República de indios (Derecho indiano) para niños
Las repúblicas de indios fueron una forma de organizar a la población indígena en las tierras americanas durante el tiempo en que estuvieron bajo el dominio español. Se crearon en lugares donde vivían muchos pueblos originarios. En estos lugares, se les daban tierras y viviendas, y se construían iglesias para enseñarles la religión católica.
En general, en los pueblos de indios no vivían españoles, personas de origen africano o mestizos (personas con ascendencia indígena y española), aunque había algunas excepciones. Se permitía que los pueblos originarios mantuvieran sus propias leyes y costumbres, siempre que no fueran en contra de la religión cristiana ni de las leyes del gobierno español.
Estas "repúblicas" tenían ciertas responsabilidades, como administrar los bienes de la comunidad, recolectar los impuestos, mantener la seguridad y regular el comercio.
Contenido
¿Por qué se crearon las Repúblicas de Indios?
Una de las grandes reformas que hizo Francisco de Toledo en la década de 1570 fue dividir la sociedad en dos grupos principales: los indígenas y los españoles. Cada grupo tendría su propia "república".
La palabra "república" aquí se usa en su sentido antiguo, que significa una sociedad organizada que tiene lo necesario para gobernarse a sí misma. Como decía el pensador Cicerón, una república es "cosa del pueblo", una sociedad unida por leyes y con un objetivo común.
Las razones para separar los territorios americanos en dos repúblicas (una para indígenas y otra para españoles) fueron varias:
- Razones religiosas: Se buscaba crear las mejores condiciones para que los habitantes pudieran practicar la fe católica.
- Razones éticas: Había debates sobre cómo se debía tratar a los pueblos originarios después de la Conquista.
Ambas repúblicas compartían las mismas autoridades superiores y las mismas leyes generales, pero cada una tenía sus propias autoridades locales y sus propias reglas. Las comunidades indígenas mantuvieron a sus líderes tradicionales, llamados caciques, y algunas incluso tuvieron sus propios cabildos (ayuntamientos). La Corona española también permitió que se siguieran usando las buenas leyes y costumbres indígenas, tanto las antiguas como las nuevas, siempre que no chocaran con las leyes españolas. Por su parte, los españoles formaron sus propios cabildos y se regían por las leyes de Castilla.
La República de Indios en el Virreinato del Perú
En el Virreinato del Perú, la república de indios incluía a los indígenas nobles, que eran los descendientes de la élite incaica de Cuzco y de las familias reales. También se reconocía como nobles a los descendientes de las grandes tribus de la costa y los Andes.
Al principio, los conquistadores no aceptaban a estos nuevos nobles por miedo a que pudieran liderar levantamientos. Sin embargo, con el tiempo, muchos curacas nobles fueron reconocidos y aceptados. Incluso, algunos de ellos comerciaban directamente con los españoles, ya que tenían acceso a tierras de cultivo. Los nobles indígenas no tenían que pagar impuestos ni ir a la mita (un sistema de trabajo obligatorio), por lo que el comercio era una fuente importante de ingresos para ellos.
La Corona española también quiso fortalecer la posición de estos nobles creando colegios especiales para los curacas. Allí, además de aprender la fe católica, estudiaban gramática y ciencias.
El grupo más grande de la república de indios en Perú eran los indígenas del común. Ellos eran quienes soportaban la mayor parte de los impuestos del virreinato.
El sistema de tributos y las reducciones
Durante la conquista, muchos indígenas fueron "repartidos" o "encomendados" a un español, llamado encomendero. Este español usaba su trabajo en minas o en el campo. Los encomenderos debían cuidar la fe de los indígenas, así como su ropa y comida. Sin embargo, la Corona no quiso continuar con este sistema y lo eliminó con las Leyes Nuevas de 1542.
Fue en la década de 1570 cuando se organizó el sistema de impuestos. El virrey Francisco Toledo, después de visitar todo el virreinato, estableció las reducciones de indios. Los indígenas eran reunidos en un pueblo donde vivirían separados de los españoles. Esto tenía dos objetivos:
- Hacer más fácil la evangelización por parte de las órdenes religiosas.
- Saber el número exacto de indígenas para calcular el impuesto que debían pagar.
