Adolfo Clavarana para niños
Datos para niños Adolfo Clavarana |
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Información personal | ||
Nacimiento | 9 de septiembre de 1844 Orihuela (Alicante) |
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Fallecimiento | 14 de febrero de 1905 Orihuela (Alicante) |
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Nacionalidad | Española | |
Religión | Catolicismo | |
Información profesional | ||
Ocupación | Periodista y escritor | |
Partido político | Partido liberal-fusionista Partido carlista Partido integrista |
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Adolfo Clavarana y Garriga (nacido en Orihuela, el 9 de septiembre de 1844, y fallecido en la misma ciudad el 14 de febrero de 1905) fue un escritor y periodista español. Se destacó por sus escritos de temas religiosos y sociales.
Contenido
La vida de Adolfo Clavarana
Primeros años y estudios
Adolfo Clavarana nació en Orihuela, en una familia de clase media. En 1863, se graduó como perito mercantil, lo que significa que estaba preparado para trabajar en el comercio.
Sin embargo, a Adolfo no le interesaba seguir el negocio familiar. Prefería dedicarse a actividades artísticas como la música, la pintura, las caricaturas y la poesía. Finalmente, decidió estudiar Derecho y se convirtió en abogado en 1874, después de graduarse en la Universidad de Salamanca.
Su carrera como abogado y su interés por la política
Adolfo Clavarana se hizo un abogado muy reconocido en su región. Al principio, participó en la política local, ocupando cargos como Síndico y Secretario del Ayuntamiento. Era conocido por su inteligencia y habilidad en las elecciones.
Con el tiempo, Adolfo se sintió decepcionado con la política de su época. Rechazó varias ofertas para seguir una carrera política y decidió alejarse de ella.
Un cambio de rumbo: la dedicación a la religión
Un momento importante en la vida de Adolfo Clavarana fue cuando decidió dedicar su vida a la religión. Después de participar en unos ejercicios espirituales, sintió que debía poner todo su esfuerzo al servicio de sus creencias.
Según sus propias palabras, quería luchar contra lo que consideraba ideas que se oponían a la fe. Así, Adolfo Clavarana decidió usar su talento para defender sus convicciones religiosas.
Periodismo y publicaciones
Adolfo Clavarana combinó su trabajo como abogado con el periodismo. Colaboró en varios periódicos y, en 1879, formó parte del primer Consejo de Administración de la Caja de Ahorros y Socorros de Orihuela.
En 1883, publicó un artículo importante en el periódico La Voz de Orihuela, donde defendía a la Compañía de Jesús. Ese mismo año, fundó su propia revista católica, llamada La Lectura Popular. Esta revista le ocupó tanto tiempo que tuvo que dejar su trabajo como abogado.
Su participación en movimientos políticos
En esa época, Adolfo Clavarana se unió al carlismo, un movimiento político. Más tarde, en 1888, se unió al Partido Integrista y participó activamente en sus reuniones, influyendo en sus decisiones.
En La Lectura Popular, Clavarana publicaba artículos muy variados. Hablaba de temas sociales, políticos, literarios, económicos, históricos, legales, filosóficos y, sobre todo, religiosos.
También escribió cuentos con enseñanzas morales, como La correspondencia del tío Matraca, Blas Trápala, El Maestro Cerote y La llave del cielo. Otros de sus cuentos, como El terno seco y La moneda del otro mundo, se hicieron muy populares en España. Se dice que Adolfo Clavarana creó un nuevo estilo de escritura con estas historias.
Últimos años y legado
Se cuenta que la tristeza por la derrota de España en la guerra contra Estados Unidos, que afectó a Cuba y Filipinas, le causó problemas de salud. En sus últimos momentos, solía decir que las naciones que se alejaban de sus creencias estaban perdidas.
Cuando Adolfo Clavarana falleció, muchas personas importantes del ámbito religioso y político de la época elogiaron su trabajo y su dedicación.
Estuvo casado con Josefa Bofill y tuvieron varios hijos. Uno de ellos, Julián Clavarana Bofill, continuó con la dirección de la revista La Lectura Popular después de su padre.
Obras destacadas
- Lecturas populares. Colección de cuentos, artículos y diálogos de buen humor (Madrid, 1885)
- Apuntes sobre los amojonamientos de la redonda de las salinas de Torrevieja (Orihuela, 1892)