Milagros de Nuestra Señora para niños
Milagros de Nuestra Señora es una obra muy importante escrita por Gonzalo de Berceo, un clérigo (sacerdote) que trabajaba cerca del Monasterio de San Millán de la Cogolla. Se cree que la escribió entre los años 1246 y 1252. Este libro fue creado para ser contado en voz alta, con varios propósitos: entretener a la gente, enseñarles sobre la religión y dar a conocer el monasterio de San Millán de la Cogolla, donde Berceo vivió y escribió toda su vida.
La obra es una colección de 25 historias maravillosas, llamadas "milagros", que tratan sobre la Virgen María. Berceo las escribió en español, basándose en otras colecciones de milagros marianos que ya existían en latín en el siglo XIII. De esas colecciones, tomó 24 milagros, y el último (el número 25) lo añadió él mismo, quizás a partir de historias que se contaban de forma oral. El libro también tiene una introducción original escrita por Berceo.
Berceo usó un tipo de estrofa llamada cuaderna vía, que era común en el estilo literario conocido como mester de clerecía. Esta estrofa tiene cuatro versos que riman entre sí y son largos, divididos en dos partes. Berceo quería que la gente aprendiera más sobre la religión y también que conociera el monasterio de San Millán de la Cogolla. Este monasterio era un lugar importante donde muchos viajeros se detenían a descansar, ya que estaba cerca del famoso Camino de Santiago, que en esa época ya era muy conocido en Europa. Además, estos milagros se contaban en el lenguaje común para que todos pudieran entenderlos.
Contenido
¿Qué tipo de obra es Milagros de Nuestra Señora?
Las colecciones de milagros sobre la Virgen María comenzaron a aparecer en el siglo XI. Pero fue en los siglos XII y XIII cuando se hicieron mucho más populares, y algunos autores se especializaron en ellas, como Gautier de Coincy o Alfonso X el Sabio. Había dos tipos de colecciones: las de milagros locales, que estaban relacionadas con lugares importantes de peregrinación (como Laon o Chartres), y las generales.
Berceo usó una de estas colecciones generales para crear su obra. Esto ocurrió en un momento en que las lenguas románicas (como el español) se estaban extendiendo y la devoción a la Virgen María crecía por toda Europa. La gente sentía que la Virgen ofrecía una imagen más cercana y amable de la fe cristiana. Esta idea fue muy difundida por los franciscanos y dominicos en sus sermones, usando ejemplos y relatos para explicar sus enseñanzas.
El objetivo principal de la obra de Berceo es mostrar devoción a la Virgen, posiblemente a Nuestra Señora de Marzo, que era venerada en el altar principal del monasterio de San Millán de Suso.
¿Cuándo se escribió Milagros de Nuestra Señora?
La creación de esta obra llevó tiempo. Por una mención al obispo don Tello (que vivió entre 1207 y 1247) en una de las estrofas, sabemos que el "Milagro XIV" se escribió antes de que él falleciera en 1247. Y como en otra estrofa Berceo menciona a Fernando III como ya fallecido (murió en 1252), el "Milagro de la iglesia robada" (el último del manuscrito) debió ser escrito durante el reinado de Alfonso X el Sabio, quien también era muy devoto de la Virgen.
En esta obra, Berceo no necesita explicar el poder de la Virgen sobre los santos, porque para el siglo XI y XII, la figura de la Virgen como madre de Jesús ya era muy importante. Por eso, en el libro, la Virgen aparece de forma idealizada, mientras que los santos, que también aparecen en algunos milagros, se muestran de otra manera.
Del manuscrito original de la obra, se hicieron dos copias que conocemos hoy. Una, llamada F, es del siglo XIV y fue redescubierta en dos partes entre 1926 y 1974. La otra, llamada Q, era del siglo XIII pero se perdió. Sin embargo, de Q se hicieron dos copias más, I y M, ambas del siglo XVIII. M también se copió de F.
¿Cómo es el estilo y la estructura de la obra?
