Palacio Patrokua para niños
El palacio Patrokua o Villa Gaytán de Ayala es un edificio histórico que se encuentra en la localidad de Marquina-Jeméin, en Vizcaya, País Vasco, España. Está muy cerca de la iglesia de Santa María de Xemein y del centro histórico de Markina-Xemein, justo después de cruzar el puente sobre el río Urko. El palacio está dentro de un terreno grande, rodeado por el río Urko al oeste, un camino al sur que va de Markina a Xemein, y otro camino al este y al norte que sale de la zona de la iglesia de Santa María.
A mediados de los años 1970, el palacio se convirtió en el centro educativo Lea Artibai Ikastetxea. Este centro ha cuidado muy bien el jardín que rodea el palacio, donde hay árboles muy valiosos, grandes y antiguos.
Contenido
Historia del Palacio Patrokua
¿Quiénes fueron los primeros dueños del palacio?
Desde sus inicios, el palacio perteneció a la familia Barroeta y luego a sus descendientes, los Gaytán de Ayala. La familia Barroeta era muy importante en Markina-Xemein y tuvo un papel destacado durante mucho tiempo. Cerca de un kilómetro al norte de este palacio, se encuentra otro conjunto de edificios que también pertenecían a esta familia. Incluían la Casa-Torre de los Barroeta, una ferrería (donde se trabajaba el hierro), un molino llamado Oxillain y la ermita de San Joaquín y Santa Ana.
A finales del siglo XVIII, los Barroeta se unieron por matrimonio con la familia Gaytán de Ayala. Fueron los Gaytán de Ayala quienes hicieron grandes obras para ampliar el palacio, y por eso el edificio también se conoce como Villa Gaytán. El nombre "Patrokua" podría venir de la palabra "patronazgo", que significa que esta familia apoyaba y protegía la iglesia de Xemein.
¿Cómo se construyó el palacio?
A finales del siglo XVIII, Miguel de Barroeta construyó la parte más antigua del palacio, que está al oeste, cerca del río. Este edificio tiene forma de cubo, con una planta baja y dos pisos más, y un tejado con cuatro lados inclinados. Las dos primeras plantas están hechas de mampostería (piedras unidas con mortero), y la última planta es de ladrillo cubierto con una capa de yeso. Las esquinas y los marcos de las ventanas y puertas están hechos de sillares (piedras grandes y bien cortadas). Por dentro, el edificio tiene una estructura de madera muy bien organizada.
Más tarde, entre 1927 y 1929, los Gaytán de Ayala encargaron al arquitecto Emiliano Amann una ampliación del palacio. Esta parte nueva tiene un estilo neobarroco y está formada por tres cuerpos unidos.
La primera ampliación
El primer cuerpo de la ampliación une la parte nueva con el edificio original. Al principio, tenía solo una planta con una terraza. Pero después de una reforma en 1945, se le añadió otra planta. Esta nueva planta tiene una doble galería con tres arcos de medio punto, hechos de ladrillo visto, que se apoyan en columnas de estilo toscano. Todo esto está cubierto por un tejado a dos aguas.
El cuerpo principal
El segundo cuerpo es la parte principal de la ampliación. Tiene tres plantas y un tejado a cuatro aguas. Las dos plantas de abajo están hechas de mampostería y tienen un borde decorado. La última planta tiene una serie de pequeños arcos de medio punto de ladrillo visto, que se apoyan en pequeñas columnas de piedra, como si fuera una galería abierta. En esta parte del edificio, llama la atención una ventana-balcón en la esquina, debajo de un arco protector, y cuatro pequeñas torres y adornos puntiagudos en las esquinas del tejado.
La zona de servicios
El tercer volumen de la ampliación se usaba para los servicios y las cocinas, por lo que es la parte más sencilla. Aun así, sigue el estilo general de los otros edificios, con la planta baja de mampostería y la parte superior de ladrillo visto.
Detalles del interior
En el interior del palacio, destaca el uso de madera de castaño en las paredes y en la decoración. Todavía hoy se puede ver esta madera en varias partes del edificio. De todas las habitaciones, la biblioteca es la más impresionante. Está en la primera planta del edificio principal neobarroco, y su decoración de madera la convierte en la estancia más elegante de todo el palacio.