Plaza de abastos de Écija para niños
La Plaza de Abastos de Écija es un mercado histórico ubicado en la ciudad de Écija, en la provincia de Sevilla, España. Fue construida en 1844 para organizar y mejorar el comercio de alimentos en la ciudad. Se encuentra en el centro de Écija, en el lugar donde antes estaba un antiguo convento de la Compañía de Jesús.
La idea de construir esta plaza surgió de la Sociedad de Fomento, un grupo de ciudadanos que querían solucionar los problemas y el desorden que causaba el mercado diario en la Plaza Mayor. Su construcción se realizó en un momento de relativa tranquilidad en el país, y fue uno de los primeros proyectos importantes para modernizar Écija en el siglo XIX. El objetivo era crear un espacio limpio y cómodo donde los habitantes pudieran comprar sus alimentos de forma segura y organizada, dejando atrás el antiguo sistema de mercado ambulante que existía desde la Edad Media.
Este nuevo tipo de mercado, cerrado y controlado, permitía a las autoridades municipales supervisar mejor los productos, controlar las pesas y medidas, y recaudar impuestos de manera más eficiente.
Contenido
¿Por qué se construyó la Plaza de Abastos?
El antiguo mercado en la Plaza Mayor
Antes de la Plaza de Abastos, el mercado principal de Écija se celebraba en la Plaza Mayor. Desde la Edad Media, este lugar era el espacio más grande y libre en el centro de la ciudad. Además de ser un importante centro político y económico, era el sitio donde se vendían los alimentos cada día.
Esta ubicación facilitaba el cobro de impuestos, la distribución de productos y la prevención de fraudes en las pesas, medidas y calidad de los alimentos.
Durante el siglo XVI, en la Plaza Mayor se instalaban puestos y tiendas portátiles donde se vendían productos como pan, frutas, leche, hortalizas y jabón. Otros productos como vinagre, vino y trigo importado se vendían en un edificio cercano llamado alhóndiga. Cerca de la Plaza Mayor, en la calle de la Caza, estaban las pescaderías y carnicerías Reales, construidas a finales del siglo XVI para centralizar la venta de carne y pescado. Otras calles se especializaban en diferentes productos, como Cintería (cintas), Odrería (pieles), Platería (joyas), Especiería (especias) y Albardería (aparejos para animales).
La intensa actividad comercial diaria en la Plaza Mayor era muy variada y a veces desordenada. Gran parte de los alimentos para una población que en 1755 ya era de 34.000 habitantes se vendían al aire libre. Aunque la plaza era grande, tenía que combinar muchas actividades. Era común que, al no haber alcantarillado y por la falta de cuidado en la limpieza, se acumularan residuos y suciedad en algunos puntos de la plaza. Solo cuando había fiestas o visitas importantes se ordenaba una limpieza urgente.
En el siglo XIX, Écija seguía con el mismo sistema de puestos y tiendas desmontables. La falta de un buen sistema de saneamiento público no garantizaba condiciones mínimas de higiene. Los relatos de la época describían que los puestos, hechos con materiales viejos, presentaban un aspecto muy descuidado, con legumbres y frutas tendidas en el suelo sin la limpieza adecuada.
La Sociedad de Fomento y la construcción del mercado
Creación de la Sociedad de Fomento
Esta situación de falta de higiene y orden se mantuvo hasta 1843. El 11 de enero de ese año, un grupo de ciudadanos de Écija, liderados por el marqués del Arenal, formaron la Sociedad de Fomento. Su único objetivo era construir una plaza de mercado moderna.
La sociedad se financió con cien acciones, cada una valorada en 2.000 reales. Se estableció que la sociedad duraría diez años, y al final de ese período, la plaza podría ser vendida al Ayuntamiento de Écija. Una Junta Directiva, compuesta por un presidente, tres vocales, un secretario, un contador y un tesorero, se encargaba de la construcción y dirección de las obras.
Elección del lugar y obras
El lugar elegido para construir la Plaza de Abastos fue el terreno que ocupaba el antiguo convento, colegio e iglesia de San Fulgencio, que había pertenecido a la Compañía de Jesús. Este terreno había pasado a manos del Ayuntamiento después de la expulsión de esta orden religiosa.
En 1841, la iglesia y parte del terreno se usaban como almacén. En diciembre de 1842, debido a su mal estado, se decidió demoler el colegio. La Sociedad de Fomento se encargó de la demolición, que comenzó rápidamente y terminó el 26 de julio de 1843.
Mientras tanto, el Ayuntamiento decidió trasladar el mercado de forma temporal a otro lugar: el terreno donde se encontraba el convento de monjas dominicas del Espíritu Santo. Este traslado era provisional, ya que la Plaza Mayor estaba siendo remodelada para el disfrute de los ciudadanos.
Acuerdo con el Ayuntamiento
El 30 de julio, la Sociedad de Fomento presentó una propuesta al Ayuntamiento para construir la plaza de mercado público. Los puntos más importantes de esta propuesta eran:
- La Sociedad de Fomento se comprometía a construir una plaza de material resistente para que sirviera como mercado público en el terreno de los jesuitas.
- El Ayuntamiento se comprometía a designar este edificio como el único y exclusivo mercado público de Écija. Todo el comercio ambulante, incluyendo el que se hacía en las carnicerías, pescaderías y el Mesón de la Romana, debía realizarse allí.
- El Ayuntamiento, con la ayuda de expertos, fijaría los precios de alquiler que los vendedores pagarían por cada puesto o cajón.
- El Ayuntamiento sería responsable de establecer y hacer cumplir las normas de orden y limpieza necesarias para el buen funcionamiento del mercado.
El 16 de marzo de 1844, la Sociedad de Fomento acordó ampliar las obras para poder incluir también las carnicerías. La Plaza de Abastos estuvo terminada en agosto de 1844. El 26 de ese mismo mes, la Sociedad informó al Ayuntamiento de la finalización y propuso establecer su reglamento y tarifas de alquiler. La Plaza de Abastos de Écija comenzó a funcionar el 14 de septiembre de 1844.
Los precios de alquiler diarios eran: 10 reales por cajones, 2 reales por puestos cubiertos y 1 real por puestos descubiertos. Al principio hubo algunos casos de venta ambulante fuera del mercado, pero la situación se normalizó rápidamente. Las carnicerías, que al principio no estaban incluidas, se incorporaron en una ampliación construida en la zona norte de la plaza.
La Plaza de Abastos hoy
Actualmente, el edificio de la Plaza de Abastos de Écija pertenece al Ayuntamiento de la ciudad. El uso del edificio está cedido a la asociación de comerciantes de la Plaza de Abastos. Esta asociación alquila los puestos a los comerciantes por períodos de doce años. También se encarga de las revisiones sanitarias de las cámaras frigoríficas del edificio, a través de una empresa privada, y de la calidad del agua para los puestos.
Recientemente, el Ayuntamiento ha alquilado varios puestos dentro de la plaza para usarlos como oficinas municipales, debido a que el edificio del propio Ayuntamiento necesita reparaciones.