Silvestre Pérez y Martínez para niños
Silvestre Pérez y Martínez (Épila, Zaragoza, 1767-Madrid, 1825) fue un arquitecto español con una formación y estilo neoclásico.

Contenido
¿Quién fue Silvestre Pérez?
Silvestre Pérez y Martínez fue un importante arquitecto español que vivió entre los siglos XVIII y XIX. Se le conoce por su estilo neoclásico, que se inspira en la arquitectura de la antigua Grecia y Roma.
Sus primeros años y formación
Silvestre Pérez comenzó sus estudios en 1777 con Agustín Sanz. Más tarde, entre 1781 y 1785, fue alumno de Ventura Rodríguez, otro arquitecto muy reconocido.
Después de su formación en España, Silvestre Pérez viajó a Roma, Italia, donde vivió de 1791 a 1796. Durante su estancia, se dedicó a estudiar las ruinas romanas. Quería entender cómo los antiguos construían sus espacios. Su objetivo era aprender de ellos para aplicar esos conocimientos en sus propios diseños, enfocándose en la forma y el espacio, más allá de la decoración.
Ideas y proyectos innovadores
Pérez desarrolló una serie de ejercicios que llamó "construcciones mínimas". En ellos, exploraba cómo dar un sentido especial a edificios que antes no lo tenían, como las bibliotecas.
Obras en el País Vasco
Sus ideas se vieron reflejadas en sus construcciones. Por ejemplo, en la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Motrico (1789), transformó la idea de un templo clásico en una iglesia cristiana. Años después, en 1807, comenzó la iglesia de Santa María de la Asunción (Bermeo), que no se terminó hasta 1820. En esta obra, Pérez logró diferenciar claramente el estilo clásico del barroco.
Además de estas iglesias, Silvestre Pérez fue muy activo en el País Vasco. En 1807, diseñó el proyecto de Nuevo Bilbao, también conocido como Puerto de la Paz.
Su trabajo en Madrid
Parte de su carrera coincidió con un periodo de cambios en España. Silvestre Pérez trabajó como arquitecto para el rey José Bonaparte. Durante este tiempo, diseñó el arco del triunfo en la Puerta de Toledo de Madrid. Esta obra conmemorativa mostraba su admiración por la arquitectura romana.
En 1810, fue nombrado arquitecto municipal de Madrid. Propuso grandes proyectos para transformar la ciudad. Uno de ellos era un viaducto que uniría el Palacio Real con la iglesia de San Francisco el Grande. La idea era crear una imagen imponente de la ciudad hacia el río. Sin embargo, por falta de dinero, estos grandes planes no se pudieron realizar.
Aun así, Silvestre Pérez llevó a cabo proyectos más pequeños pero importantes. Diseñó la plaza de Santa Ana (1810), donde ya pensaba en espacios ajardinados en la ciudad, y la plaza de San Miguel (1811).
Retorno y últimos proyectos
Cuando el rey José Bonaparte dejó España, Silvestre Pérez tuvo que exiliarse. Este hecho afectó su carrera. Años después, al inicio del reinado de Fernando VII, regresó a España. Aunque fue perdonado, su trabajo no fue tan reconocido como el de otros arquitectos que eran más cercanos al nuevo gobierno.
A pesar de esto, continuó trabajando. En el País Vasco, diseñó el Teatro de Vitoria y el antiguo Ayuntamiento de San Sebastián. También propuso otros proyectos que no se construyeron, como los de la Plaza Nueva o el Ayuntamiento de Bilbao. En Sevilla, estudió problemas en el templo del Sagrario y diseñó un puente para unir Triana con la ciudad, reemplazando el antiguo puente de barcas.
Galería de imágenes
-
Silvestre Pérez: proyecto de salón de máscaras chinesco con dos propuestas de alzado y planta. Dibujo a pluma y aguada. Biblioteca Nacional de España.