Tía Norica para niños
La Tía Norica de Cádiz es una tradición de títeres muy antigua, con más de 200 años de historia. Se cree que comenzó alrededor del año 1790 y que sus orígenes son italianos.
Esta tradición ha recibido importantes reconocimientos, como la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes. Además, el conjunto de sus títeres y elementos artesanales fue declarado Bien de Interés Cultural por la Junta de Andalucía. Las piezas más antiguas de la Tía Norica se guardan en el Museo de Cádiz, y una parte importante se puede ver en la exposición permanente del Museo Iberoamericano del Títere, que es también el punto de partida del Festival Internacional del Títere Ciudad de Cádiz.
Contenido
¿Cómo empezó la historia de la Tía Norica?
Los inicios con la familia Montenegro
Algunos documentos sugieren que a finales del siglo XVIII ya existía en Cádiz una compañía de títeres, posiblemente relacionada con titiriteros de Italia que llegaron a la ciudad en esa época. La primera noticia que se tiene de la familia Montenegro, que fue clave en esta tradición, es de 1819. Aparece en los recuerdos de juventud del Obispo de Cádiz, Arbolí, quien nació en 1795 y disfrutaba mucho de estos títeres.
Otra pista sobre la existencia de los títeres de la Tía Norica en el siglo XVIII se encuentra en la "Guía de la ciudad de Cádiz" de 1871. Allí se menciona que en un teatro de la calle Compañía se realizaban funciones del "Antiguo Nacimiento de figuras corpóreas conocido por el de la Tía Norica". Estas funciones se llevaron a cabo sin interrupción durante 55 años, desde 1815 hasta 1870, cuando el teatro fue demolido.
El Diario Mercantil también publicó anuncios sobre los títeres de la Tía Norica en diciembre de 1824 y en otras ocasiones. Años después, el teatro cambió su nombre a Teatro Isabel II y luego a Teatro Libertad. La última función del "Nacimiento de la Tía Norica" se realizó en 1869, tras el fallecimiento de Dolores Jarpón, y se extendió hasta febrero de 1870, cuando el lugar fue derribado. En 1897, el canónigo José María León Domínguez confirmó que la familia Montenegro era la creadora y dueña del Nacimiento de la Tía Norica.
La época de mayor éxito
La Tía Norica tuvo un gran auge en las primeras décadas del siglo XX, bajo la dirección del empresario M. Couto. Fue en esos años cuando el famoso compositor Manuel de Falla creó para la compañía la obra El retablo de maese Pedro, con la escenografía diseñada por Picasso. Esto inspiró a otros escritores importantes de la época, como Federico García Lorca, Rafael Alberti y Valle-Inclán, a escribir también obras para títeres.
Después de un importante conflicto en España, "La Tía Norica" cambió de dueños y se añadieron nuevos personajes, como el popular Juanín. A partir de 1950, la tradición fue perdiendo fuerza, y su última función se realizó en 1977.
La recuperación y los premios
En 1984, Carlos Aladro y la Fundación Municipal de Cultura del Ayuntamiento de Cádiz impulsaron la creación de una nueva compañía. Con la ayuda de antiguos titiriteros, se sentaron las bases del actual Teatro de títeres de La Tía Norica. La primera obra de esta nueva etapa fue "El dragón de tres cabezas".
Desde entonces, se han actualizado y presentado muchos espectáculos, manteniendo la esencia de la antigua tradición y el estilo único del títere gaditano. Algunas de estas obras incluyen los "Autos de Navidad", "Batillo Cicerone, Pimpi de Cái", "La Tía Norica: El Sainete...", "El Sueño..." y, por supuesto, "El Retablo de Maese Pedro".
En el año 2001, la Compañía de títeres de la Tía Norica recibió la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, un gran reconocimiento a su labor.
Galería de imágenes
Enlaces externos
- Un estudio sobre la Tía Norica