Simón de Rentería para niños
Simón Antonio de Rentería Reyes (Santoña, 8 de septiembre de 1762-Santiago de Compostela, 1825) fue un importante líder religioso español. A lo largo de su vida, ocupó cargos destacados como abad de Villafranca del Bierzo, obispo de Lérida y arzobispo de Santiago de Compostela.
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Primeros años y educación
Simón Antonio de Rentería Reyes nació en Santoña, Cantabria, el 8 de septiembre de 1762. Fue bautizado al día siguiente de su nacimiento.
Sus primeros estudios los realizó en su pueblo natal, donde aprendió a leer y escribir, y también estudió gramática y latín. Más tarde, continuó su formación en la Universidad de Oñate, ubicada en Álava. Allí se doctoró en Leyes y Cánones Sagrados.
Después de graduarse, Simón de Rentería se convirtió en profesor de estas materias en la misma universidad. Por un corto tiempo, también fue el rector de la institución, lo que significa que era el director principal de la universidad.
Carrera religiosa
En 1786, Simón de Rentería se ordenó como sacerdote. A principios del siglo XIX, se trasladó a la Colegiata de Villafranca del Bierzo. Una colegiata es una iglesia importante que tiene un grupo de sacerdotes llamados canónigos.
En esta colegiata, Simón de Rentería ocupó varios cargos, incluyendo el de canónigo y chantre. Durante 24 años, fue el abad de la colegiata, lo que lo convertía en el líder principal de esa comunidad religiosa.
En 1819, fue nombrado obispo, un cargo de gran importancia en la Iglesia.
Su rol como obispo
En marzo de 1819, el rey Fernando VII lo designó para ser obispo de Lérida. Simón de Rentería era conocido por su carácter fuerte y decidido.
Durante su tiempo como obispo, se opuso a algunas de las reformas que los gobiernos de la época querían implementar en los seminarios (escuelas para futuros sacerdotes) y en las iglesias. Él creía en mantener las tradiciones y la forma de vida de la Iglesia sin cambios.
Desacuerdos políticos y exilio
En 1820, el comandante Rafael del Riego proclamó la Constitución de Cádiz, que establecía un gobierno más liberal. Simón de Rentería no estuvo de acuerdo con esta Constitución y se opuso a muchas de las decisiones del gobierno que, según él, interferían con la Iglesia.
Escribió cartas y documentos al rey y al gobierno para expresar su descontento. Estos escritos mostraban su defensa de la Iglesia y de su país. Debido a su postura, fue perseguido y tuvo que exiliarse (irse de su lugar de residencia) varias veces durante el periodo conocido como el Trienio Liberal.
Fue expulsado de Lérida en 1823 y se trasladó a ciudades como Barcelona, Tarragona y Málaga, antes de ser desterrado a Tortosa.
Regreso y nombramiento como arzobispo
Cuando el rey Fernando VII regresó al trono en 1823, Simón de Rentería fue repuesto en su cargo de obispo de Lérida. El rey también le otorgó la Orden de Carlos III, un importante reconocimiento.
En 1824, fue nombrado arzobispo de Santiago de Compostela, uno de los cargos religiosos más importantes de España. Sin embargo, no pudo tomar posesión de este nuevo puesto.
Fallecimiento
Simón de Rentería Reyes falleció en Madrid el 4 de octubre de 1825, mientras viajaba hacia Santiago de Compostela para asumir su cargo de arzobispo. Fue enterrado en el monasterio de monjas agustinas de la Encarnación, en Madrid.
Legado
A pesar de su muerte, Simón de Rentería siempre recordó su pueblo natal, Santoña. En su testamento, dejó parte de sus bienes para que se contratara a un profesor de latín. Este profesor daría clases a los jóvenes de Santoña, ayudándolos en su educación.
En honor a su memoria, la villa de Santoña le dedicó una calle. Esta calle comienza en la Plaza de la Villa, donde antes estaba el Ayuntamiento, y llega hasta el Pasaje, cruzando la plaza.