La cantidad de impuestos variaba según el número de habitantes de cada reducción. Sin embargo, esta regla no consideraba que la población andina se movía mucho (para intercambiar productos agrícolas) ni los problemas causados por las enfermedades europeas que llegaron al Perú.
Cuando los indígenas llegaban a la edad adulta, debían pagar un impuesto en productos o dinero, o aceptar mercancías de los corregidores (una especie de crédito forzoso), o pagar su impuesto a través de la mita minera. Debido a esta situación difícil, muchos indígenas preferían huir de las reducciones y buscar trabajo en haciendas donde siempre faltaba mano de obra.
La Mita Minera
La mita minera era otra forma de trabajo obligatorio. Era diferente de la mita que existía antes de la llegada de los españoles. Aunque los indígenas no recibían un pago directo, no podían ser obligados a trabajar más de un año cada siete. Este trabajo servía para cubrir los pagos de impuestos asignados.
Objetivos de las Repúblicas de Indios
Uno de los principales objetivos de los españoles fue enseñar la fe católica a los indígenas. Al mismo tiempo, los indígenas aprendieron sobre las costumbres españolas.
Se crearon los cabildos, que eran muy parecidos a los ayuntamientos españoles. Los gobernadores, alcaldes y otros funcionarios debían ser elegidos por la comunidad.
Economía en las Repúblicas de Indios
Existían las cajas de comunidad, donde se guardaba el dinero común de los pueblos. Esto ayudaba a evitar que las autoridades usaran mal el dinero.
Los nobles indígenas no tenían que pagar impuestos, por lo que el comercio se volvió una fuente importante de ingresos para ellos. Sin embargo, todos los demás indígenas del común sí debían pagar tributo. La forma de pago de los impuestos fue cambiando, y en ocasiones se aceptaba el pago a través del trabajo en las minas.
Los Encomenderos
Al principio de la conquista, los indígenas fueron repartidos entre los encomenderos, quienes los hacían trabajar en la agricultura o la minería. Los encomenderos también tenían la responsabilidad de cuidar el bienestar de los indígenas a su cargo, dándoles alimento, ropa y oportunidades para practicar su fe. Sin embargo, el rey Carlos I intentó eliminar este sistema en 1542, aunque algunas encomiendas duraron hasta 1791.
Problemas por las Tierras
Las tierras eran muy importantes para los indígenas. Por eso, a menudo surgían conflictos e invasiones. Cuando había un problema, se acudía a la Audiencia de México, que era la máxima autoridad en la Nueva España, para pedir justicia al virrey.
Las Congregaciones
Una medida que tomaron los españoles para reunir a indígenas de pequeñas comunidades fue crear las congregaciones. Estos eran pueblos nuevos que "congregaban" a indígenas de diferentes lugares, y contaban con una iglesia y un sacerdote.
Consecuencias de las Repúblicas de Indios
Se cree que la política de separar y proteger a los indígenas, adoptada por la Corona, ayudó a reducir el maltrato, pero no lo eliminó por completo. La ley decía que en los pueblos de indios no debían vivir españoles, personas de origen africano o mestizos, porque se había visto que algunos españoles eran "inquietos, de mal vivir, y viciosos", y que los indígenas huían de sus pueblos para evitar ser maltratados o aprendían malas costumbres.
Esta política protegió a los indígenas, pero también los mantuvo separados. Al mismo tiempo que les daba cierta autonomía, los colocaba en una situación de inferioridad o como si fueran menores de edad. Muchos pensadores de la época tenían esta opinión. Por ejemplo, Alexander von Humboldt notó que, al estar protegidos, los indígenas se volvían más dependientes y débiles. Se pensaba que se les hacía un bien "tratándolos como a menores, poniéndolos para siempre bajo la tutela de los blancos, pero así se convierten en una carga para sí mismos y para el estado en que viven".
A pesar de esto, la República de Indios fue un antecedente importante de las políticas de protección a los pueblos originarios que existen hoy en día. El reconocimiento legal de los indígenas sigue siendo una base para los movimientos indígenas en todo el mundo y para la definición de lo que significa ser indígena por parte de organizaciones internacionales.