Abén Aboo para niños

Diego López, conocido como Abén Aboo, fue un morisco importante de Mecina Bombarón en Granada. Los moriscos eran personas de origen musulmán que vivían en España y habían sido obligadas a convertirse al cristianismo. Abén Aboo fue un líder clave en la rebelión de las Alpujarras, un levantamiento que ocurrió entre 1568 y 1571. Él tomó el mando de esta rebelión en su etapa final.
¿Quién fue Abén Aboo?
Abén Aboo era primo de Abén Humeya, quien fue el primer líder de la rebelión. También era sobrino de Hernando el Zaguer. Desde el principio, Abén Aboo se unió a la causa de los rebeldes.
Al inicio de la rebelión, Abén Aboo ayudó a Abén Humeya y a Hernando el Zaguer. A pesar de que había un acuerdo de paz, algunos oficiales del marqués de Mondéjar lo capturaron. Abén Aboo fue sometido a un trato muy difícil, pero lo soportó con gran valentía.
Más tarde, surgieron problemas entre los propios rebeldes. Abén Aboo se unió a quienes estaban en contra de Abén Humeya. Lo acusaban de ser un líder autoritario y de tener tratos secretos con los cristianos. También se decía que había ordenado la muerte de algunos combatientes que los apoyaban.
El liderazgo de Abén Aboo
En la noche del 20 de octubre de 1569, Abén Aboo y Diego Alguacil le quitaron la vida a Abén Humeya. Después de esto, Abén Aboo fue elegido para ser el nuevo líder de la rebelión.
Recibió la aprobación del gobernador de Argel, quien representaba al sultán otomano. Entonces, Abén Aboo tomó el título de Muley Abdalá Abén Aboo, proclamándose "rey de los andaluces". En su bandera, mandó escribir una frase que decía: «No pude desear más ni contentarme con menos».
Abén Aboo continuó la lucha con mucha determinación. Logró importantes victorias, como la toma de Órgiva. En mayo de 1570, ordenó la muerte de Hernando El Habaqui, su general, porque este había empezado a negociar la paz con Juan de Austria. Abén Aboo también consiguió que la rebelión se extendiera hasta la serranía de Ronda.
El fin de la rebelión
Hacia finales de 1570, la rebelión estaba casi terminada. Esto se debió a una dura campaña militar durante el verano y a la orden del rey Felipe II de expulsar a todos los moriscos de Granada.
El 13 de marzo de 1571, Abén Aboo se refugió en una cueva entre Bérchules y Mecina Bombarón, en el corazón de la Alpujarra. Allí intentaba resistir con solo unos cuatrocientos de sus hombres. Sin embargo, fue asesinado por algunos de sus propios seguidores. Estos hombres estaban liderados por Gonzalo el Seniz, un famoso bandolero conocido como monfí. Gonzalo el Seniz y sus hombres habían llegado a un acuerdo con los cristianos, quienes les prometieron el perdón si entregaban a Abén Aboo.
El cuerpo de Abén Aboo fue llevado a Granada. Su cabeza fue colocada en una jaula y exhibida sobre el arco de la puerta del Rastro, como una advertencia.