En la época de Berceo, la lengua castellana culta (la que se usaba para escribir literatura) apenas estaba naciendo. Por eso, no se esperaba que fuera muy original. Los Milagros de Berceo provienen de un manuscrito en latín que él transformó en versos, probablemente usando el dialecto de La Rioja. La originalidad de Berceo está en traducir esos textos latinos al español de la península, haciéndolos más accesibles para la gente común, no solo para los clérigos.
Para acercarse al lenguaje popular, Berceo usó técnicas de los juglares (artistas que contaban historias y cantaban). Por ejemplo, usaba mucho el estilo directo (como si los personajes hablaran), añadía toques de humor con referencias al campo o la naturaleza, y usaba muchos refranes. El cambio más grande fue convertir una fuente que estaba en prosa (escrita como un texto normal) en versos. Berceo también se tomó libertades con los detalles, añadiendo cosas a las historias, inventando por qué los personajes hacían ciertas cosas, incluyendo elementos poéticos y desarrollando los diálogos.
El número de milagros, 25, no es casualidad. En las obras medievales, era común usar estructuras matemáticas con simbolismo, a menudo relacionadas con el número tres o con el cinco, que en la numerología cristiana se asocia con la Virgen. Así, 5 x 5 = 25. El manuscrito que usó Berceo tenía 28 milagros, de los cuales él eligió 24 y añadió uno de tradición local, el de "La iglesia robada".
Todos los milagros siguen una estructura similar: una persona que es devota de la Virgen se encuentra en peligro y se salva gracias a un milagro de María. La obra comienza con una introducción simbólica donde el autor se presenta en un lugar idealizado, que representa las virtudes de la Virgen. Después, se cuentan los veinticinco milagros que la Virgen realiza para ayudar a personas que tienen mucha fe en ella. La mayoría de estos personajes eran de la misma clase social que el público que escuchaba los milagros. Al final de cada historia, hay una enseñanza o moraleja para que el oyente entienda los beneficios de ser devoto de la Virgen, de forma similar a como se usaban los ejemplos en los sermones populares. Se pueden distinguir tres grupos de milagros:
- Los que muestran cómo María premia o castiga a las personas, como "La casulla de San Ildefonso".
- Los que muestran cómo la Virgen perdona y salva a sus devotos de situaciones difíciles, como "El sacristán impúdico".
- Los que muestran cómo los personajes tienen un problema espiritual y María les ayuda a resolverlo, como "La abadesa encinta".
En general, los milagros tienen una estructura que a veces empieza con un "Exordio", donde Berceo se dirige al público. Luego viene la narración de la historia, y al final, una conclusión que no siempre está, pero que siempre sugiere que uno debe ser devoto.
Berceo también añadió un último milagro, el número XXV, llamado: "De cómo Teófilo hizo un pacto con el diablo por su alma y después fue convertido y salvado". No se sabe mucho sobre este milagro, se cree que es una historia oral o que el propio Berceo la inventó. Es el milagro más largo y cuenta con mucho detalle la historia de un hombre que, de ser devoto de la Virgen, llega a vender su alma al diablo.
Berceo usaba una técnica llamada amplificatio, que le permitía añadir elementos originales al traducir los milagros al castellano. Así, incluía sus propias formas de narrar, como versos divertidos o palabras coloquiales. Berceo se consideraba un "juglar de Dios", lo que le permitía usar tanto un lenguaje culto como uno más común. Gracias a esto, la obra es más entretenida de leer o de ver representada.
En los milagros, Berceo también muestra una forma de ver el mundo donde hay personajes buenos y malos. La Virgen es el personaje principal en todas las historias. Ella siempre aparece o es mencionada cuando se necesita ayuda. Muchas veces se la describe de una manera muy humana y realista.
En los milagros, se mezclan el mundo sobrenatural (donde están el purgatorio, el cielo y el infierno) y el mundo terrenal. El mundo terrenal es donde ocurren los milagros y donde las personas cometen errores; también es desde donde los clérigos piden ayuda a la Virgen para ser salvados.
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Véase también
En inglés: The Miracles of Our Lady Facts for Kids