, quien formó parte de un grupo religioso llamado "alumbrados" en Guadalajara.
Educación y primeros años
Agustín estudió en la Universidad de Valladolid y en la Universidad de Alcalá. En Alcalá, su tío Juan era conocido por sus ideas humanistas. En la universidad, Agustín fue compañero de Diego Laínez, quien más tarde ayudaría a fundar la Compañía de Jesús.
Después de sus estudios, Agustín fue canónigo en la Catedral Nueva de Salamanca. También fue capellán del emperador Carlos V, a quien acompañó en sus viajes por Europa.
El grupo de Valladolid
Cuando regresó a Valladolid en 1552, Agustín de Cazalla empezó a reunirse con un grupo de personas. Sus reuniones y opiniones religiosas fueron consideradas diferentes a las enseñanzas oficiales de la Iglesia de ese tiempo. Aunque actuaban con discreción y solo se reunían con personas de la élite social de la ciudad, sus actividades fueron descubiertas. Entre los que se reunían con él estaba Carlos de Seso, un importante funcionario de Toro.
Proceso y consecuencias
Agustín de Cazalla fue investigado por la Inquisición, un tribunal que juzgaba las creencias religiosas. El inquisidor general Fernando de Valdés siguió de cerca su caso e informó al rey Felipe II.
La condena y el acto público
Después de confesar sus ideas, Agustín de Cazalla fue condenado a la pena máxima. Fue ejecutado públicamente en un gran acto en Valladolid el 20 de mayo de 1559. Antes de su ejecución, se le permitió ser ejecutado de una forma menos dolorosa. Sus hermanos Francisco, Beatriz y Pedro también fueron condenados a la misma pena. Otros dos hermanos, Constanza y Juan, fueron condenados a llevar un sambenito (una prenda especial de penitencia) y a prisión de por vida. La casa de su familia fue demolida y en su lugar se puso una señal para recordar el suceso, indicando que allí se reunían personas con ideas religiosas diferentes.
Últimas palabras
Hay varias versiones sobre las últimas palabras de Agustín de Cazalla. En una de ellas, se dirigió a la princesa Juana de Austria, hermana de Felipe II, quien presidía el acto. Le pidió que se acordara de sus sobrinos. Murió diciendo "Credo, credo" y besando la cruz.
Algunos de sus compañeros también se retractaron de sus ideas, pero no todos. Por ejemplo, el bachiller Herrezuelo, un abogado, se negó a retractarse y fue ejecutado.
Legado

Agustín de Cazalla es considerado una figura importante por los protestantes españoles, quienes lo ven como un precursor de sus ideas en España.
En Valladolid, el lugar donde estuvo su casa y la señal de recuerdo se mantuvieron por dos siglos. En 1776, la señal fue reemplazada por una lápida con una inscripción que recordaba la condena de la familia Cazalla.
Más tarde, en 1820, durante el Régimen Liberal, la figura de Agustín de Cazalla fue vista de otra manera, como alguien que se opuso a la Inquisición. La calle donde estuvo su casa pasó a llamarse "calle del Doctor Cazalla" y la lápida fue retirada.
Agustín de Cazalla también aparece como personaje en la novela histórica El hereje de Miguel Delibes.